Por
ahora usted probablemente ha categorizado a sus compañeros estudiantes entre
aquellos con “buena personalidad,” y
aquellos con “mala personalidad” y
aún como “sin personalidad.” Pero,
¿Qué es exactamente la personalidad? La palabra personalidad viene de la
palabra latina persona, que significa “mascara.”
Tal como las mascaras distinguían un carácter de otro en las obras de teatro de
la antigua Grecia y Roma, su personalidad lo distingue de otras personas. La personalidad de usted es su patrón único y relativamente consistente de pensamiento,
sentimiento y comportamiento. Vea si usted se reconoce a usted mismo en la
siguiente descripción de personalidad:
Tienes una gran necesidad de que les gustes a
otras personas y te admiren. Tienes una tendencia a ser crítico de ti mismo. Tiene
una gran capacidad no utilizada, la cual no has aprovechado en tu
ventaja…Disciplinado y controlado por fuera, tiendes a ser preocupado e
inseguro por dentro…A veces eres extrovertido, cariñoso, y sociable; otras
veces eres introvertido, cauteloso, y reservado. (Ulrich, Stachnik, &
Stainton, 1963).
Estudio tras estudio ha mostrado
que cuando a las personas se les dan exámenes de personalidad, y entonces les es
presentada la descripción de una personalidad simulada como esta, tienden a
aceptar la descripción como acertada. Pero es acertada porque contiene rasgos
que son compartidos por casi todo el mundo; no dice nada que distinga a una persona
de la otra. La aceptación de descripciones de personalidad que son verdad para
casi todo el mundo es conocido como “El
Efecto Barnum” (Meehl, 1956). Esto refleja el dicho de P.T. Barnum, “Hay un tonto naciendo cada minuto.”
Somos más proclives a sucumbir al efecto Barnum cuando la descripción de la personalidad
es adulatoria (Guastello, Guastello, & Craft, 1989).
Los astrólogos hacen un buen uso del Efecto Barnum (Glick, Gottesman,
& Jolton, 1989). En un estudio de descripción astrológica de la
personalidad, un investigador colocó un aviso oportuno en un periódico que
ofrecía gratuitamente un horóscopo personalizado. De las 150 personas que
respondieron, 141 (94%) dijo que se reconocían en la descripción “personalizada.” Pero cada uno de los
que respondieron, habían recibido la misma descripción: el perfil de
personalidad de un asesino serial de Francia (Waldrop, 1984). La descripción
simplemente contenía rasgos que muchas personas, fueran asesinos seriales o no,
tenían en común. Así, el Efecto Barnum demuestra que las descripciones de
personalidad que se consideran útiles, debes distinguir una persona de la otra.
Usted no debería aceptar mas una descripción que falla en reconocer su
combinación distintiva de rasgos personales. Esto es como si usted aceptára una
descripción física que simplemente afirma que usted tiene una cabeza, un torso,
dos ojos, diez dedos, y otras características físicas comunes.
Dado
que cada uno de nosotros tenemos una personalidad única, ¿Cómo explicamos
nuestros patrones distintivos de pensamiento, sentimiento, y comportamiento? Las
teorías de la personalidad favorecen algunos enfoques a esta pregunta. Al leer
sobre ellos, usted notara que las propias experiencias de vida de los teóricos
a menudo colorean sus teorías de la personalidad (Atwood & Tomkins, 1976;
Pearce, 1985; Seeman, 1990). El enfoque del estudio de la personalidad difiere en varias dimensiones incluyendo la influencia de motivaciones inconscientes,
la medida en la que somos moldeados por el aprendizaje, el papel del proceso
cognitivo, la importancia de la experiencia subjetiva, y el efecto de los
factores biológicos.
El Enfoque Psicoanalítico de la Personalidad
El enfoque psicoanalítico de
la personalidad hunde sus raíces en la medicina y en la biología. Sigmund
Freud, el fundador del psicoanálisis, fue un medico que esperaba encontrar las
bases biológicas de los procesos psicológicos contenidos en su teoría
psicosexual (Knight, 1984).
La Teoría Psicosexual de Freud
Freud, (1856-1939) nació en
Moravia, de padres judíos, quienes se mudaron con él a Viena, cuando tenía 4
años de edad. Aunque Freud deseaba una carrera como profesor de Psicología, el
anti-semitismo limitaba su elección de carrera a leyes, negocios, o medicina.
Eligió medicina y eventualmente practicó como neurólogo. Freud permaneció en
Viena hasta que los nazis comenzaron a quemar sus libros y amenazar su
seguridad. En 1938 emigró a Inglaterra, donde murió al año siguiente, después
de sufrir por muchos años cáncer de boca.
Al principio de su carrera, Freud comenzó a interesarse en los efectos
de la mente en los síntomas físicos. Había estudiado con el neurólogo francés
Jean Charcot, quien demostró el poder de la hipnosis en el tratamiento de
histeria de conversión, un trastorno caracterizado por síntomas físicos como
sordera, ceguera, y parálisis, sin ninguna causa física. Charcot usaba la
sugestión hipnótica para ayudar a sus pacientes a recuperar el uso de sus
sentidos perdidos o extremidades paralizadas. Freud también estaba intrigado
por un reporte de que el psiquiatra Joseph Bauer había usado la “cura por la palabra” en el tratamiento
de la histeria de conversión. Bauer encontró que alentando a sus pacientes a
hablar libremente sobre cualquier cosa que venía a su mente, llegaban a ser
conscientes de sus causas psicológicas o de sus síntomas físicos y, como
resultado, experimentaban un alivio emocional, o catarsis. Esto llevaba a la
desaparición de los síntomas.
La
teoría de la personalidad de Freud refleja su época, la era Victoriana del
siglo XIX. Los Victorianos valoraban la racionalidad y el autocontrol de los
impulsos físicos como características que separaban a los seres humanos de los
animales. Freud atribuyó los síntomas de la histeria de conversión a conflictos
sexuales inconscientes, los cuales eran simbolizados en los síntomas. Por
ejemplo, las piernas paralizadas podrían simbolizar un conflicto sexual. La
afirmación de Freud de que la sexualidad, un impulso sexual, era una
determinante importante en el comportamiento humano, conmocionó y disgustó a
muchos de sus contemporáneos (Rapp, 1981). Sin embargo, aunque Freud
argumentaba en contra de las extremas inhibiciones sexuales de su tiempo, él
reconocía la inconveniencia de la promiscuidad sexual (McCarthy, 1981).
Al
final de su carrera, Freud expandió su teoría para incluir la agresión
inhibida y la sexualidad inhibida como importantes determinantes en el
comportamiento humano. La importancia de la agresión como un motivo humano vino
a él como resultado de la carnicería de la Primera Guerra Mundial. Esto le
llevo a afirmar que somos motivados tanto por un instinto de vida, Eros, como
un instinto de muerte, Tanatos. Eros y Tanatos, así como muchos otros términos
que él utilizó, son palabras Griegas, reflejado su fascinación con la cultura griega
Antigua.
Niveles de Conocimiento: La Metáfora del Iceberg de la
Personalidad
Freud dividía la mente en
tres niveles. La mente consciente es simplemente la “punta del iceberg,” representando una diminuta región de la mente.
Los contenidos de la mente consciente están en constante estado de flujo,
mientras los sentimientos, memorias, y percepciones entran y salen. Justo
debajo de la mente consciente, yace la mente preconsciente, la que incluye
memorias accesibles, memorias que podemos recordar a voluntad. La mente
inconsciente, el volumen de la mente, yace bajo ambas, tanto la mente
consciente como la mente preconsciente. Contiene material que no podemos
recordad a voluntad.
Freud
afirmaba que los pensamientos y sentimientos amenazantes, son sujetos a represión, el destierro de material
consciente hacia el subconsciente. Debido a que Freud suponía que los
pensamientos y sentimientos subconscientes son las influencias más importantes
en nuestro comportamiento, proclamó: “La
teoría de la represión es la piedra angular sobre la cual, toda la estructura
del psicoanálisis descansa” (Freud, 1914/1957, p.16). La noción de
pensamientos y sentimientos reprimidos llevo al concepto de determinismo
psíquico, que sostiene que todo comportamiento es influenciado por motivos
subconscientes. Así, aún los comportamientos aparentemente mundanos o
arbitrarios son significativos. El determinismo psíquico es exhibido en los
actos fallidos, declaraciones inintencionales que podrían revelar nuestros
sentimientos reprimidos. Por ejemplo, la declaración, “Dios se deleita en la cantidad de las mujeres…quiero decir, Dios se
deleita en la castidad de las mujeres.” podría revelar sexualidad
reprimida.
La Estructura de la Personalidad: Id, Ego y Superego
Freud distinguía tres
estructuras de la personalidad: el id,
el ego y el superego. El id es
inconsciente y consiste en nuestros impulsos biológicos natos. En demanda de
inmediata satisfacción de impulsos, mas notablemente sexo y agresión, el id
obedece el principio del placer. Con
respecto al sexo, el id dice “¡Ahora!”
La palabra id es el Latín para “ello,”
reflejando la naturaleza impersonal del id. La película clásica de Ciencia
Ficción de la década de los años 1950s, Planeta Prohibido, retrata la naturaleza
inmoral del id. El id de un científico loco es transformado en un ser de pura
energía que se ejecuta fuera de control en un planeta extraño, matando
ciegamente a cualquiera en su camino.
A
través de las experiencias de la vida, aprendemos que actuar obedeciendo a los impulsos
sexuales y agresivos es realizar un comportamiento socialmente inadaptado. Como consecuencia, cada uno de
nosotros desarrolla un ego, palabra
Latina para “yo.” El ego obedece el principio de la realidad, dirigiéndonos a expresar nuestros
impulsos sexuales y agresivos de manera socialmente aceptable. Con respecto al
sexo, el ego dice, “¡No ahora, después!”
En cuanto a la agresión, supón que un profesor se niega a cambiarte la
calificación de un exámen que fue calificado con una clave incorrecta. Tu ego te alentara a
discutir con el profesor en vez de empujarlo o empujarla.
El superego,
palabra Latina para “sobre el yo,”
contrarresta al id, al cual le importa solo la gratificación inmediata, y al
ego, el cual está preocupado solo en adaptarse a la realidad. El superego actúa
como nuestra guía moral, que contiene la consciencia, la cual nos hace sentir
culpable de hacer o pensar mal, y el ego ideal, el cual nos hace sentir bien
por hacer o pensar bien. Con respecto al sexo, el superego dice, “¡No ahora, espérate a que estés casado!”
Los niños cuyos padres no les enseñan el bien del mal, podrían desarrollar un
superego muy débil para inhibir la agresión. Para Freud, tu personalidad es el resultado
de una continua lucha por el dominio, entre el id, el ego, y el superego.
