lunes, 28 de diciembre de 2020

En Busqueda de lo Desconocido, por Stuart Holroyd

 


En Busqueda de lo Desconocido

por Stuart Holroyd

     Era la costumbre de Madame D., una mujer francesa, tomar un baño cada tarde, alrededor de las seis de la tarde. Una tarde, poco después de haber tomado su baño, se comenzó a sentir cansada. Ella no sabía que una fuga de gas en la tubería, o un inadecuado cierre de la válvula, estaba dejando escapar el gas hacia el baño. Madame D. maniobró para sonar una campana, localizada  cercas de la tina de baño, justo antes de que fuera vencida por los gases, y se hundiera dentro de las aguas. Un instante después, su esposo corrió hacia el baño, sacándola del agua, y restaurándole su estado de conciencia.

     Después de que estuvo lista para poder hablar, su esposo le preguntó si ella había experimentado una visión fugaz de su vida pasada en minuciosos detalles, tal como la gente que estuvo a punto de ahogarse, dice experimentar. Madame D. respondió que había tenido una visión, pero no aquella que se podría esperar. En vez de ver a su esposo, e hijos, y eventos de su pasado, ella había visto la cara de una conocida casual, Madame J. “Ella estaba junto a mí,” dijo madame D., “mirándome tristemente. Fue imposible en esos pocos minutos, alejarla de mis ojos y de mis pensamientos.”

     La siguiente mañana, completamente recuperada, Madame D. recibió la noticia del fallecimiento de Madame J. La mujer fallecida había estado bebiendo mucho en la tarde previa. Y entró al baño a tomarse una ducha, y se había ahogado en la tina del baño, antes de que pudiera pedir ayuda. La hora: aproximadamente a las seis de la tarde.

¿Fue una extraña coincidencia que, en el momento de su cercana tragedia, Madame D., pudiera pensar en una mujer que ella conocía ligeramente, quien a la misma hora, estaba experimentando una misma experiencia? Un punto de vista estrictamente racional de éste incidente, el cual fue adaptado del libro de Rene Warcollier, titulado, “Experimentos en Telepatía,” indicaría una respuesta afirmativa. Madame D. no tenía oportunidad de saber, por medios normales, que la vida de la otra mujer estaba en peligro en ese momento. La imagen persistente de Madame J. fue simplemente, de acuerdo con el punto de vista del autor, una asociación mental peculiar, un truco de la mente sin ninguna relación casual con la crisis de Madame J. En otras palabras, una coincidencia.

La mayoría de nosotros experimentamos extrañas coincidencias en un tiempo o en otro, aun sin ser tan dramáticas como la visión de Madame D. Por ejemplo, podemos de manera imprevista, sin ninguna razón aparente, pensar en una canción que fue popular hace 15 o 20 años, prender la radio, y escuchar que están tocando esa canción. O podemos pensar en un amigo en el momento, y posteriormente ese amigo nos llama por teléfono.

Aunque algunas veces estamos tentados a pensar que podría haber una conexión entre dos eventos circunstanciales, la mayoría de nosotros no cree realmente que exista esa conexión. Nuestra experiencia diaria nos dice que la única manera en que podemos obtener información, en nuestra vida diaria,  es a través de nuestros sentidos. Por ejemplo, no podemos saber que la estación de radio esta tocando la canción en la que estamos pensando, hasta que sintonicemos la radio, y la escuchemos. No podemos saber  que nuestro amigo nos está marcando por teléfono, porque no podemos escuchar o ver a nuestro amigo en ese momento. Al contestar el teléfono, podemos decir, “¡Debo ser psíquico, estaba justamente pesando en ti!” Pero no creemos seriamente que nuestra mente pudiera, por decirlo, sobrepasar los sentidos, y obtener información que los sentidos normales no nos podrían aportar.

