lunes, 25 de abril de 2011

El Poema del Anciano Marinero de Samuel Taylor Coleridge

     Samuel Taylor Coleridge, nació el 21 de Octubre de 1772, en un pequeño poblado de Devon, en Inglaterra, y murió a los 61 años, el 25 de julio de 1834. Coleridge fué un poeta romántico, crítico literario y filósofo, quien junto con su amigo, William Wordsworth, fué el fundador del Movimiento Romántico en Inglaterra, y miembro de los Lakistas.
     Coleridge es probablemente mejor conocido por sus poemas:  The Rime of the Ancient Mariner y Kubla Khan, asi como su mayor obra en prosa: Biographia Literaria. Su trabajo crítico, especialmente sobre Shakespeare, fue altamente influyente, Además, Coleridge ayudó a introducir la filosofía del Idealismo Alemán en la cultura angloparlante. Coleridge acuñó muchas palabras familiares y frases, incluyendo la celebrada suspención de la incredulidad. Coleridge fué una importante influencia, vía Emerson, sobre los Trascendentalístas Norteamericanos.
       A lo largo de su vida adulta, Coleridge sufrió de ataques paralizantes de ansiedad y depresión; se ha especulado que sufrió de desorden bipolar; un desorden mental que fué desconocido durante su vida. Coleridge eligió tratar esos episodios con opio, llegando a ser adicto en el proceso. Ésta adicción le afectaría en el futuro. (Wikipedia)
     Samuel Taylor Coleridge, fue el mas joven de trece hijos y su padre, el reverendo John Coleridge, fué un vicario respetado. Al morir su padre, siendo Coleridge de ocho años de edad, fue enviado a estudiar al Hospital de Cristo, una escuela de caridad fundada en el siglo XVI, en Londres. Posteriormente ingresaría a la Universidad de Cambridge. Al igual que muchos de sus compañeros poetas, Coleridge encontró fama como lector público y filósofo.

     Coleridge también se interesó por la crítica literaria, la teología y la ciencia. En 1817 publicó su autobiografía: Biografía Literaria, la cual es una meditación con numerosos ensayos de Kant, Fitche, y Schelling.
    Coleridge leía aleman y fue uno de los primeros traductores a la lengua inglesa de Frierik Schelling. Los críticos reaccionaron a la estructúra confusa del libro, argumentando que confirmaba el úso de ópio por parte de su autor. En 1816 Coleridge publicó su poema, “Kubla Khan, o una Visión de un Sueño. Fragmento.”  Coleridge tomó el nombre del poema de un emperador Chino-mongol de la dinastía Yuan, y dijo haberlo escrito inspirado en un sueño inducído por el opio.
     En, “Baladas Líricas” publicado en 1797, con su amigo Wordsworth, Coleridge compúso su poema mas conocido: “El Poema del Anciano Marinero.”    
    
      Coleridge murió en Highgate, Londres el 25 de julio de 1834 como consecuencia de la insuficiencia cardíaca agravada por un trastorno pulmonar desconocido, posiblemente ambos vinculados a su uso del opio. (Wikipedia)
    El Poema del Anciano Marinero
de Samuel Taylor Colerdige
     
     El Poema del Anciano Marinero, narra la historia de un viejo marinero quien pasa por una experiencia sobrenatural, simbólica o alucinógena.

     Ésta experiencia sobrenatural cambió su vida y, ahora, el marinero tiene que pagar un castigo, el cual consiste en vagar por las calles de los pueblos. Pero en el precíso momento en el que el espíritu se lo indíque, el marinero debera detener a la persona que elija y narrárle su experiencia sobrenatural y terrorífica.
I
     El marinero detiene a las personas a la fuerza y les nárra su experiencia terrorífica y alucinánte. En ésta ocasión sera un joven el elegido, y éste sera detenido por el anciano precísamente en el momento que el joven se dispone a ir, junto con dos compañeros más, a una boda.
          El marinero le narra que una vez que su barco, tripulado por él y varios marineros, cruzó la línea del Ecuador, fue empujado por una tormenta hacia el Polo Sur.

     Estando el barco ahí, en el Polo Sur, llendo a la deriva con frío y niebla, la cual impide la visibilidad, la tripulación recibe con alegría la visita de un albatro.  
   El albatro, ave de buen agüero, da buena suerte al barco y guía a la tripulación y al barco hacia el norte.

II
     Sin embargo, contra toda hospitalidad, el anciano marinero mata a el ave de buena suerte.
      En ese momento, los compañeros de tripulación del anciano marinero claman en contra de él. No obstante, cuando la niebla desaparece y el peligro también, la tripulación justifíca la muerte del ave, haciéndose así cómplices del crimen.
   Como un acto de protesta, los tripulantes cuelgan en el cuello del marinero el pájaro muerto.