Mecanismo de Defensa: Defendiéndonos en Contra de la
Ansiedad
El ego puede recurrir a mecanismos de defensa, los cuales distorsionan la realidad, para
protegerse él mismo de la ansiedad causada por los impulsos del id,
particularmente aquellos de sexo y agresión. La siguiente tabla resume los
principales mecanismos de defensa:
Mecanismos de Defensa
Represión
|
El destierro de pensamientos, sentimientos y memorias amenazantes
hacia la mente subconsciente.
|
Negación
|
La negativa a admitir un aspecto particular de la realidad relevante a
usted.
|
Regresión
|
La exhibición de un comportamiento inmaduro que ha aliviado la
ansiedad en el pasado.
|
Racionalización
|
Es la creación de razones socialmente aceptables por el
comportamiento inaceptable de una persona.
|
Intelectualización
|
La reducción de la ansiedad reaccionando a situaciones emocionales de
una forma desapegada sin emociones.
|
Desplazamiento
|
La expresión de sentimientos hacia una persona que es menos amenazante
que el verdadero objetivo de esos sentimientos.
|
Proyección
|
La atribución hacia otros de sentimientos propios indeseables.
|
Formación Reacción
|
La tendencia a actuar en una manera opuesta a los verdaderos
sentimientos de uno.
|
Compensación
|
El desarrollo de un talento como respuesta a una deficiencia personal.
|
Sublimación
|
La expresión de impulsos sexuales o agresivos a través de salidas
indirectas socialmente aceptables.
|
El
ego también puede usar mecanismos de defensa para aliviar la ansiedad causada
por experiencias personales desagradables, y características personales
inaceptables. Cada uno de nosotros usa mecanismos de defensa, en mayor o menor
medida, lo que contribuye a la diferencia de nuestras personalidades. Aunque
los mecanismos de defensa pueden protegernos de experiencias de ansiedad,
también pueden impedirnos de reconocer y tratar con la verdadera fuente de la
ansiedad. Los freudianos creen que una excesiva dependencia de los mecanismos
de defensa contribuye al desarrollo de trastornos psicológicos (Vaillant,
1992).
Debido a que todos los
mecanismos de defensa envuelven represión,
no somos conscientes de cuando los estamos usando. El recuerdo de un evento
traumático, como un accidente de carro, debe ser reprimido para aliviar la
ansiedad que la memoria produce. En años recientes, el mecanismo de defensa de represión se ha convertido en un tema popular
en los medios masivos, debido a la alza en reportes de adultos recordando
aparentemente memorias reprimidas de abuso sexual en la infancia temprana.
A veces confiamos en mecanismos de defensa de tipo inmaduro. Al usar negación, simplemente nos rehusamos a
admitir un aspecto particular de la realidad. Por ejemplo, pacientes de
enfermedades terminales, podrían inicialmente reducir su ansiedad negando que
tienen una enfermedad fatal (Connors, 1986). Al recurrir al mecanismo de
defensa de regresión, el individuo
exhibe comportamientos inmaduros que han aliviado la ansiedad en el pasado. Un
adulto podría responder a frustraciones laborales llorando o haciendo
berrinches.
Otros
mecanismos de defensa descansan en cambiar nuestra percepción de la realidad.
Cuando recurrimos a la racionalización,
proveemos razones socialmente aceptables para nuestro comportamiento
inapropiado. Por ejemplo, un estudiante cuyas calificaciones en el semestre
incluyen un 6 y cuatro 5s, podría atribuir los cuatro 5s a que estudió mucho en
el curso donde recibió un 6. Por otro lado, las personas que usan la intelectualización reducen su ansiedad reaccionando a situaciones
emocionales en forma desapegada y sin emociones. En vez de reaccionar a la muerte
de un ser querido llorando, ellos podría reaccionar diciendo, “Todos deben de morir algún día.”
En
algunos casos, los mecanismos de defensa dirigen los impulsos sexuales y
agresivos rumbo a direcciones seguras. Una persona que teme a las consecuencias
de expresar sus sentimientos hacia una persona particular, podría expresarlos
hacia otra persona menos peligrosa. Esto es conocido como desplazamiento. Por ejemplo, un trabajador que odia a su patrón,
pero teme criticarlo, podría sin embargo abusar de sus hijos con su hostilidad
(Brennan & Andrews, 1990). Si no podemos aceptar nuestros propios
sentimientos indeseables, podemos recurrir a la proyección, atribuyendo nuestros sentimientos indeseables a otros.
La gente paranoide quien es irrazonablemente sospechosa de otros, tiende a usar
proyección para justificar sus propios sentimientos de hostilidad (Berman &
McCann, 1995).
Formación
Reacción involucra el contrarrestar sentimientos indeseables actuando en
maneras opuestas a ellos. Samuel Johnson, el escritor del siglo XVIII y editor
de un diccionario, presentó un ejemplo clásico de formación reacción. Un par de
señoras decentes que lo conocieron en un te literario, comentaron, “Vemos, Dr. Johnson, que usted no tiene
esas pícaras palabras en su diccionario.” Johnson respondió, “Y veo, mis queridas señoras, que ustedes
han estado buscándolas” (Morris & Morris, 1995).
Los
mecanismos de defensa también pueden afectar el estilo de vida de uno. Al usar compensación, una persona podría
reaccionar a una deficiencia personal, desarrollando otro talento. Stevie
Wonder podría haber compensado por su ceguera, trabajando para llegar a ser un
gran cantante y compositor. De acuerdo con Freud, el mejor mecanismo de defensa
es la sublimación, la expresión de los impulsos sexuales y agresivos, a través
de salidas indirectas socialmente aceptables. El impulso sexual puede ser
sublimado a través de actividades creativas (Kaplan, 1993) tales como pintar,
danza y ballet, o componer música. Y el impulso agresivo puede ser sublimado a
través de deportes tales como el futbol americano o el hockey sobre hielo.
El Desarrollo Psicosexual: El Desarrollo de la
Personalidad
Freud suponía que la
personalidad se desarrollaba dependiendo de cambios en la distribución de la
energía sexual, lo que él llamó líbido,
en regiones del cuerpo que él llamó zonas
erógenas. La estimulación de estas zonas producía placer. Así, él estaba
interesado en los estados del desarrollo
psicosexual. El fracaso en progresar suavemente a través de un estado
particular hacia otro, podría causar fijación,
la tendencia a continuar involucrado en un comportamiento asociado con ese
estado. Freud llamó al primer estado de la infancia, el estado oral del desarrollo, porque el infante lograba placer de las
actividades orales tales como morder, chupar y masticar. El conflicto social
más importante de este estado es el destete. Un infante inadecuadamente
destetado, debido a mucha o poca gratificación oral, podría llegar a fijarse en
el estado oral. La fijación le podría llevar a una personalidad oral-dependiente, marcada por pasividad,
dependencia e inocencia. La persona se va a “tragar
todo” y se va a convertir en un “mamón.”
La fijación podría llevar a una personalidad oral-agresíva, a caracteizarse por comentarios sarcásticos, crueles y “amargos.”
A
la edad de un año, los niños entraban en el estado anal. Ahora obtenían placer de la defecación, y
experimentaban un importante conflicto relativo al entrenamiento en el
excusado. Freud afirmaba que un inadecuado entrenamiento en el excusado, ya sea
prematuro o retrasado, podía llevar a la fijación en el estado anal. El
personaje principal de la obra, la película, y la serie de televisión, “The Odd
Couple” representan dos tipos de fijación anal. Félix representa la
personalidad anal-retentiva, marcada
por una limpieza, disciplina, y una agitación compulsivas. Oscar representa la
personalidad anal-expulsiva, marcada por descuido, abandono, e informalidad.
Freud
afirmaba que entre las edades de 3 y 5 años, el niño pasaba a través de la
etapa fálica, en donde el placer es alcanzado desde los genitales. Este estado
está asociado con el Complejo de Edipo, en donde el niño o la niña desean
sexualmente a los padres del sexo opuesto, mientras que a la vez temen el
castigo del padre del mismo sexo. Freud notó este conflicto en la obra de
Sófocles, Edipo Rey, en donde Edipo, abandonado como infante, posteriormente
mata a su padre y se casa con su madre, sin saber que eran sus padres.
Freud
creía que la historia de Edipo reflejaba una verdad universal: la atracción
sexual de cada niño o niña hacia sus padres de sexo opuesto. La resolución del
conflicto llevaba a la identificación con el padre del mismo sexo. El niño
abandonaba su deseo por su madre debido a la angustia de castración, el temor
de que su padre lo castigaría extirpando sus genitales. La niña, debido a su envidia del pene, se enojaba en contra
de su madre, quien ella creía, le había extirpado su pene, y llegaba a ser
atraída por su padre. Esto es hoy conocido como el Complejo de Electra, de un personaje griego que había matado a su
madre (Powell, 1993). Pero, temiendo la pérdida del amor maternal, la niña se
identifica con su madre, esperando aún atraer a su padre. A través del proceso
de identificación, los niños y las
niñas adoptan valores paternales y desarrollan un superego.
Freud
llamó al periodo entre los 5 años y la pubertad el estado de lactancia. Él estaba relativamente desinteresado en este
estado, porque él creía que el niño experimentaba un mínimo desarrollo
psicosexual durante él. En vez de ello, el niño desarrollaba habilidades
sociales y amistades. Finalmente, durante la adolescencia, el niño alcanzaba el
estado genital y llegaba a ser sexualmente atraído por otras personas. Para
Freud, los primeros tres estados son los más importantes determinantes del
desarrollo de la personalidad. Él suponía que la personalidad es esencialmente
fijada a la edad de 5 años. La siguiente tabla resume los estados psicosexuales
del Desarrollo.
Estado
|
Edad
|
Características
|
Oral
|
Del nacimiento al primer año
|
Gratificación de comportamientos orales, tales como chupar, morder y
mascar. Conflicto sobre el destete.
|
Anal
|
1 a 3años
|
Gratificación al defecar. Conflicto sobre el entrenamiento del
excusado.
|
Fálico
|
3 a 5 años
|
Gratificación sobre la estimulación genital. Resolución del Complejo
de Edipo.
|
Lactancia
|
De 5 a la pubertad
|
Impulsos sexuales reprimidos. Desarrollo de la amistad.
|
Genital
|
De la pubertad en adelante
|
Gratificación de la estimulación genital. Desarrollo de relaciones
íntimas.
|
Teoría de la Psicología Individual de Alder
Debido a que los
descendientes intelectuales de Freud alteraron su teoría, llegaron a ser
conocidos como neo-freudianos. Uno de los más influyentes seguidores de Freud fue Alfred Adler (1870-1937). En 1902, Adler, un medico vienes, se unió al
grupo de discusión del psicoanálisis en la casa de Freud, en las tardes de los
miércoles, y llegó a ser un devoto discípulo. Pero en 1911 Adler rompió con
Freud, minimizando la importancia de la motivación sexual y de la mente
subconsciente. Adler (1927) desarrolló su propia teoría, la cual llamó,
psicología individual. La popularidad de la teoría de Adler hizo que Freud
declarára, “Hice grande a un pigmeo
(Hergenhah, 1984).”
Una
experiencia de Adler en su infancia inspiró su teoría de la personalidad. Era
un niño enfermizo, paralizado por el raquitismo y sufriendo de repetidos
ataques de neumonía. También se veía a sí mismo inferior a su hermano mayor, mas
fuerte y sano. Adler supuso que debido a que los niños se sienten pequeños,
débiles, y dependientes de otros, ellos desarrollan un complejo de inferioridad. Esto les
impulsa a compensar a través de una lucha
por la superioridad, esto es, desarrollando ciertas habilidades a su
máximo. Quizás Adler compensó por la fragilidad de su niñez, llegando a ser un
eminente psicoanalista.
Adler
creía que la lucha por la superioridad era más sana cuando promovía un interés
activo, tanto por el bienestar de uno mismo como de otros, lo que él llamó el
interés social (Adler, 19949). Por ejemplo, ambos tanto el médico como el
criminal, luchan por la superioridad, pero el médico expresa su motivo en una
manera socialmente benéfica. Los maestros que califican alto en interés social
son más efectivos en el aula (Edwards & Kern, 1996). La lucha por la
superioridad puede llevar a la sobrecompensación,
a lo que Adler llamaba protesta masculina. Esto significa que hombres (y
mujeres) podrían tratar de probarse a ellos mismos dominando a otros, en vez de
hacerlo desarrollando sus propias habilidades. Por ejemplo, un psicólogo
adleriano podría suponer que una violenta "paliza homosexual” en contra de un
hombre homosexual, por un hombre heterosexual, es un extremo opuesto de protesta
masculina (Nelson, 1991).