Cada vez más, sin embargo, existe evidencia que sugiere que le es posible, a la mente humana, trascender los sentidos.  Mucha de la evidencia es asombrosa, tal como lo experimentado por Madame D. Algunas otras evidencias son, de alguna manera, no tan excitantes, tal como lo pudiera ser, la habilidad de adivinar correctamente, de forma seguida, más a menudo de los que las oportunidades lo permiten, cual sería carta siguiente, mientras uno utiliza la baraja. No toda la evidencia es conclusiva. Pero hay suficiente evidencia fuerte que sugiere que ocasionalmente, tal vez frecuentemente, sucede un contacto directo, de mente a mente. Hoy en día, existen muchos científicos que estarían de acuerdo, en que algún tipo de enlace mental existió entre Madame D. y Madame J., al momento en que ambas estaban en peligro. ¿Cómo ese enlace se establece? nadie podría decirlo; pero de que se puede establecer, es uno de los descubrimientos más asombrosos de la ciencia moderna.

No solo es posible el contacto de mente a mente; sino que también parece posible que algunas mentes, pueden obtener información de algunos objetos inanimados, sin usar los sentidos. Esto es algo que aparentemente, la esposa del escritor novelista norteamericano, Upton Sinclair, fue posible de lograr.
Allá por la década de los 1920s, el señor Sinclair descubrió que ella podía reproducir dibujos, en hojas dobladas en sobres sellados, y en su libro, Mental Radio, Sinclair cuenta la historia de su descubrimiento. La señora Sinclair había experimentado una cierta cantidad de dolor de sus enfermedades, y había aprendido a ejercer control mental sobre esos dolores. Ella desarrolló la habilidad de relajarse completamente, para limpiar su mente de pensamientos casuales, y de concentrarse en una sola idea.
El despertar de su interés en el desarrollo de los poderes psíquicos avanzó, cuando los Sinclair se enteraron de Jan, quien realizaba una asombrosa variedad de hazañas mentales psíquicas, tales como la levitación. La señora Sinclair estableció una poderosa compenetración con Jan, e incluso llegó a ser capaz de describir en detalle, lo que estaba él haciendo, en un momento dado, aún cuando estuviera lejos de ella.
Un día, al despertar, ella anotó un sueño que había tenido con él, en donde Jan le traía una pequeña canasta de flores, rosas color rosa y violeta. Ella dibujó el contorno de la canasta y las flores. El siguiente día, ella recibió una carta de él. En el sobre de la carta, a través de un corte de hendidura, él había insertado algunos cosmos rosas y violetas. La forma que las flores hicieron en el papel, aproximadamente seguían la canasta que ella había dibujado.

Durante los próximos dos años, la señora Sinclair hizo 290 dibujos, tratando de copiar dibujos hechos por su esposo, su secretaria, y su cuñado. Ella ocasionalmente tuvo que escribir comentarios en sus dibujos, para compensar por sus limitaciones como artista, y para expresar con mayor precisión la imagen en su ojo mental. Algunas veces ella simplemente escribió lo que vio. En uno de los primeros experimentos, su hermano que vivía en Pasadena, unas 40 millas de retirado, dibujó la imagen de un tenedor.
Al mismo tiempo, y poniéndose de acuerdo, la señora Sinclair, dirigió sus poderes de concentración hacia la mente de él, y finalmente escribió: “Veo un tenedor de mesa. Nada más.” En algunos casos, solo una parte del dibujo original parecía salir. Por ejemplo, para el dibujo de un barco de vapor, ella hizo solo la chimenea, con el vapor saliendo. Sin embargo, los éxitos parciales a menudo se parecían a la figura del dibujo original. Un reloj de bolsillo, por ejemplo, era visto como una llanta.

De los 290 dibujos, los Sinclair contaron 65 como exitosos, 155 como parcialmente exitosos, y los restantes 70, como fracasos. Muy consciente de que las personas más reflexivas de su tiempo, considerarían cualquier cosa que sugiriera lo oculto, con desprecio, Sinclair se esforzó mucho por subrayar el compromiso de él y su esposa, en concordancia con una visión racional del mundo. Sus amigos socialistas criticaron esta aberración, por parte de uno de sus portavoces, y uno de ellos escribió un artículo de periódico titulado, “Sinclair se Vuelve Tenebroso.”
Sinclair respondió a sus objeciones con la mayor elocuencia que pudo, diciendo, “No me gusta creer en la telepatía, porque no sé qué hacer con ésta, y no sé a qué punto de vista del universo me lleva, y preferiría dedicar todo mi tiempo a mi trabajo de rastrillar la suciedad ... en resumen, no hay nada en el mundo que me lleve a este acto, excepto la convicción que se me ha impuesto, de que la telepatía es real, y que la lealtad a la naturaleza del universo, me obliga a decirlo.”

