lunes, 26 de diciembre de 2011

El Sueño de la Cruz

     El Sueño de la Cruz es uno de los primeros poemas cristianos en el corpus de la literatura Anglosajona y un ejemplo del género de la poesía ensueño.
     Al igual que la mayoría de la poesía anglosajona, el Sueño de la Cruz está escrito en verso aliterado. La palabra, Rood  proviene  del anglosajón: rod, (vara), específicamente "crucifijo."
     Conservado en el Códice Vercelli, del siglo X, el poema Sueño de la Cruz puede ser considerablemente aún más antiguo, incluso una de las obras más antiguas de la literatura anglosajona.
     Hay secciones de "El Sueño de la Cruz" que se encuentran en la Cruz Ruthwell, que se remonta al siglo octavo. La Cruz Ruthwell fue una cruz de piedra labrada, de la cultura anglosajona, de 18 pies de altura, sostenida de pie. Tal cruz tal vez pretendía ser un instrumento, o una “herramienta de conversión.”
      A cada lado de la tracería vid, las runas están talladas. En la cruz hay un fragmento que fue escrito en runas, junto con escenas de Jesús sanando a los ciegos, la Anunciación, y la historia de Egipto. A pesar de que fue derribada y destruida durante el inicio de la revuelta protestante, fue reconstruida en lo más que se pudo, después de que el miedo a la iconografía terminó.
      Por fortuna, durante esos momentos de disturbios religiosos, esas palabras que estaban escritas en runas fueron preservadas en el CodiceVercelli, llamado así porque el códice se guardó en Vercelli, Italia.
     El CodigoVercelli se remonta al siglo 10, y también tiene 23 homilías intercaladas con seis poemas: "El Sueño de la Cruz", "Andreas", "El destino de los Apóstoles", "Alma y Cuerpo", "Elene" y un fragmento poético, de homiliética.

     Hasta el día de hoy, la autoría del Sueño de la Cruz sigue siendo un misterio. Sin embargo, la Cruz Ruthwell le da al poema un período de tiempo aproximado en el que podría haber sido escrito. Los investigadores han sido capaces de hacer sugerencias sobre los posibles autores.
     Dos de los autores más fuertemente discutidos, para la probable autoría, son los poetas cristianos anglosajones: Cynewulf y Caedmon.
     Lo que los expertos saben sobre la vida de Caedmon proviene del libro del monje benedicto, Beda el venerable, titulado: Historia Eclesiástica del Pueblo Inglés.
     Caedmon es mejor conocido por los años 658-680 d C. Beda nos dice que Caedmon era un pastor analfabeta de un monasterio, quien en una noche, a través de un sueño, aprendió a cantar hermosos versos cristianos alabando el nombre de Dios.
     Después de su sueño, Caedmon se convirtió en el primer poeta cristiano que abrió el camino para otros, como el mismo Beda y Cynewulf. 
     El investigador del idioma anglosajon y notable comentarista de la Cruz Ruthwell, Daniel H. Haigh, sostiene que las inscripciónes en la Cruz Ruthwell deben ser fragmentos de uno de los poemas perdidos de Caedmon.  
     Haigh afirma que, “En este monumento, erigido aproximadamente en el año 665 d. C., tenemos fragmentos de un poema religioso de un muy alto carácter, y que en ese entonces solo había un solo hombre viviendo en Inglaterra que pudiera ser digno de ser llamado un poeta religioso: Caedmon.”
     Otro estudioso rúnico, George Stephens, afirma que el lenguaje y la estructura de los versos en el Sueño de la Cruz sólo podría haber llegado desde el siglo séptimo, y un tiempo antes de Beda. Teniendo en cuenta que el único poeta cristiano antes de Beda fue Caedmon, Stephens hace la aclaración que no podría haber habido nadie más durante este período de tiempo, o que vivió en la misma zona, y que pudo ser el autor del poema que Caedmon.
     Por otra parte, Stephens afirma que hay una inscripción rúnica en la Cruz Ruthwell, que, traducida, viene a significar "Caedmon me hizo.” A pesar de esta evidencia la mayoría de los estudiosos rechazan la afirmación de Haigh y Stephens que hay, de hecho, tal inscripción.