De
acuerdo a Adler, en la lucha por la superioridad desarrollamos un estilo de vida basado en un finalismo
ficticio, lo que él refirió como la “guía
del yo ideal.” (Watts & Holden, 1994). Esto significa que somos
motivados por creencias que podrían ser objetivamente ciertas. Una persona
guiada por la creencia de que “las
personas suaves terminan al último” podría exhibir rudeza y un estilo
competitivo en la vida. En contraste, una persona guiada por la creencia de que “es más bendición el dar que el recibir”
podría exhibir servicio y un estilo de vida altruista.
Teoría de la Psicología Analítica de Jung
El discípulo favorito de
Freud era Carl Jung (1875-1961). Aunque Jung, originario de Suiza, vino de una
familia donde los hombres tradicionalmente perseguían carreras como pastor
protestante, obedeció un sueño que lo llevó a perseguir la carrera de medicina
(Byrne & Kelley, 1981). Posteriormente fue inspirado a ser psicoanalista, después de leer el libro de Freud, “La Interpretación de los Sueños”
(1900/1990). Iniciando en 1906, Freud y Jung tuvieron una viva correspondencia,
y Freud esperaba que Jung fuera su sucesor como líder del movimiento
psicoanalítico. Pero en 1914 se dividieron en base a una revisión que Jung hizo
de la teoría de Freud, especialmente a proposito del poco énfasis de Jung en la motivación
sexual. Jung llamó a su versión del psicoanálisis, psicología analítica.
Aunque
Jung estaba de acuerdo con Freud en que todos tenemos nuestra propia mente
subconsciente (el subconsciente personal), afirmaba que también compartimos una
mente común subconsciente, el subconsciente colectivo. Jung sostenía que el
subconsciente colectivo contiene memorias pasadas heredadas, transmitidas de
generación en generación. Él llamó a estas memorias, arquetipos, que son
imágenes que representan aspectos importantes de experiencias acumuladas de la
humanidad. Jung afirmaba que los arquetipos influían en nuestros sueños,
símbolos religiosos, y creaciones artísticas.
Jung (1959/1969) incluso
conectaba el arquetipo de Dios con informes de platillos voladores. Reportes
generalizados de platillos voladores comenzaron a finales de los 1940s,
siguiendo los horrores de la Segunda Guerra Mundial y el advenimiento de la
bomba atómica. De acuerdo con Jung, estos avistamientos derivaron del deseo de
la gente, inspirada por el arquetipo de Dios, de tener una fuerza más poderosa
que ellos mismos para salvar a la humanidad de la autodestrucción. Aún la forma
redonda del platillo volador, representaba la imagen arquetípica de la unidad y
perfección divina del arquetipo del yo.
Comenzando con la década de 1950s con la película, “El Día que la Tierra se Detuvo,” y continuando con películas como, “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo,” las
películas de Ciencia Ficción han reflejado el tema Jungiano de poderosos
extraterrestres llegando en platillos voladores para salvarnos de nosotros
mismos.
El
arquetipo de la madre es un tema en
la novela Narcissus & Goldmund (1930/1968), escrita por el amigo de Jung,
Herman Hesse, a quien él también psicoanalizó. La novela describe como el
arquetipo de la madre guía a Goldmund en su constante búsqueda de la mujer
perfecta y su afición a las imágenes de la Madona. La persona es otro arquetipo relacionado con el yo. Mientras que el
yo, es la verdadera y privada personalidad, la persona es en cierta manera una
falsa “mascara” social, que llevamos
puesta en público. Mandalas, pinturas circulares encontradas en culturas a
través del mundo, representan la completa congruencia entre el yo y la persona
(Musick, 1976). De acuerdo a Jung, la persona y el yo de un individuo
psicológicamente sano, son completamente congruentes. La incongruencia entre el yo
y la persona es el tema de la película,
Zelig, en donde Woody Allen representa a un camaleón humano quien altera su
persona, y aún su apariencia física, para adaptarse a las personas con quienes
está. Este síndrome en donde la persona fácilmente se adapta para ser de
interés a quienes le rodean, es a menudo observado por psicoterapeutas en sus
clientes (Moses, 1989).
Jung también distinguió entre el ánima,
el arquetipo femenino del hombre, y el animus,
el arquetipo masculino de la mujer. De acuerdo con Jung, una persona
psicológicamente sana, sea hombre o mujer, debe mantener un balance entre la
masculinidad y la feminidad. Un hombre “macho”
que actúa con rudeza, y raramente expresa emociones tiernas, seria alguien insano, tanto como lo
sería una mujer “melindrosa,” quien es pasiva y tiene poco control sobre sus
emociones.
Jung
incluso contribuyó a nuestro lenguaje cotidiano distinguiendo entre dos tipos
de personalidad. Los extrovertidos
son socialmente abiertos y ponen más atención al medio ambiente que los rodea;
los introvertidos son socialmente
reservados y ponen más atención a sus experiencias privadas mentales. Jung
aplicó este concepto a su propia vida, viendo a Freud como extrovertido, y a
Adler como introvertido (Monte, 1980).
La Evaluación Psicoanalítica de la Personalidad
Hace un siglo, Sir Arthur
Conan Doyle popularizo el uso del análisis de la escritura a mano, o
grafología, haciendo que su detective de ficción, Sherlock Holmes, lo usara
para resolver crímenes. La grafología fue un ancestro de los exámenes
psicoanalíticos de la personalidad. Los grafologistas sostienen que las
características personales de la escritura a mano, tales como el tamaño, la forma,
y la inclinación de las letras, revelan aspectos de la personalidad de uno. La
grafología está basada en la suposición de que, debido a que todos los niños de
una cultura dada aprenden de letras y palabras escritas de la misma forma,
cualquier desviación del prototipo original refleja, en parte, la personalidad
distintiva de uno.
Aunque
los grafologistas modernos pueden identificar a exitosos hombres de negocios
cuando comparan ejemplos de sus escritos a mano y ejemplos de escritos a mano
de individuos seleccionados al azar (Satow & Rector, 1995), hallazgos de
investigación han cuestionado la utilidad práctica de la técnica (Peeples,
1990). Uno de los mayores problemas con la grafología es que está sujeta al
efecto Barnum, porque las personas van a aceptar descripciones grafológicas
vagas, y generalizadas como descripciones correctas de sus personalidades
(McKelvie, 1990). Dada la falta de evidencia experimental en apoyo a la
grafología, pocos psicólogos hoy en día lo usan para evaluar la personalidad.
La grafología tiene la misma lógica que una técnica moderna de evaluación
psicoanalítica, la cual es llamada pruebas
proyectivas. Están basadas en la suposición que “proyectamos” nuestros sentimientos reprimidos y conflictos sobre
estímulos ambiguos. Hoy en día las pruebas proyectivas más populares son el Examen Rorschach y el Exámen de Apercepción Temática.
El Examen Rorschach: Respondiendo a las Manchas de Tinta
¿Ha visto alguna vez formas
de animales en las formaciones de nubes? ¿Ha discutido alguna vez sobre
imágenes en pinturas abstractas? Si es así, usted ha tenido una alguna
apreciación del Examen Rorschach, el cual le pregunta a individuos que ven
ellos en las manchas de tinta. Esta técnica fuer usada siglos atrás por
Leonardo Da Vinci, quien evaluaba la creatividad de artistas jóvenes, haciendo
que crearan formas significativas de figuras ambiguas (Kaplan & Saccuzzo,
1982). El examen Rorschach fue introducido en 1921por el psiquiatra suizo
Hermann Rorchach (1884-1922), quien murió antes de poder haber conducido mucha
investigación sobre ello. El examen consiste en diez manchas de tienta
bilateralmente simétricas. Algunas de las manchas de tinta son en blanco y
negro, y otras incluyen colores.
En
respuesta a las manchas de tinta, la persona dice que ve en cada una de ellas y
después reporta las características de la mancha de tinta que inspiraron la
respuesta. Después de calificar cada respuesta, basada en el criterio formal, el
examinador usa el juicio clínico y uno de los varios sistemas de calificación
para escribir el perfil de las motivaciones y conflictos de la persona. Tales
perfiles han sido utilizados con propósitos tan diversos como el diagnóstico de
trastornos psicológicos (Hilsenroth et al., 1993) y distinguir entre las
personalidades de asesinos y criminales no violentos (Coram, 1995). Una reseña
publicada sobre un estudio del examen Rorschach encontró que tiene una
moderadamente alta validez (Parker, 1983). Esto hace de él un adecuado, aunque
no extraordinario, examen de personalidad.
El Exámen de Apercepción Temática: Respondiendo a Escenas Ambiguas
El Exámen de Apercepción Temática (TAT) (Morgan & Murray, 1935)
fue creado por el psicoanalista norteamericano Henry Murray y su asociada
Christiana Morgan (Morgan, 1995). El TAT consiste en una carta en blanco y 19
cartas conteniendo dibujos en blanco y negro de personas en situaciones
ambiguas. El examinador hace varias preguntas sobre cada una: ¿Qué sucede en la
carta? ¿Qué eventos le llevaron a esa situación? ¿Qué personas están en la
carta?¿Cómo se sienten?¿Cómo resulta la situación? Murray y Morgan suponen que
la respuesta de los individuos les revelara sus necesidades más importantes,
tales como la necesidad de sexo, de poder, logros, o afiliación. El TAT es un moderadamente
buen predictor de logros en la vida real, tales como el éxito de una carrera
(Spangler, 1992). El TAT ha sido también usado para medir cambios en el uso de
mecanismos de defensa los cuales han sido revelados por el TAT y una reducción
de los síntomas psicológicos (Cramer & Blatt, 1990).
Estado del Enfoque Psicoanalista
de la Personalidad
De todas las teorías psicoanalistas
de la personalidad, la de Freud ha sido la más influyente, pero ha recibido
apoyo limitado de sus conceptos (Fisher & Greenberg, 1985). Existe
evidencia substancial demostrando el efecto del proceso subconsciente sobre el
comportamiento humano (Dixon & Henley, 1991). También existe respaldo para
la opinión freudiana de la represión de investigación mostrando que las
personas son menos proclives a recordar experiencias personales emocionalmente
desagradables (Hansen & Hansen, 1988), aunque la noción de represión total de
experiencias emocionalmente traumáticas ha recibido solo un débil apoyo (Bowers
& Farvolden, 1996).
En contraste, ha habido muy poco apoyo para
algunos de los otros conceptos de Freud. Por ejemplo, hay poca evidencia que
apoya la creencia de Freud que la resolución de Complejo de Edipo es esencial
para la identidad de género, orientación sexual, y desarrollo del superego (Schrut,
1994). De hecho, la investigación ha fallado en apoyar la existencia del
Complejo de Edipo (Daly & Wilson, 1990). Adler y Horney vieron a un Complejo
de Edipo enraizado en una realidad cultural, no biológica. Adler creía que las
mujeres envidiaban en estatus de poder del hombre, no sus penes. Y Horney aún
especuló que el hombre compartía una “envidia del vientre,” porque no podían dar
a luz niños (Horney, 1926/1967).
Tal
vez la mayor debilidad de la teoría freudiana es que muchos de sus términos se
refieren a procesos que no son observables ni medibles. ¿Quién ha visto o
medido el id? No podemos conducir experimentos sobre conceptos que no están operacionalmente
definidos.