        Después a lo lejos, ellos ven acercarse un barco esquelético.
   ¿Cuál no es su sorpresa? Cuando se dan cuenta al acercarse que el barco es tripulado por una mujer blanca y flaca, que juega a los dados con la muerte en forma calavérica.
          La muerte y la mujer viva se juegan en los dados a la tripulación. Pero la mujer viva, flaca y blanca, gana al marinero anciano.
     Por lo tanto, al llegar la noche, en plena luz de luna, caen muertos, uno tras otro, la tripulación completa ante los ojos del marinero. El marinero asombrado, escucha en ese momento el zumbido de los espíritus de los tripulantes que salen de sus cuerpos.
IV
     Ante el terrorífico relato, el joven escuchante pide piedad y le dice al marinero que tiene miedo que él, el marinero, sea un espíritu. Pero el marinero le testifíca de su vida corporal, y continúa con el relato.
     El sobreviviente marinero siente un horror, al observar frente a la tripulación fallecída, que a pesar de estar fallecída, ellos lo miran a sus ojos. Así, el marinero continúa sufriendo la maldición.
    En ese momento, ante la calma del mar y el obscuro del firmamento, el marinero eleva una oración a la luna y las estrellas. Sin embargo, el marinero se da cuenta que en la sombra que el barco va dejando en el mar, surge un mar hechizado, rojo, y ardiente.
 
     Mas allá de las sombras surgen serpientes marinas que brillan y resplandecen en forma fluorescente.
     En ese momento, el marinero se llena de gozo y felicidad. Además, el marinero bendice en su corazón a las creaturas de Dios.
     En ese instante también, el hechízo empieza a romperse, cuando se desprénde el albatro de su cuello hundiéndose en el profúndo mar.
V
     El marinero duerme, y a la mañana siguiente, por la gracia de la Virgen María, es despertado por una fresca lluvia que humedece sus labios. El marinero se sintió tan ligero que por un momento pensó que el sueño habia sido la muerte, y ahora era un fantasma.
   Pero el anciano marinero comienza a escuchar ruidos extraños y ve visiones sobrenaturales. En ese momento, el barco comienza a avanzar y los cadáveres de los tripulantes reciben espíritu.
  Sin embargo, los cadaveres no reciben el espíritu de las almas de los hombres, ni el espíritu de los demonios de la tierra o el aire, sino los espíritus de un bienaventurado tropel de espíritus angélicos, enviados desde lo alto.
     Sin embargo, el solitario Espíritu del Polo Norte, quien sige llevando el barco hacia el Ecuador, en obediencia mísma al tropel angélico, sige requiriendo venganza. 
 
     Cuando el marinero despierta, escucha la voz de dos demonios, compañeros del Espíritu Polar, quienes comentan la larga y pesada penitencia que le espera al marinero. Tal penitencia ha sido impuesta por el Espiritu Polar, quien regresa hacia el sur.

VI
         Finalmente, el marinero entra en tránce debido al poder angélico que hace que el barco avánce a gran velocidad. Sin embargo, cuando el movimiento sobrenatural se refrena, el marinero despierta y empieza otra vez su penitencia.
     Esto continúa hasta que el hechízo termina, y la maldición queda expiada al fín. El marinero se da cuenta del fín de la maldición, cuando observa el oceano en tonos verdes.
     Así, el barco sigue su camino velóz hasta que por fín, lleno de alegría, el marinero observa su tierra natal. Al ir llegando a la costa, el marinero observa que los espíritus angelicos dejan los cuerpos muertos y aparecen con sus propias formas de luz.
   Después, el marinero escúcha el chasquído de unos remos. Lleno de alegría, el marinero se da cuenta que es un ermitaño quien viene en el bote cantando himnos. El marinero sabe que el ermitaño purificará su alma y lavará la sangre de aquel albatro.     
VII
     El ermitaño del bosque desciende al mar y se acerca al barco con asombro. El ermitaño hace ésto, por medio de un bote tripulado con la ayuda de dos remeros.
    Sin embargo, cuando uno de los remeros ayudantes del ermitaño se dió cuenta que los tripulantes del barco no contestaban el salúdo, empezó a tener miedo. Entonces, el ermitaño le gritó: “Réma, réma.” En ese momento, el barco empieza a hundirse y el marinero es rescatado a salvo en el bote por los remeros. Pero los remeros enloqueciéron al ver al marinero una vez que subió al bote. Debido a ello, el mismo marinero tuvo que remar hasta tierra. Al tocar tierra, el marinero apenas podía estar en pie.
    Estando ya en tierra, el marinero anciano ruega con empéño al ermitaño que le absuelva. El ermitaño se santigüó la frente y le preguntó al marinero: “¿Qué clase de hombre eres tú?” En ese instante, el cuerpo del viejo marinero comenzó a retorcérse con dolorosa angústia. Esa misma angústia obligó al marinero a contarle toda su historia. Solamente así, la pena lo pudo dejar libre.
           El marinero continuó: “Desde entonces, a inciertas horas, esa angustia retorna a mí, y si no cuento mi terrible historia, me quema por dentro el corazón.”
“Como la noche voy, de tierra en tierra, con un extráño don de palabra, y desde el momento en que su rostro veo, adivíno quien me debe oír, y a él le cuento mi historia.”
    En ese momento, se escúcha la algarabía de la boda. El anciano se alegra y se despide del joven diciéndole que recuerde siempre amar y reverenciar todas las cosas que Dios hízo y áma.
 
     El poema termina con estos versos:
“Y el marinero, aquél de centellante mirada,
y barba encanecida por los años,
se ha ido; y ahora el invitado
retorna al pórtico nupcial.

Se aleja confuso y aturdido
sintiéndose completamente desolado,
Pero es un hombre mas triste y sabio
el que despierta al otro día.”
Adaptación: José Escobar.