     Cynewulf vivió más o menos en los años 770-840 d. C., sin embargo, se sabe muy poco sobre su vida. La única información que los investigadores tienen, sobre la vida de Cynewulf, es lo que se puede descubrir a partir de su poesía. Dos de los poemas firmados por Cynewulf, fueron descubiertos en el Codigo Vercelli, el cual incluye el poema de Cynewulf  a la santa cruz: “Elene,” así como el Sueño de la Cruz.
     Muchos expertos argumentan que todos los poemas en el Codigo Vercelli, de hecho, son de Cynewulf. El destacado erudito alemán Franz Dietrich demuestra que las similitudes entre el "Elene" de Cynewulf  y El Sueño de la Cruz revelan que los dos deben haber sido escrito por el mismo individuo.
     Dietrich establece cuatro argumentos principales: uno, el tema de los poemas es la cruz, y lo más importante, en ambos poemas, la Cruz sufre con Cristo, y dos, en "Elene" Cynewulf parece tener claras referencias a la misma cruz  de El Sueño de la Cruz, tres, en "Elene" y sus otros poemas, Cynewulf suele hablar de sí mismo, lo que hace muy posible que el soñador de El Sueño de la Cruz no sea otro que el mismo Cynewulf, y cuatro, por último, "En los dos poemas el autor se representa a sí mismo como un hombre de edad avanzada, después de haber perdido las alegrías o los amigos y, estando listo para partir de este mundo y morir."
    El poema abre con el narrador teniendo un sueño. En este sueño o visión él está hablando de la cruz en que Jesús fue crucificado.
     El poema está dividido en tres secciones separadas. En la sección uno, el narrador tiene una visión de la Cruz.
     Inicialmente, cuando el soñador ve la cruz, señala la forma en que se cubre con piedras preciosas. Él es consciente de lo miserable que es él, comparado con lo glorioso que es el árbol. Sin embargo, él llega a ver que en medio de las piedras preciosas la cruz está manchada de sangre.  
     En la segunda sección, la Cruz comparte su versión de la muerte de Jesús. La historia de la crucifixión es contada desde la perspectiva de la Cruz. Se inicia con el enemigo viniendo a cortar el árbol y llevándoselo.
     El árbol se entera de que va a ser el portador de un criminal, sin  embargo es Cristo el que viene a ser el crucificado. El Señor y la Cruz son convertidos en uno, y se colocan juntos como vencedores, negándose a caer, tomando el insuperable dolor, por el bien de la humanidad.
      No solo Cristo sino la Cruz también es perforada con clavos.
     Adelhied L. J. Thieme nota que, “La cruz en sí se presenta como partidario de su señor, cuya más destacada característica es la de la inquebrantable lealtad.”   La Cruz y Cristo, ambos protagonizan la pasión. Ambos son atravesados por los clavos, burlados, y torturados.  
    Después, al igual que con Cristo, la cruz es resucitada, y adornada de oro y plata. 
   El madero es honrado por encima de todos los árboles, así como Jesús es honrado por encima de todos los hombres.
      En la tercera sección, el autor presenta sus reflexiones sobre esta visión. La visión termina y el hombre se queda con sus pensamientos. Él da gracias a Dios por lo que ha visto y está lleno de esperanza para la vida eterna y su deseo de estar una vez más cerca de la cruz gloriosa.
     Al igual que muchos poemas del periodo anglosajón, “El Sueño de la Cruz” presenta muchas imágenes cristianas y precristianas, pero al final es una obra cristiana.
         Examinar el poema como un pieza pre-cristiana o pagana es difícil, pues los  escribas que lo pudieron haber escrito eran monjes cristianos que vivieron en una época en que el cristianismo ya se había establecido (al menos entre la aristocracia) en la Inglaterra anglosajona. 