A
pesar del limitado apoyo para ciertos conceptos psicoanalíticos, el enfoque
psicoanalista ha contribuido a nuestro entendimiento de la personalidad. Ha
revelado que mucho de nuestro comportamiento es gobernado por motivos de los
cuales somos inconscientes, como se revela en sueños, y ha estimulado el
estudio en el comportamiento sexual y en el desarrollo sexual. Ha demostrado la
importancia de las experiencias temprana de la niñez, tales como el apego
infantil; ha contribuido a la emergencia de terapias psicológicas formales; y ha
estimulado la investigación sobre los efectos de los factores psicológicos sobre
las enfermedades. También ha influenciado el trabajo de artistas, escritores, y
cineastas.
La teoría
de la personalidad de Adler ha influenciado a la psicología cognitiva y a la psicología
humanista a través de su énfasis en la importancia de nuestra experiencia
subjetiva de la realidad. Su concepto de estilo de vida que refleja nuestra
lucha por la superioridad tiene un importante descendiente en el interés actual
del Comportamiento Tipo A, como
posible factor de la enfermedad cardiaca coronaria. El comportamiento tipo A es
marcado por hostilidad, competividad, y actividad compulsiva. La investigación ha
mostrado que, de acuerdo con la teoría de Adler, una persona que exhibe
comportamiento tipo A podría estar combatiendo sentimientos de inferioridad
(Cooney & Zeichner, 1985). De hecho, Meyer Friedman, el cardiólogo que
identificó primero el patrón de comportamiento tipo A en sus pacientes,
reportó, “Cerca del 70% de nuestros casos
dijeron que recibieron inadecuado amor paternal y luego trataron de compensarlo
siendo agresivos y sobrecompetitivos” (“Tipo A,” 1984).
La teoría
de Adler también ha influenciado el desarrollo de la teoría humanista de la
personalidad, cuyos cofundadores, incluyendo a Rollo May, Carl Rogers, y
Abraham Maslow, estudiaron con él, y le dieron crédito por inspirar sus propias
prespectivas. De los conceptos adlerianos que impresionaron a los psicólogos humanistas,
el más influyente fue el concepto de interés social, guía ficticia, y estilo de
vida (Ansbacher, 1990)
¿Y
qué de las teorías de Jung? Los conceptos de Jung de tipos de personalidad ha recibido
investigación importante. Un estudio comparó los estilos de los pintores
extrovertidos y los pintores introvertidos: Los pintores extrovertidos tienden
a usar estilos realistas, reflejando su mayor atención al medioambiente externo.
En contraste, los pintores introvertidos tienden a usar estilos abstractos,
reflejando su mayor atención a la experiencia mental privada (Loomis &
Saltz, 1984).
Los
conceptos de Jung del arquetipo han sido criticados debido a que violan
mecanismos conocidos de herencia en su suposición de que las memorias pueden
ser heredadas. No obstante, hallazgos de investigación apoyan la posibilidad de
que al menos algo parecido al arquetipo afecta el comportamiento humano (Rosen
et al., 1991). La evidencia de esto viene de la investigación, mostrando que
tenemos predisposición natal para desarrollar fobias sobre serpientes, alturas,
y otras situaciones que eran peligrosos a nuestros antepasados prehistóricos.
Así, lo que Jung llama arquetipos podrían ser tendencias conductivas natales más
bien que memorias heredadas.
El Enfoque Disposicional de la Personalidad
Los teóricos de la
personalidad tradicionalmente suponían que la personalidad era estable a través
del tiempo y consistente a través de situaciones. El enfoque disiposicional de
la personalidad atribuye esta aparente estabilidad y consistencia a
características personales relativamente duraderas llamadas tipos o rasgos.
Teorías Tipo: Categorizando los Tipos de Personalidad
En su libro Caracteres, el filósofo griego Teofrasto
(372-287 a. C.) se preguntaba el porqué los griegos diferían en personalidad a
pesar de compartir la misma cultura y la misma geografía. Concluyó que las
diferencias de personalidad surgen de una predisposición natal para desarrollar tipos
particulares de personalidad, dominada por una característica singular. Su lista
de tipos de personalidad incluían el Hombre Adulador, el Criticón, y el Insípido.
Al igual que Teofrasto, algunas personas confían en tipos de personalidad
cuando ellos llaman a ciertos individuos “nerdos”
o “deportistas.” Tales personas esperarían
diferentes conductas de un “nerdo”
que de un “deportista.”
Hoy
en día, la teoría más influyente de los tipos de personalidad es La Teoría de los Tres Factores de Hans
Eysenck (Eysenck, 1990). Eysenck (n.1916), un psicólogo alemán, huyó a Alemania
después de negarse a ser miembro de la policía secreta de Hitler. Eysenck uso
la técnica estadística del factor de análisis para identificar tres dimensiones
de la personalidad. Midiendo donde una persona se ubica en estas dimensiones,
podemos determinar su tipo de personalidad.
La
dimensión de neuroticismo mide el
nivel de una persona de estabilidad/inestabilidad.
Una persona estable es calmada, ecuánime, y fiable; las personas inestables son
de humor cambiante, ansiosas, y poco fiables. Un estudio de estudiantes que
comenzaron un programa de ejercicio en la universidad, encontró que un año
después aquellos quienes abandonaron el programa habían tenido una calificación
más alta en neuroticismo, que aquellos que habían permanecido en el programa (Potgieter &
Venter, 1995). La dimensión del
psicoticismo mide el nivel de la persona mente-fuerte/mente-débil. Las personas de mente fuerte son
hostiles, implacables e insensibles, mientras que las personas de mente débil
son amigables, empáticas y cooperativas. Los delincuentes jóvenes califican
alto en psicoticismo (Furnham & Thompson, 1991).
La dimensión de extraversión
mide el nivel de la persona introversión/extraversión.
Esta dimensión, primeramente identificada por Jung, ha estimulado el mayor
interés de investigación. Por ejemplo, los estudios han mostrado que hay
proporcionalmente más gente introvertida entre quienes practican el ajedrez,
que entre la población general. Debido a que los campeones de ajedrez
introvertidos podrían sentirse inconfortables en situaciones sociales,
prefieren evitar fiestas de celebración, conferencias de prensa y a los
aficionados a autógrafos. Podrían aun sentirse obligados a abandonar la escena
del ajedrez por ellos mismos. En 1972, el norteamericano Bobby Fischer generó un
interés sin precedente con su brillante jugada, ganando el campeonato mundial de
ajedrez, solo para retirarse a la soledad poco después (Olmo & Stevens, 1984).
Existe
evidencia de que la teoría de las dimensiones de Eysenck tiene una base
biológica. Por ejemplo, la investigación en gemelos indica que el neuroticismo,
el psicoticismo, y la extraversión tienen bases genéticas. La herencia podría explicar
porque los introvertidos son psicológicamente mas reactivos que los
extrovertidos (Stelmack, 1990). Esto podría, a su vez, explicar las diferencias
de comportamiento entre introvertidos y extrovertidos. Debido a que los introvertidos son psicológicamente más excitables, se pueden condicionar más
fácilmente. Esto podría hacer a los introvertidos socialmente más inhibidos, porque aprenden más fácilmente a detener entrenamientos de conducta sobre los que han sido
castigados.
Teoría de Rasgos:
Determinando las Dimensiones de la Personalidad
En vez de describir la
personalidad en términos de tipos individuales, los teóricos de los rasgos
describen la personalidad en términos de combinaciones distintivas de
disposiciones personales (McCrae & Costa, 1995). Un rasgo es una
característica de la personalidad trans-situacionalmente consistente,
relativamente duradera, que se infiere del comportamiento de la persona. La
teoría de Eysenck puede ser vista tanto como una teoría de tipos como una
teoría de rasgos, porque los tipos de personalidad en su teoría son productos
de la interacción de ciertas dimensiones de rasgos. La teoría de rasgos más
influyente es la de Gordon Allport (1897-1967).
Al principio de su carrera,
Allport tuvo un breve encuentro en Viena con Sigmund Freud, el cual le
convenció que el psicoanálisis no era el mejor enfoque para el estudio de la
personalidad. Confrontado por un silencioso Freud, Allport rompió el silencio
describiendo a un muchacho que había conocido en el tren, quien se quejaba de la
gente sucia, y cuya madre había actuado molesta ante su comportamiento. Freud
respondió, “¿Y ese niño eras tú?” En
base a sus encuentros, Allport concluyó que Freud estaba demasiado preocupado
en encontrar motivos ocultos, incluso hasta para el más mundano comportamiento
(Allport, 1967).
Allport comenzó sus investigaciones identificando todas las
palabras en ingles que se referían a características personales. En 1936,
Allport y su colega Henry Odbert, usando un diccionario íntegro, contaron casi
18000 de tales palabras. Eliminando sinónimos y palabras referentes a estados
temporales, tales como hambre, redujeron la lista a 4500 palabras. Allport
entonces agrupó las palabras en menos de 200 grupos de palabras relacionadas,
las que llegaron a ser los rasgos originales de su teoría.
Allport distinguió tres
clases de rasgos, dependiendo las diferencias en, qué tan importantes eran en
la vida de una persona dada. Los rasgos
cardinales eran similares a los tipos de personalidad, en que afectaban
cada aspecto de la vida de la persona. Por ejemplo, altruismo es un rasgo cardinal en la personalidad de la Madre Teresa. Debido a que los rasgos cardinales son raros, usted probablemente conoce pocas personas cuyas vidas son
gobernadas por ellos. Los rasgos centrales afectan muchos aspectos de nuestras
vidas, pero no tienen la influencia penetrante de los rasgos cardinales. Cuando
usted se refiere a alguien como amable, humoroso, o engreído, usted usualmente
se refiere a rasgos centrales. Los rasgos menos importantes son los rasgos
secundarios, porque ellos afectan a aspectos relativamente estrechos de nuestras vidas.
Preferencias de vestir pantalones con dobladillo, leer novelas vaqueras, o
comer nieve de chocolate refleja rasgos secundarios.
La Evaluacion Disposicional
de la Personalidad
La evaluación disposicional
de la personalidad depende de exámenes de tipos o rasgos de personalidad. Estos son
llamados exámenes objetivos o inventarios, porque presentan materias con
declaraciones prospectivas más bien que con estímulos ambiguos como en las pruebas
proyectivas. Por ejemplo, el Perfil de los Estados de Ánimo, un examen
objetivo, ha mostrado que muchos atletas de elite, comparten un perfil
particular de personalidad.
Exámenes de Tipos de Personalidad
Uno de los exámenes objetivos
más populares es el Indicador Tipo
Myers-Briggs (Briggs & Myers, 1943), un examen disposicinal basado en
la teoría psicoanalítica. El examen evalúa varias características de la
personalidad, incluyendo tipos de personalidad derivados de la teoría analítica
de Jung. El tema es presentado con pares de declaraciones, y seleccionas en cada
par la declaración que es más cercana en cuanto como él o ella usualmente actúa
o siente. Un elemento típico seria, “En
fiestas tu (a) ¿alguna veces te aburres? (b) ¿siempre te diviertes?” Un
introvertido seria más proclive a seleccionar (a) y un extrovertido (b). El
examen tiene validez satisfactoria (J.B. Murray, 1990) y ha sido usado en una
variedad de estudios de investigación. Un estudio encontró que los estilos de
enseñanza, tales como la tendencia a incorporar tecnología dentro del salón de
clase, están relacionados a perfiles específicos en el examen (Smith, Munday
& Windham, 1995).
Examen de Rasgos de Personalidad
El más ampliamente usado de
los exámenes de personalidad es el examen es el Inventario Multifasico de la Personalidad
Minnesota (MMPI), que mide los rasgos de la personalidad. El MMPI fue
desarrollado en la universidad de Minnesota por el psicólogo Starke R. Hathaway
y el psiquiatra John C. McKinley (1943) para diagnosticar trastornos
psicológicos. Hathaway y McKinley usaron el método
empírico de examen construcción, el cual retiene solo aquellas preguntas
que discrimina entre personas que difieren en sus características o interéses.