Hoy en día, casi medio siglo después que Sinclair escribió estas palabras, la situación con respecto a lo, “Tenebroso” ha cambiado de alguna manera. Si él estuviera escribiendo hoy en día, no tendría que ser tan defensivo. La parapsicología, la rama de la psicóloga que se relaciona con la telepatía y otras habilidades psíquicas, se ha establecido a sí misma como una disciplina científica. En 1969, la Asociación de Parapsicológica, una organización internacional de parapsicólogos, finalmente se ganó el reconocimiento y la membresía de la Asociación Norteamericana para el Avance de la Ciencia.
El intento de los parapsicólogos de obtener su membresía, fue defendido por la mundialmente reconocida antropóloga, Margaret Mead. Su petición para la admisión de ellos al prestigioso cuerpo científico, incluyó éstas palabras, “Toda la historia del avance científico está llena de científicos investigadores de fenómenos que el orden establecido no creía que estaban ahí, o existían. Ruego que votemos en favor del trabajo de ésta asociación.” La votación final fue seis a uno, en favor de su admisión.

La revista inglesa, New Scientist, encontró en una encuesta de sus lectores hace algunos años, que le setenta por ciento de los que respondieron, la mayoría científicos y técnicos, creían en la posibilidad de la percepción extrasensorial. Por supuesto, creer en la posibilidad de algo, no es lo mismo que creer en la cosa en sí. Aun así, el alto porcentaje sugiere que la actitud sospechosa, si no hostil, de los científicos hacia la parapsicología, no es prevalente como lo fue en el pasado.

La ciencia convencional tiene logros impresionantes a su crédito, innovaciones tecnológicas que fueron inconcebibles un siglo atrás, y que nos han dado un insoñado control de nuestro medio ambiente y las fuerzas de la naturaleza. Pero a pesar de todos los grandes cambios que han afectado a nuestro medio ambiente, existen ciertos aspectos dentro de nosotros mismos, que a la ciencia convencional no le ha sido posible encontrarle sentido, aspectos estos, que no solo han fracasado en embonar en el esquema de la realidad, sino que actualmente desafían ese esquema.
A medida que crece la conciencia de que el ser humano es una especie amenazada, y que nuestro repentino avance tecnológico, ha trastornado los delicados  balances de la naturaleza que son esenciales para nuestra sobrevivencia, más y más personas están abriendo sus mentes hacia puntos de vista alternativos, al punto de vista científico racional del mundo. Culturas, filosofías y religiones, que fueron anteriormente consideradas primitivas, y barbáricas, están siendo vistas con nuevo interés. La gente está preguntándose si, al viajar tan rápido el género humano, no habremos dejado algo atrás. ¿No podría haber algo útil que aprender, tanto de las áreas olvidadas de la psique humana, como de las áreas atrasadas o primitivas del mundo?

En 1973, la Fundación de Parapsicología de Nueva York, patrocinó una conferencia en Londres con el tema de, “Parapsicología y Antropología.” Lo más destacado de la conferencia fue un ensayo titulado, "Aprendizaje Africano,” leído por un inglés llamado, Adrián Boshier, quien era también un médico brujo.

Tras años de vivir entre las tribus de Sudáfrica, Boshier había llegado a ser aceptado por ellos, como hermano. Finalmente lo invitaron a someterse a una iniciación de doce grados, que lo calificarían como médico brujo. La experiencia de Boshier lo había convencido de que los secretos y magias de los ritos de los sangomas, como ellos le llamaban a los médicos brujos, no eran meras supersticiones. Ellas eran, en un disfraz más colorido, la misma clase de fenómenos estudiados en los laboratorios de parapsicología occidentales. La diferencia es que mientras en el occidente, estos fenómenos eran vistos con recelo, los miembros de la tribu, Boshier sabía, los aceptaban como ciertos.