     Algunos argumentan la prevalencia de elementos paganos en el poema, afirmando que la idea de un árbol que habla es una idea animista. Si recordamos, esta es la forma en la que los elementos paganos incorporan los espíritus y otros elementos fantásticos. La creencia en la naturaleza espiritual de los objetos naturales, se ha argumentado, reconoce el árbol como un objeto de culto.
     En el libro, Dioses Paganos y Literatura Anglosajona, Richard North subraya la importancia del sacrificio de los árboles en acuerdo con las virtudes paganas.
     Afirma que, “la imagen de la muerte de Cristo se construyó en este poema con referencia a una ideología Angla del árbol del mundo.”  Además, North sugiere que el autor del “Sueño de la Cruz,”  “utiliza el lenguaje de este mito de Inguin para presentar la pasión a sus compatriotas recién cristianizados como una historia de su propia tradición cultural.”  Además, el triunfo del árbol sobre la muerte se celebra adornando la cruz con oro y joyas.
     A pesar de la posibilidad de elementos paganos, la naturaleza misma de El sueño de la Cruz se basa en la creencia cristiana. El poema entero se refiere a la pasión, muerte, y resurrección de Cristo como un triunfo sobre el pecado y el mal, lo que representa el más fuerte signo de la fe cristiana.
     El visionario, en su estado converso, comenta: “Que el Señor sea mi amigo / el que aquí en la Tierra padeció una sola vez / en el árbol de la horca por el pecado humano / que nos rescató y nos dio la vida / un hogar celestial.” Aquí, el soñador se da cuenta de que la muerte de Cristo no fue la única victoria en la batalla, sino también la forma en que se aseguró la salvación del hombre.
    El poema también puede ser visto como ambos: una pieza cristiana y precristiana. Bruce Mitchell señala que “El Sueño de la Cruz” es “el documento literario central para la comprensión de una posición de culturas en competencia, lo cual era la preocupación que presidió la era cristiana anglo-sajona.”
     Dentro de la cultura pura anglosajona fueron momentos conflictivos, donde se tenía que conciliar la heroica tradición germánica bélica y la doctrina cristiana del perdón y el sacrificio. Ambas influencias pueden ser vistas fácilmente en la poesía de la época.
     Así, por ejemplo, en “El Sueño de la Cruz,” Cristo es presentado como un guerrero “heroico, saltando con entusiasmo a la Cruz para hacerle frente a la muerte. La cruz es un fiel partidario que es de manera dolorosa y paradójica, obligado a participar en la ejecución de su Señor.” 
     Cristo también puede ser visto como “un terrateniente guerrero anglosajón, que es servido por sus fieles, especialmente en la cruz y cuyo premio lo constituye el banquete de la gloria en el cielo.”  
     Por lo tanto, la crucifixión de Cristo es una victoria porque Cristo pudo haber luchado contra sus enemigos, sin embargo eligió morir en la cruz. John Canuteson cree que el poema “muestra la voluntad de Cristo, de hecho su entusiasmo, por abrazar a su destino, [y] también revela los detalles físicos de lo que sucede a un hombre, en lugar de un dios, en la cruz.”
     Esta imagen de Cristo como un “Terrateniente heroico” o “guerrero heroico” se ve con frecuencia en la literatura  anglosajona (y más en la germánica), y sigue en línea con el tema de entender el cristianismo a través de la tradición pre-cristiana germánica. De esta manera, “el poema no sólo resuelve las tensiones pagano-cristianas de la cultura anglosajona, sino también las actuales discusiones doctrinales sobre la naturaleza de Cristo, que era a la vez Dios y hombre, humano y divino.”
     Una paradoja interesante se crea dentro de este poema. La cruz está configurada para ser el camino a la salvación. En el poema la Cruz establece que no se puede caer y debe mantenerse fuerte para cumplir con la voluntad de Dios. Sin embargo, con el fin de cumplir la voluntad de Dios, la cruz tiene que ser un instrumento fundamental en la muerte de Cristo. 
     También el poema pone una completa nueva luz sobre las acciones de Jesús durante la crucifixión. Ni Jesús ni la cruz toman el papel de la víctima indefensa en este poema. En lugar de ello, son firmes a lo que tienen que hacer.
