Tobias C. Owen es profesor de Astronomía en la Universidad de Hawai.
Tiene un doctorado en Astronomía por la Universidad de Arizona desde 1965.
Ha publicado muchos artículos y libros científicos.
A continuación le presentamos algunas de sus ideas.
Le advertimos que su escepticísmo podría ofender algunas de sus creencias.
El deseo de entender nuestro propio destino en términos de un Gran Diseño Cósmico es una de las más profundas tendencias humanas.
Y el “diseño” es mucho más atrayénte, más fascinánte, si éste incluye seres superiores que tienen un interés en nosotros…
…suficientemente fuerte como para abrir la posibilidad de comunicación, si es que no una visíta.
Debido a que éste sentimiento de soledad cósmica es tan humano y penetrante…
…aquellos de nosotros interesados en obtener una respuésta científica y verificable a la cuestión sobre si estamos sólos en el universo…
…nos encontramos enfrentados nosotros mismos a un gran cuerpo de sabiduría recibída pretendídamente de palabras autorizadas..
…de fuentes que van desde “La Biblia” hasta “ellos dicen”.
En nuestra búsqueda debemos andar un camino angosto…
…cubierto por una variedad de creencias religiosas, leyendas, mitos, y especulación…
…solo para encontrarnos nosotros mísmos finalmente confrontados por un gran anúncio…
…emblazonado por letras que pronuncian el evidente mensaje “No se permite la entrada sin evidencia contundente”.
Vivímos una época hambrienta de mitos.
En tiempos antíguos, esas historias maravillosas de héroes, heroínas, dioses y monstruos…
…proveyéron la estructura que nuestros ancestros pudieron usar para darle sentido al mundo que los rodeaba.
Para mucha gente esta función esencial de la mitología ha sido satisfactóriamene suplantada por la ciencia…
…una notáblemente diferénte manera de ver el mundo que lógra por mucho un mejor resultado.
A pesar del extraordinário éxito de la ciencia, sin embargo, maravillosas creaturas mitológicas están aún con nosotros.
Además, muchas de estas criaturas ahora son espaciales.
(en respuesta a los modernos requerimiéntos cambiando en forma y habitat hacia los visitantes del espacio).
Podemos fácilmente rastreár ésta transformación.
En los tiempos de Homero, los dioses vivían confortablemente en el “Monte Olimpo”…
…mientras los fieros monstruos rugían a los alrededores, en partes remotas de Grecia…
…y las muy distántes regiones del mundo Mediterráneo.
Uno piensa en Escila...
…y Caribdis, por ejemplo…
…guardando el Estrécho de Mesína entre Sicilia e Italia.
Cuatrocientos años después, los ateniénses de Pericles floreciéron y había colonias griegas en Sicilia.
Los viejos monstruos míticos habían sido remplazádos por nuevos, en el norte de Europa y África…
… lugares poco conocidos que estaban “más allá” de las fronteras conocidas.
Pensémos en los tiempos modernos.
Hoy en día, éste retiramiénto ha continuádo, dejándonos cuentos de Yetis en las Altas Himalayas…
…Piegrande en el denso Bosque del Pacífico del Noroeste…
…y por supuesto, Nessie, ése enigmático y tierno reptil que ondúla en las turbias aguas del Loch Ness.
Durante el presente siglo, nuestros “compañéros míticos” han abandonádo la Tierra complétamente…
…y estan ahora imaginádos poblando planetas en nuestro Sistema Solar y mas allá, desde donde ejércen su poder más allá de la comprensión humana…
…aún nunca olvidando su imperecédero interés en el Planeta Tierra y sus distraídos habitantes.
En su forma mas pura, ésta moderna manifestación de mitologías incluye OVNIs…
…malévolos marcianos…
…y una reinterpretación masíva de la historia que ve una increible variedad de señales del pasado…
…(desde las pirámides de Egipto hasta las pinturas en cavernas de los primeros humanos)...
…y fuerteménte influenciádo por o aún el trabajo de visitantes del cielo.
Algunos autores han ido aún más allá sugiriéndo que los clásicos mítos venerados…
…no son otra cosa más que respuestas mentalmente simples de nuestros ignorantes ancestros…
…sobre las aparéntes visitaciónes mágicas de cosmonáutas galácticos.
La nueva mitología así incorpora lo viejo, de manera muy similar (por mucho) como lo hicieron…
…los invasores romanos que en tiempo vinieron a ser los clásicos griegos…
…absorbiendo en su propio panteón algunas de las leyendas y las deidades de sus enemigos conquistados.
Traducción: José Escobar.