En su ensayo para la conferencia de Londres, Boshier dio varios ejemplos de los poderes psíquicos de los sangomas. En una ocasión escapó por poco de ser atacado por un leopardo, mientras exploraba una antigua mina de cobre. Posteriormente, a su regreso a Johannesburgo, pasó por un pueblo en done vivía una anciana sangoma, a quien él conocía. La encontró sentada en su, “Choza de Espíritus,” lanzando huesos que ella usaba como ayuda para su adivinación. Mientras realizaba su labor, ella se agitó, porque no pudo encontrarle sentido a lo que los huesos le estaban diciendo.
“Todo lo que puedo ver es el inframundo subterráneo,” dijo. Boshier le explicó sobre su exploración de las antiguas minas, lo cual puso a la mente de ella a descansar. Sin embargo, ella le advirtió, “Tienes que ser muy cuidadoso cuando vaya ahí abajo, ya que los dioses del inframundo pueden ser muy peligrosos. También, te veo aquí en mis huesos junto al leopardo. El leopardo también estuvo en ese lugar, y a él no le gusta ver gente en su casa. Debes de ser muy cuidadoso con éste animal, veo que estabas junto a él.”

Historias de poderes psíquicos de médicos brujos, habían sido contadas por viajeros europeos desde que África fue abierta al comercio y la exploración, en el siglo 19. Una historia de este tipo, fue contada por un cazador y comerciante, llamado D. Leslie, en un libro publicado de manera privada en Edimburgo, en 1875.

Leslie había enviado a sus cazadores de elefantes locales, con instrucciones de que se reuniera con él en una fecha determinada en un lugar seleccionado. Los cazadores no aparecieron, por lo que consultó a un médico brujo local, quien exigió saber el número de cazadores desaparecidos, y sus nombres. Luego, el medico brujo  hizo ocho hogueras, una por cada cazador, echó al fuego unas raíces que producían un humo de olor nauseabundo, tomó un poco de medicina, y cayó en trance.

Después de aproximadamente diez minutos, él regresó del trance. A continuación, rastrilló las cenizas de cada uno de los incendios, y le contó a Leslie lo que le sucedió a cada uno de sus cazadores. Uno había muerto de fiebre, y su arma se había perdido. Otro había sido asesinado por un elefante, pero su arma había sido recuperada por otro miembro del grupo. Un tercero había matado a cuatro elefantes, y había recuperando sus colmillos. Los sobrevivientes, dijo, no llegarían a casa, durante tres meses, y viajarían por una ruta diferente a la elegida previamente. Tres meses después, Leslie pudo confirmar todos los detalles del relato de la médico brujo.

Por supuesto, tales historias no prueban nada. Son solo los testimonios de individuos, no respaldados ni confirmados por una investigación independiente, y sabemos muy bien que no siempre podemos confiar en la evidencia de nuestros sentidos, o en la confiabilidad de nuestra memoria. Los seres humanos, vemos y recordamos lo que queremos, a menudo por razones por las que no somos conscientes. Se puede argumentar que la mente del hombre, está ávida de maravillas, misterios, y sensaciones, y es acrítica, y se engaña fácilmente, cuando se encuentra con éstos fenómenos. Cuentos maravillosos, contados por viajeros, han cautivado a los oyentes en tabernas, junto a fogatas, y alrededor de fogatas, a lo largo de la historia de la humanidad. Hoy en día, tales historias son igualmente maravillosas, sensacionales, e inexplicables, de manera tal, que cautivan también a los lectores de libros científicos.

En 1973, en un laboratorio de parapsicología de Nueva York, el artista y conocido psíquico, Ingo Swann, se sometió a una serie de pruebas, cuidadosamente observadas por científicos, y grabadas por una cámara de televisión. En una de las pruebas, el psíquico se sentó en una silla en medio de la habitación, y trató de "ver" el contenido que se encontraba dentro de una caja de cartón suspendida del techo. Ninguno de los presentes sabía lo que había en la caja, y la única forma de ver lo que había, habría sido subirse a una escalera.
Después de concentrarse durante varios minutos, con los ojos cerrados, Swann esbozó las formas, e identificó los colores de los objetos ocultos. La prueba se repitió ocho veces, y en cada vez, Swann acertó. Al explicar cómo lo hizo, Swann dijo que entró en trance, luego sintió que su espíritu flotaba hacia el techo, a continuación miraba dentro de la caja, y regresaba a su cuerpo. Los científicos no pudieron probar ni refutar ésta afirmación, pero su equipo electrónico registró un cambio notable en la producción de su cerebro, antes de que hiciera cada dibujo.