     “Entonces vi a la humanidad del Señor venir con gran valor cuando Él se montó sobre mí.” siendo Jesús un fuerte conquistador. Jesús esta hecho para aparecer como un “heroico terrateniente alemán que está dispuesto a morir para salvar a sus tropas.” Jesús no solo acepta que va a ser crucificado, sino que abraza la Cruz y toma todos los pecados de la humanidad. (Wikipedia)
El Sueño de la Cruz
     Te voy a contar lo que soñé una noche. Veía un hermoso y brillante árbol flotando. 
     Era el árbol del Señor, cubiérto hermósamente con gemas y oro.
    Sin embargo, también fuí capáz de percibír através del oro, la antígua hostilidad de los miserables.
  Empezó a sangrar del lado derecho. Lléno de pesar tuve miedo ante la preséncia de esa hermosa visión.
     Veía ese hermoso faro de luz cambiar sus colores. Algunas veces bañado en sangre, y otras veces adornado con tesoros.
     Sin embargo permanecí firme mirándo apesadumbrádo el árbol del Señor, hasta que lo oí hablar:
     Fué hace muchos años cuando fuí cortado y removido en mis raíces.
   Fuértes enemigos me tomáron y me hiciéron un espectáculo para ellos mismos.
     Me mandáron que levantára a sus criminales.
     Un hombre me cargó en sus hombros, hasta que me dejaron en una colina.
     Ví al Señor de la humanidad apresurádo y con gran celo deseándo subír sobre mí.
     Jamás osé inclinárme o partírme en contra de las palabras del Señor cuando ví la tierra temblar.
     Era capáz de destruir a todos los enemigos, sin embargo permanecí fírme.
     El héroe joven se desposeyó el mísmo de manera fuérte y resolúta.
      Subió a la cruz valiente ante la mirada de muchos, deseóso de liberar a la humanidad.
     Temblé cuando me abrazó, sin embargo no osé inclinárme si no que permanecí fírme…
      …y fuí levantado como una  cruz. Levanté al rey todopoderóso. No osé inclinárme.
     Me perforáron con obscuros clavos. Las marcas visíbles abriéron malvadas herídas.
    No me atreví a herír a cualquiera de ellos Se burláron de los dos.
    Soporté muchos eventos cruéles en esa colina.
    Ví al señor de la eucaristía severamente extendido.
     Estaba empapádo con la sangre, cubierta por el lado sangránte del hombre.
     Enseguída entregó sus espiritu.
      La obscuridad había cubiérto el radiánte brillo del cuerpo del Señor con nubes. Una nube avanzó obscureciéndo bajo el cielo.
    Toda la creación lloró, lamentándo la muerte del Rey.Cristo estába en la cruz.
    Sin embargo entusiástas viniéron desde lo lejos hácia el Príncipe.
     Apesadumbrádo fuí afligído con tristéza.Todavía me incliné a las manos de los hombres con gran celo.
     Ahí tomaron al Dios Todopoderóso y lo levantáron fuera de su opresívo torménto.
     Los guerréros me abandonáron, lleno de humedad.
    Fuí herido con lanzas.
    Lo bajáron. Tomándo su cabeza, miráron al Señor de los Cielos, y Él reposó por un momento, cansado después de la gran batalla.
     Los hombres comenzáron a hacer un sepúlcro para Él. En preséncia de sus asesínos esculpiéron una gran piedra y pusiéron ahí al Señor de las Victórias.
     Sus seguidóres comenzáron a cantar canciónes de pesár. En la tarde lo fueron a buscar otra véz. Él descansába con poca compañía.
     Nos mantuvímos en posición fíja llorando por un tiempo después que la voz de los soldados se fué. El cuerpo se enfrió.
    Luego comenzáron a cortárme. Eso fué triste. Fuí enterrádo en un profúndo hoyo.
Sin embargo los discípulos del Señor y amigos me descubriéron y me adornaron con oro y plata.
    Ahora ustedes pueden escuchar, mis amádos héroes, la obra de los malvados que he experimentádo.
