domingo, 7 de febrero de 2016

Literatura Inglesa en los Albores del Renacimiento

Albores del Renacimiento
     Bajo los Tudor, Inglaterra se recupera, y la vida literaria recibe un poderoso estímulo con la introducción de la imprenta. William Caxton (1422-1491) es el primer impresor inglés; edita personalmente a Malory, Chaucer y otros contribuyendo mucho a la fijación de la ortografía y de la estructura del idioma.
      El renacimiento penetra lentamente en Inglaterra, y sus primeras manifestaciones son mas filosóficas y artísticas que literarias. La figura más importante entre los humanistas es el canciller de Enrique VIII, Tomas Moro (1478-1535), quien paga con el martirio su negativa a firmar la ruptura de la Iglesia de Inglaterra con Roma. Aunque su erudición le ganó fama universal, dejó pocos escritos, y su obra principal, Utopía, está escrita en latín.
     En ella censura, ya con agradable ironía, ya con severidad, los abusos del gobierno, y defiende la tolerancia religiosa y la educación liberal y vocacional para todos. La vida de Moro inspira a William Roper (1496-1578) una de las mejores biografías cortas de la literatura inglesa. Muchos escritores tratan el tema de la educación: Roger Asham (1515-1568), autor de Maestro, se distingue por su erudición y hermoso estilo; Thomas Elyot (1490-1546), en el Preceptor, trata sobre la formación del perfecto caballero y hombre de Estado.
     Entre los eruditos que sacan a la luz los textos de la antigüedad clásica que se distinguen, William Lyly (1468-1522), pero sobre todo William Tindale (1484?-1536) y Miles Coverdale (1488-1568), los que traducen la Biblia directamente del griego y hebreo. Una vez más, la Biblia es la cantera de la buena prosa inglesa.
     En esta época, los poetas procuran crear, por varios medios, una nueva prosodia que se adapte al nuevo lenguaje. Los poemas más notables pertenecen a dos cortesanos del reinado de Enrique VIII, Thomas Wyatt (1503-1542), y el conde de Surrey, Henry Howard, (1517-1547). Son, en general, versiones de Petrarca y de otros italianos, o de poetas latinos; Horacio, Marcial, y Ovidio. En este momento, por primera vez, el verso blanco, que llegaría a ser un instrumento tan poderosos en manos de Marlowe y Shakespeare, hace su aparición conjuntamente con el soneto isabelino, terminando en pareados, y los tercetos compuestos al modo italiano (terza rima). Tomado de : Enciclopedia Autodidacta Quillet, Tomo I. Editorial Cumbre S.A. México 1977. Grolier. Pags 465 y 466. 

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