Otras personas han reportado experiencias de viajar fuera del cuerpo, pero sus relatos, usualmente involucrando algunas veces una enfermedad y en otras una crisis, tienen muy poco valor como evidencia. Los experimentos con Inigo Swann, ilustran cómo en las últimas décadas, el estudio de las facultades de lo extraño e inexplicable de la mente humana, ha progresado de la etapa anecdótica, a la experimental. Sin embargo, todavía hay algunos críticos de la parapsicología que rechazan la evidencia experimental, diciendo que la alucinación, las ilusiones y la mentira descarada, abundan tanto en el laboratorio como en la taberna. Aunque hoy la opinión científica es más favorable a la parapsicología, de lo que era hace 40 o 50 años, lo psíquico todavía está empañado por la emoción, la desconfianza, y la vaguedad, y es difícil para el profano darle sentido.

La parapsicología, o como es llamada algunas veces, la investigación psíquica, incluye el estudio de varios fenómenos que a menudo son referidos, bajo el termino general “psí.” Estos fenómenos caen dentro de dos grupos, lo mental y lo físico. Los fenómenos mentales son cubiertos por el término, ESP, o sea, percepción extrasensorial, e incluyen la clarividencia, la telepatía, la psicometría, la precognición, y la retrocognición. Los fenómenos físicos incluyen, psicoquinesia, o PK, también llamado telequinesis, en sus varias formas, incluyendo, teletransportación, levitación, y saneamiento psíquico; materialización y desmaterialización; y proyección fuera del cuerpo.

Telepatía: es una palabra acuñada por uno de los primeros investigadores psíquicos, F.W.H. Myers, para denotar, “transmisión de pensamientos de forma independiente a los canales reconocidos de los sentidos.” En un libro autobiográfico, “The Infinite Hive” o “La Colmena Infinita,” la investigadora psíquica inglésa, Rosalind Heywood, da un relato fascinante de numerosas experiencias telepáticas que ocurrieron en su propia vida. Ella recuerda en una ocasión, en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando su marido debía volver a casa en su primera licencia desde el desembarco de Normandía. Su tren, desde el puerto canal de Folkestone, se esperaba a las 8:00 p.m. A las 6:30 p.m. la señora Heywood se acostó para tomar un corto descanso después de un árduo día de trabajo. Había estado descansando por diez minutos, cuando tuvo el impulso repentino de telefonear a la estación y verificar el tiempo de llegada del tren.
Ella supo que el tren llegaría una hora antes de lo esperado. Entonces tuvo la fuerte impresión de que su esposo quería encontrarla en la estación y tener allí un portero listo. Así que la señora Heywood se las arregló para llegar a la estación de ferrocarril, y tener un portero a tiempo para encontrarse con el tren de su esposo. La señora Haywood estuvo encantada a su llegada, y confirmó que durante el viaje de Folkstrone, su esposo había tratado de enviarle deliberadamente un mensaje, el cual consistía en que estaría antes y necesitaría ayuda. Debido a que en las casetas telefónicas en Folkestone, había largas líneas de personas esperando. Su esposo explicó explicó, que entonces decidió tratar de enviar una comunicación telepática, en vez de hacer la llamada por teléfono.

Clarividencia: Es la habilidad de una persona de recibir conocimiento extrasensorial de una cosa, o de un evento, que no es conocido por cualquier otro ser humano en ese momento. Si un experimentador en un laboratorio de parapsicología, barajea unas cartas, y le da la baraja a un sujeto, y el individuo acierta en adivinar el orden correcto de las cartas, ya barajeadas, la hazaña podría ser llamada, clarividencia. Ejemplos de clarividencia pura, son bastante raros, porque usualmente una persona, por muy distante que esté, podría saber la información; y en esos casos, la telepatía, y no la clarividencia, sería la explicación más probable. Por ejemplo, el médico brujo que adivinó el destino de los cazadores de Leslie, pudo haber recibido el conocimiento telepáticamente por uno de los supervivientes. De forma similar, el descubrimiento de Ingo Swann, del contenido de la caja, pudo haber sido posible, no gracias a una proyección fuera del cuerpo, o por una clarividencia, sino a través de telepatía con una persona ausente, que colocó los objetos en la caja.