Hathaway y McKinley reunieron 1000 declaraciones que administraron a 700
personas, incluyendo no pacientes, y pacientes psiquiátricos. Los sujetos
respondieron “Verdadero,” “Falso,” o “No puedo decir,” en cada declaración dependiendo
si era verdad para ellos. Hathaway y McKinley mantuvieron aquellas
declaraciones que tendían a ser contestadas de la misma forma por personas con
trastornos psiquiátricos particulares. Por ejemplo, ellos incluyeron la
declaración, “Nada me interesa del
periódico excepto las historietas,” únicamente porque significativamente
más personas depresivas que no depresivas responden “Verdadero” a esa declaración (Holden, 1986).
El MMPI tiene diez escalas clínicas
que miden importantes rasgos de la personalidad. Por ejemplo, la hipocondría mide la preocupación por las
funciones corporales y los síntomas, y la paranoia
mide el recelo y los delirios de persecución. El MMPI también tiene cuatro
escalas de validez evaluando la evasión, la defensiva, y la mentira, mintiendo
para mirarse bien y fingiendo para mirarse mal. Por ejemplo, la escala de
mentiras contiene declaraciones que describen faltas humanas comunes a la que
casi todas las personas responden “verdadero.”
Así, una persona que responde “Falso”
a una declaración tal como “Algunas veces
tengo violentos pensamientos,” podría estar mintiendo para crear una buena
impresión.
Escala Clínica
Escalas
|
Contenido
|
Hipocondría
|
Artículos que
identifican gente que esta abiertamente preocupada con sus funciones corporales
y síntomas de enfermedades físicas.
|
Depresión
|
Artículos que
identifican gente que siente desesperanza y que experimenta desaceleración de
pensamientos y acciones.
|
Histeria
|
Artículos que
identifican gente que evita problemas desarrollando síntomas físicos o mentales.
|
Psicopatía
desviada
|
Artículos que
identifican gente que desprecia normas aceptadas de comportamiento y tiene
relaciones emocionales superficiales.
|
Masculinidad-Feminidad
|
Artículos que
identifican gente con intereses de estereotipos masculinos o femeninos.
|
Paranoia
|
Artículos que
identifican gente con delirios de grandeza o persecución quien también exhibe
penetrante recelo.
|
Psicastenia
|
Artículos que
identifican gente que se siente culpable, preocupada y con ansiedad, y que
tiene compulsiones y obsesiones.
|
Esquizofrenia
|
Artículos que
identifican gente que exhibe abandono social, pensamientos delirantes y
alucinaciones.
|
Hipomanía
|
Artículos que
identifican gente que es superactiva, fácilmente excitable, e imprudentemente
impulsivo.
|
Introversion
social
|
Artículos que
identifican gente que es emocialmente inhibida y socialmente tímida.
|
Escala de Validez
Escalas
|
Contenido
|
No puedo decir
|
Artículos que no
son contestados que podría indicar evasivas.
|
Mentir
|
Artículos que
identifican un inténto de crear una buena impresión.
|
Frecuencia
|
Artículos que
involucran respuestas que son raramente dadas por gente normal, lo que podría
indicar un intento de parecer anormal.
|
Corrección
|
Artículos que revelan
una tendencia a responder defensivamente al admitir problemas personales o
defectos.
|
Los
psicólogos comúnmente usan el MMPI para cribar a aplicantes para posiciones en
donde las personas con serios trastornos psicológicos podrían ser peligrosas,
tales como oficiales de policía u operadores de plantas de energía nuclear. El MMPI
ha probado ser un método valido para diagnosticar trastornos psicológicos
(Parker, Hanson, & Hunsley, 1988). Pero los investigadores encontraron que
por la década de 1980s se diagnosticó una mayor proporción de personas psicológicamente
trastornadas en comparación de cuando fue adoptado por primera vez. ¿Significa
esto que más personas tienen trastornos psicológicos que en el pasado? O ¿significa
que las normas MMPI estaban fuera de moda? Lo último parece haber sido el caso.
Como un crítico notó hace una década, “Quien tome el MMPI hoy está siendo
comparado con la forma en que un hombre o una mujer de Minnesota aprobaban esos
artículos a finales de la década de 1930s y principios de la década de 1940s" (Hebert, 1983).
Debido a esto, el MMPI fue
re-estandarizado en la década de 1980s para evitar la comparación entre la
gente de hoy con un estrecho segmento de la sociedad que sirve como grupo de estandarización
de hace medio siglo, gente de granjas y pueblos pequeños con un octavo grado de
educación y un promedio de 35 años de edad (Adler, 1989). A los 567 artículos
revisados del MMPI (MMPI-2) se le han agregado, quitado, o cambiado muchos enunciados.
También tiene nuevas normas basadas en ejemplos más representativos de la población
norteamericana con respecto a la edad, sexo, origen étnico, nivel de educación y
región del país. Esto hace del MMPI-2, aún imperfecto, una mejora sobre el MMPI
(Helmes & Reddon, 1993).
Las
primeras críticas del MMPI-2 mostraron una diversidad de opiniones de algunos
expertos enfatizando su debilidad (Duckworth, 1991) y otros sus fortalezas
(Graham, 1991). Estudios empíricos sobre el MMPI-2 han producido inicialmente hallazgos
favorables. A pesar de los cambios en sus contenidos, el MMPI produce perfiles
comparables a los del MMPI (Munley & Zarantonello, 1990), aunque en algunos
casos no es así (Humphrey & Dahlstrom, 1995).
Otro
examen popular para evaluar los rasgos de la personalidad es el Cuestionario
Factor de la Personalidad 16 (16PF), el cual está basado en la teoría de los
rasgos de Raymond Cattell. Cattell, un originario de Inglaterra que gasto la mayoría
de su carrera en los Estados Unidos, uso el factor de análisis para identificar
16 rasgos básicos, a los cuales llamó, rasgos fuentes. El 16PF mide los dieciséis
rasgos fuentes identificados por Cattell (1949).
Los
psicólogos típicamente usan el 16 PF para exámenes generales de personalidad evaluando
más bien que diagnosticando trastornos psicológicos. El 16PF contiene 187
enunciados de opción múltiple. Un típico artículo seria, “Me siento madura en la mayoría de las cosas (a) Verdadero (b) Incierto
(c) Falso.” La calificación de la persona en los rasgos fuentes es trazada en una grafica para proveer el perfil de la personalidad, la cual podría ser
usada para empleados o consejeros de carrera, con el fin de determinar si su perfil es
similar al de aquellas personas que han sido exitosas en profesiones
particulares. El 16 PF ha sido útil en una variedad de aplicaciones. Por
ejemplo, ha previsto exitosamente la probabilidad de que voluntarios permanecerían
comprometidos a los programas de Big Brother/Big Sister (Herman & Usita, 1994).
Estado del Enfoque Disposicional de la Personalidad
Aunque el enfoque disposicional
de la personalidad ha sido usado al describir diferencias de personalidad, es
menos exitoso en explicar esas diferencias. Suponga que los resultados de las
pruebas del Indicador Tipo Myers-Briggs
revelan que una de sus amigas es “extrovertida.”
Alguien preguntará, “¿Porqué es extrovertida?” Usted responderá, “Porque le gusta socializar.” La persona podría preguntar entonces,
“¿Por qué le gusta socializar?” A lo
que usted respondería, “Porque ella es una extrovertida.” Este razonamiento
circular no explicaría porque su amiga es extrovertida.
Uno de los pocos teóricos disposicionales que trata de explicar la
personalidad es Eysenck y su teoría de los
tres factores. La existencia de los tres factores de la personalidad identificad
por Eysenck ha sido verificada por otros investigadores (Zuckerman, Kuhlman,
& Camac, 1988) y tiene algún apoyo transcultural (Eysenck, Barret, &
Barnes, 1993). La dimensión introvertido/extrovertido
ha recibido especialmente fuerte apoyo de investigación. Una de las
suposiciones de Eysenck es que el grado introvertido/extrovertido
de la persona depende de su nivel habitual de reactividad psicológica. Como se
apuntó al principio, los introvertidos son psicológicamente más reactivos a la estimulación
de los que los extrovertidos lo son. Tenemos la tendencia a tratar de adoptar
un nivel moderado de excitación. Esto podría explicar el porqué los
introvertidos evitan la estimulación y los extrovertidos la buscan. Por
ejemplo, un estudiante introvertido prefiere trabajar en mayores condiciones de
tranquilidad de lo que un estudiante extrovertido lo hace (Geen, 1984), y los extrovertidos
son más proclives que los introvertidos a buscar ayuda en otras persona al arreglárselas
con el estrés (Amirkhan, Risinger, & Swickert, 1995).
Con
respecto a la teoría de los rasgos, la investigación ha reducido el número de
rasgos básicos de la personalidad de los 16 de Cattell a cinco (McCrae &
Costa, 1995). Estos son comúnmente conocidos como “Los Cinco Grandes.” La extroversión
se asemeja al factor de Eysenck de introvertido/extrovertido, y el neuroticismo se asemeja a su factor de estabilidad/inestabilidad. La amabilidad indica si una persona es
calurosa, afable, y cooperativa. La escrupulosidad
indica si una persona es ética, confiable y responsable. Y apertura a la experiencia indica si una persona es curiosa,
imaginativa o interesada en búsqueda intelectual.
Las
primeras investigaciones en la teoría de
los cinco factores ha encontrado que el bienestar psicológico esta
negativamente correlacionado con el neuroticismo y positivamente correlacionado
con la extroversión, amabilidad, y la escrupulosidad. Existe un fuerte apoyo
para la teoría de los cinco factores (Byravan & Ramanahia, 1995). Por
ejemplo, los individuos que califican alto en los rasgos de escrupulosidad son
menos proclives a tener accidentes de autos (Arthur & Graziano, 1996). También
existe evidencia transcultural de ello (Paunone et all., 1996). No obstante,
algún teórico de la personalidad líder advierte que, en espera de más
investigaciones, es prematuro aceptar la teoría de los cinco factores como el
mejor enfoque de la personalidad (Block, 1995; Pervin, 1994).
El Enfoque Conductista de la Personalidad
Aquellos que favorecen al
enfoque conductista de la personalidad descartan los factores biológicos, las
influencias inconscientes, y rasgos disposicionales. En vez de ellos, ellos
subrayan la importancia del aprendizaje y de los factores ambientales (Staats,
1993).
La Teoría de la Condición
Operante de la Personalidad
Para B.F. Skinner (1953), no
hay nada extraordinario en la personalidad. Él vio ninguna utilidad para los
conceptos que invocan predisposiciones biológicas, motivos inconscientes,
rasgos de personalidad y similares. Lo que llamamos Personalidad, para el punto
de vista de Skinner, es simplemente un patrón de comportamiento único de una
persona, atado a situaciones especificas (Skinner, 1974). Usted podría decir
que un compañero de estudios tiene una personalidad “gregaria” porque usted ha observado al estudiante participar en
comportamientos tales como iniciar una conversación o ir a fiestas cada fin de
semana.
De
acuerdo a Skinner, somos lo que hacemos. Y lo que hacemos en una situación
particular depende de nuestras experiencias en esa situación y situaciones
similares. Tendemos a involucrarnos en comportamientos que han sido reforzados
positiva o negativamente y evitamos participar en comportamientos que han sido
castigados y extinguidos. Así, Skinner supondría que una persona gregaria tiene
antecedentes de recibir atención o alivio de ansiedad por ser socialmente
extrovertido en una variedad de situaciones. En contraste, una persona tímida,
podría tener antecedentes de ser criticado o ignorado dentro de una variedad de
situaciones, por ser extrovertido.
