La Restauración de Carlos II,
después del gobierno severamente idealista de Cromwel, trae consigo, a la vez,
alivio y desilusión. El sentido común, aliado a cierto cinismo y al convencimiento
de que podían perfeccionarse las formas, pero no la naturaleza humana, es rasgo
característico de esta época. El ejemplo de Francia, donde había residido la
corte exiliada, estimula el deseo de imponer mas orden y disciplina en las
formas literarias.
El poeta laureado, John Dryden
(1631-1700) es la figura principal y el árbitro literario de sus días. Sus
obras maestras son las sátiras en verso: Absalón
y, Achitopel, devastadora exposición de las intrigas políticas de la época,
y MacFlecnoe, ataque a sus enemigos
literarios, en las que la claridad, el vigor y la rapidez del estilo se
muestran en su mayor esplendor. Dramaturgo prolífico, mas por necesidad que por
vocación, pone de moda el dístico heroico. Buena parte de su obra en prosa es crítica
literaria. Ensayo Sobre la Poesía Dramática y los prefacios de las comedias
exponen principios derivados de los antiguos. Su estilo fácil, conciso, y convencional, es precursor de la mejor prosa moderna.
Tomado de : Enciclopedia Autodidacta Quillet, Tomo I. Editorial Cumbre S.A. México 1977. Grolier. Pags 469 al 470.
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