Psicometría: o lectura de objetos, es una forma especial de clarividencia, en donde los sujetos reciben información sobre una persona de manera extrasensorial, dándole en la mano un objeto fisico asociado con esa persona. En su libro, “Facultades Sobrenormales del Hombre,” el parapsicólogo francés, Eugène Osty describió como la psíquica Madame Morel, una vez rastreó a una persona desaparecida.
A ella se le dio una bufanda del guardarropa de la persona desaparecida, pero no se le dijo el nombre. Después de describir un bosque, y dar su ubicación aproximada, se enfocó en el cuerpo humano que vio, yaciendo sobre la tierra allí, y dijo, “Es calvo y de nariz larga…un poco de pelo blanco arriba de sus orejas…camisa suave…manos cerradas…veo un dedo que ha sido herido…muy viejo y arrugado…labios colgantes…frente muy surcada, muy amplia y abierta…yace sobre su lado derecho, una pierna doblada debajo de él…” El equipo de búsqueda encontró el cuerpo yaciendo donde ella había dicho, y en la posición exacta.

Precognición y retrocognición, son los términos para el conocimiento paranormal de eventos futuros y pasados respectivamente. Existen muchos relatos extraños sobre precognición registrados. En 1956 la psíquica norteamericana, Jeane Dixon, escribió en un artículo de revista: “la elección de 1960 será ganada por un demócrata, pero será asesinado, o morirá en su mandato.” Pocas semanas antes del asesinato del presidente Kennedy, en Dallas, ella le dijo a un amigo que era cercano a los Kennedy, “El presidente ya ha tomado le decisión de ir a un lugar del sur que será fatal para él. Debes avisarle que no haga el viaje.”

La retrocognición no es reportada tan frecuentemente, porque obviamente es más difícil distinguir el conocimiento paranormal del pasado, del conocimiento normal. Un caso clásico es el de dos mujeres inglesas, la señorita Moberly, y la señorita Jourdain. En una visita de ambas al Palacio de Versalles, una tarde de verano de 1901, ellas se encontraron, o se imaginaron, a sí mismas, lanzadas hacia el tiempo atrás, al siglo 18, viendo a los cortesanos disfrazados, y todos los caminos y edificios, como habían sido en los tiempos de María Antonieta. Cincuenta años después, en 1951, otras dos mujeres inglesas visitando la ciudad de Dieppe, en la costa de Normandía, despertaron a media noche, con sonidos de la batalla. Nada se veía, desde la ventana de su hotel, pero claramente escucharon el sonido de los tiroteos, viniendo de la playa, tanques retumbando por las carreteras, y aviones volando sobre sus cabezas. Posteriormente se descubrió que en esa noche, se cumplía el noveno aniversario, de la redada de Dieppe por las fuerzas aliadas, y que el relato de la experiencia de las mujeres, correspondía exactamente con la hora programada de la invasión real.

Psicoquinesia: Es el movimiento de objetos por medio de energía mental, o el poder de “la mente sobre la materia.” Un hombre californiano relata cómo, dos noches después de la muerte de su esposa, tuvo una fuerte sensación de que ella estaba presente en su cuarto, así que dijo, “Si tú estás ahí, y puedes oírme, dame una señal.” Tan pronto como había pronunciado las palabras, un pesado modelo artístico de un carro con dos caballos, se estrelló contra el piso, desde la repisa de una chimenea, donde había estado durante 12 años. Ya sea si el poder para moverlo vino de su esposa, o vino del mismo hombre, o de una causa natural, es debatible, pero la evidencia acumulada de tales fenómenos, los que incluyen relojes que se detienen, o que empiezan sin ninguna razón aparente, cuadros que se caen de las paredes, o jarrones arrojados a través de los cuartos, testifican de la realidad de la psicoquinesia.   