La Teoría Social-Cognitiva de la Personalidad
La teoría social-cognitiva
construye un puente entre el estricto enfoque conductita de Skinner y el
enfoque cognitivo de la personalidad, el cual se discute más adelante. La
teoría social-cognitiva, se asemeja a las teorías tradicionales conductistas en
subrayar la importancia del reforzamiento y castigo en el desarrollo de la
personalidad. Pero se diferencía de las teorías tradicionales conductistas, en
argumentar que el comportamiento es afectado por procesos cognitivos. Esto es,
somos algo más que respondedores robóticos al estimulo ambiental. Nuestra
propia interpretación de nuestras propias características personales y
circunstancias ambientales, afectan nuestro comportamiento (Bandura, 1989).
La teoría Social-cognitiva
fue desarrollada por Albert Bandura (nacido en 1925), quien fue criado en Canadá,
pero llego a ser profesor en los Estados Unidos y sirvió como presidente de
Asociación Norteamericana de Psicología en 1974. Otras teorías
social-cognitivas han sido desarrolladas por Julian Rotter y Walter Mischel. La
teoría de la personalidad de Bandura creció bajo su investigación de
aprendizaje por observación. De acuerdo con Bandura, aprendemos muchas de las
tendencias de nuestro comportamiento observando cómo las personas reciben
recompensas o castigos por comportamientos particulares. Por ejemplo, los niños
aprenden comportamiento altruista de los adultos quienes actúan de manera
desinteresada.
La
teoría de la personalidad de Bandura (1986) también subraya el concepto de determinismo reciproco, el cual refleja
su creencia de que ni la predisposición biologica personal ni los factores ambientales
pueden por si mismos explicar el comportamiento. Notará que esto difiere del
determinismo ambiental, el cual fue favorecido por Skinner, y el determinismo
psíquico, el cual fue favorecido por Freud. Ambos conceptos suponen que la
persona es simplemente un rehén conductista. El determinismo ambiental supone
que somos rehenes controlados por estímulos externos, y el determinismo
psíquico supone que somos rehenes controlados por motivos subconscientes. En
vez de ellos, Bandura piensa que los rasgos de la personalidad, los factores
ambientales, y la conducta manifiesta, se afectan unos a otros.
Estudios
de investigación han encontrado que el determinismo
reciproco puede explicar muchas clases de comportamientos, tales como el porqué
la depresión es tan difícil de vencer (Teichman & Teichman, 1990); los
pensamientos y emociones negativas de una persona deprimida podrían inducir
estados de melancolía en la persona deprimida. Esta respuesta social podría
promover emociones y pensamientos negativos continuados en la persona
deprimida, expresiones faciales de tristeza, y comportamiento social distante.
Esto podría hacer que otras personas eviten o respondan negativamente a la
persona deprimida. La respuesta social promovería pensamientos y emociones
negativas continuadas sobre la persona deprimida, de este modo completando un
cirulo vicioso que es difícil de romper.
De acuerdo con Bandura, uno de los más importantes factores cognitivos en el determinismo reciproco es la auto eficacia. Este es el grado en
que una persona cree que puede
llevar a cabo conductas que son necesarias para lograr un resultado deseado.
La auto eficacia determina nuestra elección de actividades, nuestra intensidad
de esfuerzo, y nuestra persistencia de cara a obstáculos y experiencias
desagradables, en parte por las reducción de la ansiedad que pueda interferir
con el ejercicio de la actividad (Bandura, Reese, & Adams, 1982). La Auto
Eficacia promueve la adhesión a programas de ejercicio físico (Fontaine & Shaw,
1995), el rendimiento de los estudiantes en los cursos académicos (Shell,
Colvin, & Bruning, 1995) y el rendimiento en la lucha libre en secundaria
(Treasure, Monson, & Lox, 1996).
Pero, ¿Qué determina si usted ha tenido un sentimiento
de auto eficacia en una situación dada? El primer determinante es un éxito previo. Usted tendrá un gran
sentimiento de auto eficacia en su curos de psicología si lo ha hecho bien en
los cursos previos. El segundo determinante es la experiencia vicaria. Usted tendrá un mayor sentimiento de auto
eficacia si conoce otros estudiantes que han tenido éxito en el curso. El
tercer determinante es la persuasión
verbal. Usted tendrá un mayor sentimiento de auto eficacia si se da a si
mismo palabras de ánimo, o si su consejero lo convence que usted tiene
habilidades para salir bien en el curso. Y el cuarto determinante es la excitación psicológica. Usted tendrá un
mayor sentimiento de auto eficacia si usted está en el óptimo nivel de
excitación. Si usted esta tan excitado mientras da un discurso en la clase y
nota que su ritmo cardiaco incrementa y una respiración irregular, llegara a
estar tan distraído que mal pronunciará palabras o perderá su lugar.
Evaluación Conductista de la Personalidad
Hay dos
enfoques conductistas principales para la evaluación de la personalidad. Un
enfoque examina la conducta manifiesta; el otro examina cogniciones que están
estrechamente vinculadas a la conducta manifiesta.
Evaluación de la Conducta Manifiesta
Los teóricos
que favorecen la exanimación de la conducta manifiesta creen que debemos notar
que las personas realmente hacen o dicen lo que hace en situaciones específicas
más bien que simplemente anotar sus respuestas en exámenes de personalidad. En
la observación conductista, el sujeto
es observado en condiciones reales o estimuladas relativo a su trabajo,
escuela, recreación, u otra situación de interés. La observación conductista es
más proclive a producir hallazgos validos cuando envuelve varios observadores
que conocen a la persona y quienes en varias ocasiones observaron a la persona en la
situación de interés (Moskowitz & Schwartz, 1982). La observación
conductista ha sido usada para evaluar una variedad de características de la
personalidad en una variedad de circunstancias, tales como trastornos
psicológicos (Matese, Matson, & Servin, 1994) e interacciones entre
miembros de la familia (Markman, et al., 1995).
Otra forma de
la evaluación conductista usa el método de experiencia de muestreo. El sujeto
lleva un dispositivo portable que suena a veces al azar, y al escuchar el
sonido, la persona reporta su experiencia y conducta en el momento. Esto revela
la relación entre situaciones específicas y los pensamientos, sentimientos y
conductas de la persona involucrada (Hormuth, 1986). Algunos estudios han
demostrado la utilidad práctica de la experiencia de muestreo, tales como el
estudio de los ofensores sexuales (Hillbrand & Waite, 1994) y empleados de
oficina (Allinger & Williams, 1993). Un estudio con niños de primaria
evaluó su habla mental a ellos mismos, mientras trabajaban en sus asientos.
Cada vez que los niños escuchaban el timbre, grababan su habla hacia ellos
mismos con su dispositivo portable. Los resultados mostraron que los niños que
se envolvieron en un habla positiva hacia ellos mismos, tuvieron un mayor logro
académico y un comportamiento social más apropiado, mientras que los niños que
se envolvieron en un habla negativa hacia ellos mismos, tuvieron un rendimiento
académico más pobre y un comportamiento social más inapropiado (Manning, 1990).
Por supuesto, solo la investigación experimental podría determinar si el habla
hacia uno mismo, causa diferencia en el rendimiento académico o el
comportamiento social.
La Evaluación Cognitivo-Conductual
Como un
ejemplo de la evaluación cognitivo-conductual de la personalidad, considere la Escala de Control Interno-Externo de Lugar Geometrico (Locus),
la cual fue desarrollada por Julian Rotter (1966) para medir lo que él llama el
lugar de control. Su lugar de control es el
grado en que se espera que
usted está en control de los resultados
de su comportamiento, o que esos
resultados son controlados por factores tales como el destino, la suerte o la
oportunidad (Rotter, 1990). En el primer caso usted tendría un control del
lugar interno y en el segundo caso usted tendría un lugar de control externo.
El concepto de Rotter del lugar de control ha sido tan influyente, que su
estudio original es uno de los estudios más frecuentemente citados en al
historia reciente de la psicología (Secherst, 1984).
La
escala contiene 29 pares de declaraciones, incluyendo seis que sirven para
distinguir el propósito del examen. Un típico par relevante seria como el
siguiente: “El mayor esfuerzo que usted
gasta, la mayor probabilidad de que usted tenga éxito,” y “La suerte es más importante que en el
trabajo duro en un ascenso de trabajo.” Su respuesta revelaría si usted
tiene una posición de control interna o externa. Justo como su sentido de auto
eficacia afectaría su comportamiento en la vida diaria, su colocación de
control podría determinar si usted trata de ejercer control sobre situaciones
de la vida real.
El
lugar geométrico de control ha sido utilizado en numerosos estudios. Las
personas con un lugar geométrico interno de control son menos fatalistas, lo
que les hace más proclives para buscar atención medica para sus síntomas
físicos (Strickland, 1989).Un lugar interno de control geométrico es asociado
con mejores logros académicos, debido aparentemente a que los estudiantes con
un lugar interno de control geométrico trabajan más duro (Findley & Cooper,
1983). Los conductores con un control de lugar geométrico interno, tienen menos
accidentes fatales, quizás porque son más cautelosos, atentos, y expertos en
evitar situaciones peligrosas (Montag & Comrey, 1987). Y las personas
creadas en sociedades individualistas, tales como los Estados Unidos, tienden a
estar más altas en su control de lugar geométrico que aquellas personas que
viven en sociedades colectivistas (Rawdon, Willis, & Ficken, 1995).
Estado del Enfoque Conductista de la Personalidad
La teoría de la personalidad del
condicionamiento operante de B.F. Skinner ha sido alabada por hacer que los
psicólogos estén más conscientes de la influencia del aprendizaje y de los
factores ambientales sobre la personalidad. Pero la teoría ha sido criticada
por Hans Eysenck (1988) por ignorar la influencia de la herencia en las
diferencias individuales en la personalidad. La teoría de Skinner ha sido
también criticada por ver a la personalidad como un pasivo respondedor del
medio ambiente y por fallar en considerar la importancia del os factores
cognitivos. Los teóricos social-cognitivos han respondido reconociendo la
importancia de los procesos cognitivos y los factores ambientales.
El concepto de Auto Eficacia de
Bandura ha sido apoyado por resultados en investigaciones en una variedad de
aéreas además de los mencionados anteriormente. Un estudio encontró que los
sentimientos de autoeficacia de los estudiantes en matemáticas afectaron su
ansiedad sobre las matemáticas y su decisión si continuar estudiando una licenciatura
en matemáticas (Hackett, 1985). Otro estudio encontró que las personas con
sentimientos de autoeficacia por carreras de larga distancia son más proclives
a entrar en carreras de maratón, entrenar duro para esas carreras, y continuar
corriendo a pesar del dolor y la fatiga que experimentan (Okwumabua,
1985).
El Enfoque Cognitivo de la Personalidad
Al igual que la teoría social
cognitiva, el enfoque cognitivo de la personalidad reconoce la influencia de
los pensamientos en el comportamiento. Pero este enfoque pone más atención a la
experiencia subjetiva y a la interpretación, y menos atención a situaciones objetivas,
comparado con la teoría social cognitiva.
La Teoría de la Construcción Personal de la Personalidad
La teoría cognitiva de la
personalidad más influyente es la teoría de la construcción personal de la
personalidad de Geroge Kelly (1905-1967). Kelly, quien paso su infancia en una
granja de Kansas, se educó tanto en física como en Psicología. Sus
antecedentes en física inspiraron sus puntos de vista como un científico laico, quien trato de entender el mundo continuamente probando y revisando hipótesis sobre
la realidad social. Él llamó a esas hipótesis construcciones personales (Kelly,
1963). De acuerdo con Kelly, su patrón característico de construcciones
personales determina su personalidad. Así, en vez de ser rehenes en manos de la
herencia, el medio ambiente, o los motivos inconscientes, nosotros “construimos” la realidad. Esto es,
nosotros activamente interpretamos la realidad y guiamos nuestro comportamiento, de acuerdo con
la clase de realidad que construimos (Cantor, 1990).