    El tiempo se acerca cuando la tierra y toda su creación le rendirá honores a lo largo y ancho, orándo a éste signo.
     En mí, el Hijo de Dios sufrió una vez. Por lo tanto me elévo glorioso bajo el cielo y puedo sanar a cada uno de los que me tenga en reveréncia.
     Anteriormente estúbe bajo los más fieros tormentos y gente odiósa, antes de que abriéra el camino correcto de vida para ellos.
      El Principe de Gloria, el Guardián del Reino de los cielos me honró sobre todos los árboles del bosque.
    Igualmente como Él, el Dios Todopoderóso, honró a su madre también, María mísma sobre todas las mujeres.
     Ahora les mándo, mis amádos guerréros, cuénten esta visión al hombre.
     Revélen en palabras lo que el árbol de la gloria és, en donde el Dios Todopoderóso sufrió por los pecados de la humanidad y los hechos antíguos de Adán.
     El probó la muerte ahí. Sin embargo el Señor se levantó otra véz para ayudar al hombre en su gran poder.
     Después ascendió a los cielos. Y desde ahí el Señor mismo bajará al mundo para buscar al hombre en el dia del juicio,…
     … el Dios Todopoderóso y sus angeles con él, debido a que Él tiene el poder de juzgar.
     Él entonces dará senténcia a cada uno, jústo como él lo ha merecído en esta vida temporál.
     Nadie de los que estén ahí debe temér lo que el Señor dirá. Él preguntará frente a la multitúd…
     “¿Dónde debe estar el hombre que por el nombre del señor probará la amarga muerte como él lo hizo en la cruz?”
     Entonces témen y empiézan a pensar qué contestar al Señor.
     Nadie debe temér quienes ahora pórten en su pecho el mejor de los signo.
     Pero a través de la crúz cada alma debe buscar el reino de los cielos por la vía terrena,…
     …aquéllos que inténten morar con el Señor.
     Entonces oré a la cruz con espíritu amistóso, con gran célo, donde estúbe sólo, con poca compañía.
     Mi mente fué impelída en ése camino. Y a partír de ahí, experimenté muchas veces un gran anhélo.
     Ahora éste es mi gozósa espectación en la vida: que débo ver el árbol de la victoria y honrárlo bién ,más seguido que todos los hombres.
     El deseo por ello es grande en mi corazón, y mi patrocínio es dirigído a la cruz.
     No tengo muchos amigos poderosos en la tierra desde que partieron lejos de aquí. Desde los gozos del mundo, ellos buscaron al Rey de Gloria.
     Ahora ellos viven en los cielos con Dios el Padre. Ellos móran en gloria, y cada día míro hacia adelánte, hacia el tiempo cuando la cruz del Señor,…
     …que préviamente ví aquí en la tierra, en  esta vida temporal, me irá a buscar, y me llevará entonces donde gran dícha hay.
     Y Gozo en los cielos, donde la gente del Señor esta sentáda en un festín, donde el gozo eterno es.
      Entonces me podrá poner, donde ahora en adelante debo morár en gloria con los santos para disfrutar dicha
     Puede el Señor ser amigo mío quien sufrió aquí en la tierra frente a los madéros del árbol por los pecados del hombre.
   Nos redimió y dió vida, un hogar celestial.
     El gozo fué restaurádo con bendiciónes y dicha para aquellos que soportáron el fuego ahí.
     El Hijo fué triunfánte en esa expedición, majestuóso y exitóso, luego víno a la multitúd, la huéste de angeles, hácia el reino de Dios, el Señor Todo Poderoso. 
     Para la delícia de los santos y de todos los ángeles, quienes antes en el cielo moráron en gloria con el Gobernador, el Tódopoderoso que víno,  a donde su hogar original fué.
Traducción: José Escobar.

2 comentarios:

  1. ES un lindo poema de la literatura inglesa del siglo XI , ( The Dream of the Rood ) " El sueño del crucifijo ". Un crucifijo es la imagen de Cristo crucificado.

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  2. Excelente aporte, muy esclarecedor tu análisis!

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