Teletrasportación: Menos bien autentificado que la clase de fenómenos mencionados anteriormente, es la habilidad de mover objetos, de un lugar a otro, por medios psíquicos. Andrija Puharich, una científica que condujo una larga serie de experimentos con el psíquico israelí, Uri Geller, afirma que en una ocasión Geller teletransportó, un estuche de cámara que Puharich había dejado en su apartamento en Nueva York, y que había dicho que necesitaba.

Levitación: Es la habilidad de elevarse sobre el suelo, o elevar objetos materiales por medios paranormales. Historias de levitación de santos o místicos se encuentras en la literatura religiosa a través del mundo. Estas historias también son comunes en los registros de las sesiones con médium del siglo 19. El caso más famoso, controversial, y espectacular, fue protagonizado por el médium británico, Daniel Dunglass Home, usualmente referido como D.D. Frente a varios testigos distinguidos, Home levitó, flotando por una ventana del tercer piso, y volviendo a entrar al edificio, a través de la ventana de otra habitación.

Curación Psíquica: Tiene una larga historia que incluye algunos de las curas milagrosas protagonizadas por Cristo, y muchos de los santos cristianos. Hoy en día, la curación psíquica o curación por la fe, es practicada no solo por miembros de la clerecía, en la forma de imposición de manos, sino que también por gente que, no representando ningún punto de vista religioso, parecen ser capaces de que una persona se recupere. Un aspecto diferente del mismo poder aparente, ha sido demostrado en experimentos controlados con plantas. En tales experimentos, hay un grupo de plantas, sobre las que se pronuncian oraciones, a diferencia de otro grupo de plantas en donde no se pronuncian tales. El primer grupo se convirtió en una muestra notablemente más saludable que el grupo de control, sobre el cual no se pronunció ninguna oración.

Una variable extraña de la curación psíquica, es la cirugía psíquica. En años recientes, muchos europeos y norteamericanos en estados terminales de salud, han estado yendo a las Filipinas y al Brasil, y regresado a casa para narrarle a amigos incrédulos y doctores, cómo sus sanadores locales aparentemente les removieron tumores de sus cuerpos simplemente masajeando y amasando la carne con sus propias manos desnudas. Aunque algunos observadores se han convencido de que la remoción de tejidos realmente tiene lugar en esos tratamientos, otros mantienen que la operación es simplemente un truco conjurado, o planeado.

Materialización: como la cirugía psíquica, es un fenómeno muy controversial, y muchos investigadores de lo psíquico, negarían que realmente ocurre. Como el nombre implica, envuelve la creación de objetos materiales, y hasta algunas veces organismos vivos, aparentemente de la nada, o proveniente de una substancia llamada ectoplasma que suda del cuerpo de un médium. Desmaterialización es el proceso contrario, que causa que objetos materiales desaparezcan. Una historia extraordinaria de materialización envuelve a una foca. Un zoologista llamado señor Bolton, había cuidado y prolongado la vida de una gran foca arponeada, pero a pesar de sus esfuerzos, había finalmente fallecido. Diez días después de la muerte de la foca, el señor Bolton estaba en una sesión espiritista, cuando el médium gritó desde su gabinete, “Quiten a este gran bruto, me esta sofocando.” Una foca surgió del gabinete, chapoteando y desplomándose a través de la habitación, permaneciendo a lado de Bolton por pocos momentos, luego regresó al gabinete y se desmaterializó. “No hay duda en mi mente,” Bolton dijo solemnemente a un grupo de invitados en la Alianza Espiritual de Londres. “que era la misma foca.”

Proyección fuera del Cuerpo. Puede ser voluntaria o deliberada. Los archivos de doctores y psiquiatras, a través del mundo, contienen relatos de personas que han tenido la experiencia alarmante de estar literalmente fuera de ellos mismos, viendo claramente sus cuerpos objetivamente a distancia. La Proyección Fuera del Cuerpo, o Viaje Astral deliberado, es un fenómeno bien documentado en los primeros registros de muchas culturas.