Kelly
creía que las construcciones personales son duales, significando que
envuelven extremos opuestos. Así las personas se clasifican en categorías como tímido/extrovertido, seguro/ peligroso, o egoísta/generoso.
Si usted mantiene la construcción personal de que “los extranjeros son peligrosos,” usted podría comportarse con
recelo hacia los extranjeros. Al igual que un científico retiene sus hipótesis solo
si prueban estar correctas, nosotros retenemos nuestras construcciones
personales solo en la medida en que creemos que son correctas. Si usted
encuentra que los extranjeros mayores de edad no son peligrosos, usted puede
revisar sus construcciones personales para mantener que, “los extranjeros jóvenes son peligrosos.” Así, al igual que un niño se desarrolla, su sistema de construcciones personales llega a ser cada vez más
refinado y complejo.
Kelly llamó a nuestra habilidad de aplicar diferentes construcciones a
situaciones dadas, alternativismo constructivo, el cual él dividió en tres fases:
el ciclo circunspección-apropiación-control. Durante la fase de circunspección, evaluamos construcciones que podrían ser
relevantes a una persona o situación particular. Durante la fase de apropiación,
decidimos cual construcción es más relevante a la situación. Y durante la fase
de control, seguimos un curso de acción basado en la construcción elegida.
Como
ejemplo, suponga que alguien viene a su puerta a pedirle una contribución para
la banda de marcha de la secundaria. Durante la fase de circunspección, usted evaluaría
y elegiría entre varias dimensiones duales para determinar cual es relevante
a la situación. Dos podrían ser “honesto/deshonesto,”
y “digno/indigno.”
Usted consideraría si la persona parece honesta o deshonesta, o si la caridad
es digna o indigna. Durante la fase de apropiación, usted podría determinar
que la persona es honesta y que la caridad es digna. Durante la fase de
control, esas construcciones le harían más proclive a contribuir a ello.
La teoría
de la construcción personal ha sido útil en la investigación de muchos temas de
psicología, incluyendo la autoestima (Forster & Schwartz, 1994), la motivación
en cursos de matemáticas (Middleton, 1995), y las reacciones psicológicas durante
el duelo (Viney, 1991).
La Evaluación Cognitiva de la Personalidad
La principal técnica para la evaluación
cognitiva de la personalidad es el Examen del Repertorio del Papel Construido
(REP Test), el cual Kelly deriva de su teoría de la construcción personal. El
examen REP presenta al sujeto con tres conjuntos de personas a quienes el
sujeto conoce. El sujeto debe especificar una
manera en la que dos de las personas son
similares entre sí y diferentes de
la tercera. Un psicólogo podría presentar
a un individuo con un conjunto de tres personas quienes juegan papeles de
importancia para el sujeto, tales como “padre,”
“mejor amigo” y “maestro repugnante.”
El sujeto entonces especifica una manera en la cual, dos de las personas son similares
una de la otra y diferente de la tercera. Si usted fuera el sujeto, usted podría
reportar que su padre y su mejor amigo ambos son sinceros, mientras el antipático
maestro es insincero.
El
psicólogo repite este proceso con varios conjuntos de personas. Un terapista tomaría
sus respuestas y determinaría cuantas construcciones usted utilizo para
distinguir entre las personas. Estas construcciones serian aquellas que usted
uso para percibir la realidad social, tales como “sincero/insincero.” Si usted se apoyó en muy pocas construcciones,
usted será inflexible y vera a las personas de acuerdo a estereotipos. En contraste,
si usted se apoya en muchas construcciones, usted podria confundirse y tener un mal
desempeño en situaciones sociales porque tendría dificultad para predecir el
comportamiento de la gente. De hecho, la habilidad de mantener un conjunto de construcciones
personales, relativamente estables, pero aun flexible, es crucial para el
bienestar psicológico (Winter, 1993).
El
examen REP se ha puesto en buen uso en estudios de construcciones personales. Ha, por ejemplo, ayudado a los consejeros de
carrera en el planeamiento vocacional (Neimeyer, 1984).
Estado del Enfoque Cognitivo de la Personalidad
George Kelly contribuyó a un método
psicoterapéutico llamado terapia de función
fija, el cual anima a los clientes a adoptar papeles que promuevan nuevas
construcciones mas adaptadas. Ha sido usado exitosamente en el tratamiento de
personas con ansiedad social o fobias sociales (Beail & Parker, 1991). Después
de la muerte de Kelly, su teoría, la cual había sido llamada “un clásico por delante de su tiempo”
(Rorer & Widiger, 1983), se ha llevado a cabo principalmente por un pequeño
grupo de sus seguidores.
El
enfoque cognitivo de la personalidad ha atraído a psicólogos que creen que los
pensamientos conscientes son más importantes que los motivos inconscientes o el
estimulo del medio ambiente en determinar el comportamiento. Sin embargo, los teóricos
conductistas tradicionales argumentan que los pensamientos no son la causa del
comportamiento. Y los teóricos psicoanalíticos critican las teorías cognitivas
por ignorar las bases del comportamiento irracional y emocional. No obstante,
existe evidencia de que debemos construir nuestra realidad probando hipótesis,
observando comportamientos relacionados a las hipótesis, y entonces tratar de
reducir cualquier incongruencia entre muestras hipótesis y el comportamiento real
que observamos, revisando nuestras construcciones personales (Agnew &
Brown, 1989).
El Enfoque Humanístico de la Personalidad
El enfoque humanístico de la
personalidad, el cual emergió en la década de los años de 1950s, sostiene que
los seres humanos son naturalmente buenos. Esto contrasta con los teóricos de
la personalidad psicoanalítica, quienes creen que los seres humanos están
predispuestos al egoísmo y la agresividad, y a los teóricos conductistas de la
personalidad, quienes creen que los seres humanos si son naturalmente buenos ni
naturalmente malos.
El enfoque humanista también
contrasta con los enfoques psicoanalistas y conductistas en aceptar la
experiencia subjetiva mental (la experiencia fenomenológica) como su materia.
Esto hace al enfoque humanista similar al enfoque cognitivo, aunque más
interesados con la experiencia emocional. Además, el enfoque humanístico supone
que tenemos libre albedrio, significando que nuestras acciones no son obligadas
por los impulsos del id o los estímulos del medio ambiente.
La Teoría de la Personalidad de la Autorrealización
Las teorías humanísticas de
la personalidad tienen algo del sabor de las teorías de Jung y Alder en que
ellas ven a los seres humanos como dirigidos a un objetivo y gobernados por su
visión subjetiva de la realidad. La primera teoría humanística de la personalidad
fue la de Abraham Maslow (1970). Maslow, criado en Brooklyn fue empujado por
sus padres para asistir a la escuela de leyes. Un día se hallo a sí mismo en un
curso en el cual no tenía interés, y se retiró del salón de clase.
Maslow
nunca regreso a la escuela de leyes. En vez de ellos, en contra de los deseos
de sus padres, decidió perseguir una carrera en psicología. La voluntad de
satisfacer las necesidades propias de uno, más bien que tratar de complacer a
otras personas, llego a ser la piedra angular de las teorías humanísticas de la
personalidad. Maslow creía que teníamos una necesidad de una autorrealización,
la predispocion de tratar de alcanzar nuestro potencial. El concepto de
autorrealización es un descendiente del concepto de Alder de la lucha por la
superioridad (Crandall, 1980).
Pero, ¿Quién esta autorrealizado? Maslow presento a varios candidatos,
incluyendo al presidente Abraham Lincoln, al psicólogo William James, al
humanitario Eleanor Roosevelt. La siguiente lista presenta características
compartidas por personas autorrealizadas.
Una orientación realista.
Auto aceptación y la aceptación de otros y del mundo natural tal como
es.
Espontaneidad.
Centrado en el problema más bien que centrado en uno mismo.
Aire de desapego y necesidad de privacía.
Una apreciación fresca más bien que estereotipada tanto de las personas
como de las cosas.
Por lo general han tenido experiencias místicas o espirituales, aunque
no necesariamente religiosas.
Identificación con la humanidad y un fuerte interés social.
Tendencia a tener una fuerte relación intima con pocas y especiales
personas amorosas, más bien que relaciones superficiales con muchas personas.
Actitudes y valores democráticos.
Sin confusión de los medios con los fines.
Un sentido del humor filosófico más bien que hostil.
Un alto grado de creatividad.
Resistencia a la conformidad cultural.
Trascendencia del medio ambiente en lugar de siempre hacerle frente.
Maslow
decidió sobre estas características después de poner a prueba, entrevistar, o
leer la obra de individuos que él consideraba autorrealizados. Nuestro
bienestar psicológico está relacionado en parte, en la medida en la que estamos
autorrealizados. Por ejemplo, parece que una de las razón del porque la gente
extrovertida tiende a ser más feliz que otras personas es porque están mas
auotrrealizadas que la gente introvertida (Lester, 1990).
La Teoria del Yo de la Personalidad
Carl Rogers (1902-1987) nació
cerca de Chicago de una familia devotamente religiosa. Su crianza religiosa le
llevo a entrar al Seminario de Unión Teológica en la Ciudad de Nueva York. Pero
Rogers dejo el seminario para perseguir una carrera en psicología,
eventualmente sirviendo como presidente de la Asociación Norteamericana de
Psicología en 1946.
Rogers
señaló que la autorrealización requiere la aceptación del yo (concepto de sí
mismo), lo cual es la respuesta a la pregunta, “¿Quién eres tú?” Pero cada uno de nosotros experimenta algunas
incongruencias entre el yo y la experiencia personal. Tenemos que aprender a
negar nuestros sentimientos, quizás reclamando que no estamos enojados o
avergonzados cuando en realidad lo estamos. Esto podría hacernos sentir falsos,
o como Roger diría, no genuinos. Esta incongruencia entre nuestro yo y nuestra
experiencia nos causa ansiedad, lo que en su momento nos motiva a reducir la
incongruencia alterando el yo o reinterpretando la experiencia. Aunque una
congruencia completa entre el yo y la experiencia es imposible y seria
desadaptiva (no tendríamos motivación para mejorar el yo si no experimentáramos
alguna incongruencia), las personas que tienen una gran incongruencia entre el
yo y la experiencia podrían desarrollar trastornos psicológicos.
¿Cómo se desarrolla la
incongruencia entre el yo y la experiencia? De acuerdo con Rogers, los niños
que no reciben consideración positiva
incondicional, que es, aceptación completa, de sus padres desarrollaran
incongruencias negando aspectos de sus experiencias. Para ganar aceptación de
los padres, un niño debe expresar pensamientos, sentimientos y comportamientos
que son aceptables a ellos. Por ejemplo, un chico cuyos padres insisten en que “los niños no lloran” podría aprender a
negar sus propias experiencias dolorosas físicas y emocionales, con el fin de
ganar aprobación paterna. Tales, condiciones de valor llevarían a los niños a
ser rígidos y ansiosos debido a la falla en aceptar sus experiencias. En vez de
llegar a autorrealizarse tales niños tales niños podrían adoptar un estilo de
vida de conformidad y agrado (Baumeister, 1982). Rogers, como otros teóricos de
la personalidad, revela sus propias experiencias de vida en su teoría. Él
recuerda que como niño sus padres no lo amaron por si mismo, separado de sus
logros. Esto es, él sintió que no revivió consideración
positiva incondicional de ellos (Dolliver, 1990).