Estos, entonces, son los fenómenos, los extraños poderes y experiencias que son llamados colectivamente PSI. Registros atestiguando la realidad del fenómeno psíquico, provienen de todas las épocas y lugares, y de gente de reconocida inteligencia e integridad. Sin embargo, las discusiones sobre psi todavía se tornan furiosas, porque el tema despierta esperanzas, temores y prejuicios de la gente. Quizás ésta, más que cualquier otra cuestión, separa tajantemente dos tipos humanos distintos: los que creen que el universo está gobernado por principios racionales y descubribles, y que aborrecen lo sobrenatural, y los que creen que todo es posible, que el hombre tiene grandes poderes, y aún subdesarrollados, y que éstas manifestaciones de lo sobrenatural, son atisbos de un plano de realidad superior y más apasionante, que aquel en el que normalmente vivimos. Entre los extremos de los que tachan al psi como basura, y los que están dispuestos a creer cualquier cosa siempre que confunda la razón y la ciencia, está la mayoría de la gente. Esta mayoría adopta una actitud cautelosamente abierta. Piensan que debe haber algo en ello, y están dispuestos a creer algunas cosas, pero no otras, y están intrigados, pero desconcertados por todo el tema.

Sin embargo, hay una cosa que puede ser dicha sin elevar la temperatura de nadie. Es que el PSI ocurre. No es una declaración muy emocionante, pero nos da algo sobre lo que construir, si queremos echar un vistazo al tema, y encontrarle algún sentido. PSI es útil no solo porque es un término general, sino porque es un término neutral. Decir que la percepción extrasensorial ocurre es más controversial, porque levanta la pregunta de, cómo sabemos que las percepciones son extra, y no simplemente un grado más alto de percepción sensorial normal. Muchos de los otros términos, tales como clarividencia, telepatía, y materialización, tienen similares trampas. Decir que el PSI ocurre es simplemente decir que hay eventos mentales y físicos, que en el estado actual del conocimiento, no pueden ser explicados.

“Nuestro conocimiento” en este contexto significa el conocimiento en el que se basan la cultura y la ciencia modernas, principalmente occidentales. El fenómeno PSI puede ser explicado fácilmente, como la obra de espíritus o fuerzas ocultas asociados con Dioses, demonios, o los planetas, pero aceptar tales explicaciones, le parece al pensamiento moderno, un retiro de la razón, de regreso a la edad oscura de la superstición.
Sin embargo, este no es el problema. La psi no solo es inexplicable en términos aceptables para la mente moderna, sino que también parece socavar ciertos conceptos que son absolutamente fundamentales en nuestra civilización, en particular nuestras ideas de tiempo, casualidad, energía, mente y materia. Aquí es donde las actitudes entran en escena. Algunas personas están completamente contentas con la visión del mundo occidental, y con su civilización científica y tecnológica. A otros les gustaría ver cambiado ese punto de vista por algo menos materialista y más espiritual.

En esta situación, quizás la primera pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Qué es importante sobre la psi? Si aceptamos que ocurre, ¿Deberíamos continuar y preguntarnos cómo, por qué y cuándo ocurre, y arriesgarnos a socavar algunas de nuestras ideas y actitudes más valiosas y útiles? ¿O deberíamos considerarlo una curiosidad y una aberración ligeramente interesantes?

La posibilidad de que todos los humanos tengan algún grado de capacidad psíquica, es una de las implicaciones más emocionantes de la parapsicología. Quizás las limitaciones o límites de nuestra mente, no son límites reales en absoluto, sino artificiales de nuestra propia creación. Si se pueden trascender estos límites, si se pueden desarrollar y entrenar las facultades psi, las implicaciones para nuestra sociedad son profundas. Existe un sentimiento creciente en el mundo occidental de hoy, que algunos cambios fundamentales son esenciales para que la civilización sobreviva. Mucha gente cree que psi es importante porque señala la dirección que podrían tomar esos cambios. En palabras del astronauta Edgar Mitchell, "La supervivencia parece depender más que nada de una transformación de la conciencia, una evolución de la mente.”

Tomado de The Supernatural. Mind Without Boundaries. The Danbury Press. Publisher. Robert B. Clarke. 1975 Aldus Books Limited, London. Editioral Consultants: Colin Wilson & Uri Geller. (Pags. 6 – 23)