La gente sana
psicológicamente tiene más congruencia entre el Yo Real (el Yo de Rogers) y el Yo
Ideal (la personas que les gustaría ser). Lo más autorrealizada que sea la
persona, lo menos incongruente entre entre el yo real de la persona y el yo
ideal, y como resultado mayor será la autoestima de la persona (Moretti &
Higgins, 1990). Las personas con mas incongruencia entre sus yo reales y sus yo
ideales tienen mayores dudas de si mismos y menos habilidades sociales. Un
estudio con estudiantes encontró que en la medida que la congruencia entre sus
yo reales y sus yo ideales aumentaba, sus sentimientos de felicidad se
incrementaban (Mikulincer & Beer-Goldin, 1991).
Una manera de proteger el yo
real es mediante la colocación de obstáculos, en donde la gente reclama que la
tarea es muy difícil, o que factores más allá de su control podrían contribuir
a su comportamiento o desempeño menos que ideal (Deppe & Harackiewicz,
1996). Como usted ciertamente ha observado, el ponerse obstáculos es común
entre estudiantes (Rhodewalt & Hill, 1995). Así, un estudiante caminando
hacia el aula para un examen podría recordarle a sus compañeros de clase que él
necesitó consolar a un amigo, la noche anterior impidiéndole estudiar lo
suficiente. Dadas esas escusas, una posible falla en el examen sería un golpe
menor fuerte a su yo real. Y si el estudiante se desempeña bien en el examen,
el yo real se elevaría.
La Evaluación Humanística de la Personalidad
¿Cómo evalúan la personalidad los psicólogos humanistas? Dos de las
técnicas principales son el Inventario Personal de Orientación y el Q-sort.
El Inventario Personal de Orientación. ¿Qué Tan Autorrealizado Está?
Los psicólogos que desean evaluar la autorrealización comúnmente usan el
Inventario Personal de Orientación (POI) (Shostrom, 1962). El POI determina el
grado en que los valores y las actitudes de una persona concuerdan con la
descripción de Maslow de la gente autorrealizada, tales como el ser gobernado
por las motivaciones y principios propios. El inventario contiene artículos que
forzan a la persona a elegir entre opciones tales como (a) “Impresionar a otros es más importante” y (b) “Expresarme yo mismo es más importante.” Un estudio con
estudiantes encontró que aquellos que puntuaron más alto en el POI fueron más
proclives en desempeñarse independientemente en una tarea de razonamiento en
donde otros trataron de influenciar su desempeño (Bordages, 1989).
El Q-Sort: ¿Qué tan Bien Te Describen Ciertas Características Personales?
El Q-sort, derivado de la
teoría del yo de Rogers, se usa para medir el grado de congruencia entre su yo
reas y su yo ideal. Si usted toma un examen Q-sort, se le darían un montón de
tarjetas con una declaración auto descriptiva en cada una. Una declaración
típica podría ser “me siento confortable
con extraños.” Usted pondrá las declaraciones en varios montones, que van
del montón que contiene declaraciones que son más características de su yo real
a un montón conteniendo declaraciones que son menos características de su
actual yo. Usted seguiría entonces el mismo proceso para su yo ideal, creando
un segundo conjunto de grupos. El mayor grado de traslape entre los dos
conjuntos de grupos, la mayor congruencia entre tu yo actual y tu yo ideal. Los
psicoterapeutas han usado el método Q-sort para determinar si la terapia ha
incrementado la congruencia entre el yo real del cliente y su yo ideal (Leaf et
al., 1992).
El Estado del Enfoque Humanístico de la Personalidad
La
investigación a producido apoyo mixto para los conceptos de Maslow de la
autorrealización. Por ejemplo, un estudio de estudiantes quienes puntuaron bajo
en autorrealización en el POI al principio de un curso preparatorio de
universidad encontró que ellos incrementaron en autorrealización al final del
curso (Fogarty, 1994). Pero ha habido resultados inconsistentes con respecto a
la presunción de que la autorrealización aumenta con los años. Un estudio
transversal de mujeres entre los 19 años y los 55 años encontró un incremento
en su sentido de autonomía. Esto es, los sujetos llegaron a estar más motivados
por sus propios sentimientos que por la influencia de otras personas, una
característica de la gente autorrealizada (Hyman, 1988). Aún, un estudio
transversal de miembros de la facultad de los 30 a los 68 años, encontró que su
autorrealización no aumento con la edad (Hawkins, Hawkins, & Ryan, 1989).
Ha
habido relativamente mas investigación en el yo, de por sí, que en la
autorrealización. De hecho, ha habido un surgimiento de una variedad de “yoes.” Una visión del yo planteada por
E. Tory Higgins (1987) considera la relación entre tres yoes: el yo real, el yo
ideal, y el yo deber. Una incongruencia entre el yo real y el yo ideal hará que
una persona se sienta deprimida. Esta incongruencia es expresada en la
observación de Woody Allen, “Mi único
lamento en la vida es que no soy otra persona.” La incongruencia entre el
yo real y el yo deber (el cual es similar al ego ideal de Freud representando
creencias sobre los deberes morales) hará que una persona sienta ansiedad (Straumann
& Higgins, 1988). Estamos motivado a aliviar nuestra angustia personal
reduciendo la incongruencia entre estos yoes (Higgins, 1990).
El enfoque humanístico ha sido elogiado
por oponerse a la tendencia de los psicólogos a estudiar el aspecto negativo de
la experiencia humana animándoles a estudiar el amor, la creatividad, y otros
aspectos positivos de la experiencia humana. El enfoque humanista también ha
renovado el interés en estudiar la experiencia mental consiente, lo cual fue la
primer materia de la psicología hace un siglo (Singer & Kolligian, 1987).
Además, el enfoque humanístico podría reflejar mejor los puntos de vista
populares sobre la personalidad. Una encuesta de personas en la vida diaria, encontró
que la mayoría de la gente cree que otros los conocerían mejor y si otros
conocieran sus experiencias mentales privadas, más que su comportamiento
público (Andersen & Ross, 1984). El enfoque humanístico también ha
contribuido en el reciente interés en el autodesarrollo, incluyendo el énfasis
en mejorar la apariencia física de uno. Por ejemplo, mejorando el fisco de uno
a través del entrenamiento con pesas, mejora la autoestima de hombres (Tucker,
1982) y mujeres (Trujillo, 1983).
Sin
embargo, el enfoque humanístico no ha escapado a la crítica. La critica lo
acusa de divorciar al individuo de ambos, tanto su medio ambiente como de su
mente subconsciente y en fallar al definir operacionalmente y probar
experimentalmente conceptos abstractos, tales como el concepto de
autorrealización (Daniels, 1982). Además, la supuesta bondad del ser humano ha
sido calificada de ingenua aun por el influyente psicólogo humanista Rollo May
(1982), quien cree que la bondad por naturaleza de los seres humanos no habría
creado el mal que el mundo ha conocido.
Maslow
y Rogers han sido acusados de promover inintencionalmente en el egoísmo y
destacar la importancia de la autorrealización sin colocar un énfasis equitativo
en la responsabilidad social (Geller, 1982). Incluso han sido acusado de alentar
la supuesta “generación del yo” de
los norteamericanos que emergieron en la década de 1980s, muchos de cuyos
miembros fueron supuestamente más motivados por el interés propio que por un interés
en contribuir al bienestar de otros. Sin embargo, esta acusación es
contrarrestada por investigación que muestra que, las personas que han
desarrollado una positiva autoestima, tienden a tener una mayor consideración a otros que quienes han desarrollado una autoestima
negativa (Epstein & Feist, 1988). Así, tenemos que tener cuidado en no
confundir autoestima con egocentrismo.
Aunque el enfoque humanista de la personalidad ha
recibido su parte de crítica, Rogers ha sido ampliamente alabado por sus
contribuciones al avance de la psicoterapia. Hoy en día, ningún enfoque sobre
la personalidad domina otro. Cada una realiza una contribución valiosa a
nuestro entendimiento de la personalidad.
El Enfoque Biopiscológico de la Personalidad
Los investigadores de la
personalidad que favorecen el enfoque biopsicológico advierten que, “cualquier teoría que ignore la evidencia
para el sustento biológico del comportamiento humano está atada a una incompleta”
(Kenrick & Dantchik, 1983). La base biológica de la personalidad ha sido
reconocida por pensadores antiguos y modernos por igual. El médico-filosofo
griego Hipócrates (460-377 a.C.) presentó uno de los primeros enfoques
biológicos de la personalidad, el cual fue elaborado por el médico griego
Galeno (130-200 d.C.). Hipócrates y Galeno afirmaban que el temperamento, el
estado emocional predominante de una persona, refleja los niveles relativos de
fluidos corporales que ellos llamaron humores. Ellos asociaron la sangre con
alegre o un temperamento sanguíneo;
flema con calma, o temperamento flemático;
bilis negra con deprimido, o temperamento melancólico;
y bilis amarilla con irritable, o temperamento colérico. Los investigadores han fallado con encontrar una base
humoral para la personalidad. Sin embargo, la investigación de Hans Eysenck
apoya la existencia de estos cuatro temperamentos básicos (Stelmack &
Stalikas, 1991).
La
teoría humoral de la personalidad fue dominante hasta finales del siglo XVIII,
cuando se unió a la frenología y fisiognomía. La frenología es el estudio de
los contornos del cráneo. Los frenologistas suponían que aéreas específicas del
cerebro controlaban características específicas de la personalidad y que los
bultos y depresiones del cráneo indicaban el tamaño de esas aéreas del cerebro.
Aquellos que creían en la fisiognomía, el estudio de la apariencia física,
sostenían que la personalidad era revelada por las características de la cara.
La investigación falló en
respaldar la frenología y la fisiognomía. Al igual que la astrología, estaban
sujetos al efecto Barnum. Si usted sentía el contorno de la cabeza de una
persona y escribía la descripción de una personalidad que contenía halagadoras
generalidades, su paciente podía colocar una injustificada fe en la frenología
(Smith, 1986). Sin embargo, los frenologistas despertaron el interés en el
estudio de las bases biológicas de la personalidad, particularmente el papel de
la herencia (Hilts, 1982). El inicio del siglo XX vio a los investigadores de
la personalidad bilógicamente inclinados comenzar el estudio de las relaciones
entre el psique y la personalidad.
La Relación Entre el Psique y la Personalidad
El estudio científico de las
relaciones entre el psique y la personalidad comezó con el trabajo del
psiquiatra alemán Ernst Kretchmer (1888-1964). Kretchmer (1925) midió el psique
de cientos de pacientes mentales y encontró una relación entre el psique
delgado y la esquizofrenia, y los psiques redondos y la maniaco depresión. Pero
los investigadores que mas hicieron para avanzar el estudio científico de la
relación psique-personalidad fue el médico y psicólogo norteamericano William
Sheldon (1898-1977), cuya inspiración para llegar a ser psicólogo vino de tener
a William James como su padrino (Hilgard, 1987).
Al
formular su teoría constitucional de la personalidad, Sheldon examino
fotografías de miles de hombres jóvenes. Él identifico tres clases de psiques,
los cuales llamó somatotipos. El ectomorfo era un psique fino y frágil; el
mesomorfo tiene un psique muscular y fuerte; y el endomorfo era un psique suave
y redondo. Debido a que Sheldon reconoció que muy poca gente eran somatotipos
puros, él clasificó a los sujetos en una escala del 1 al 7 por cada uno de los
tres tipos de psique. Sheldon también administro exámenes de personalidad a sus
pacientes. Encontró que cada somatotipo estaba asociado con un temperamento
particular. Él llamó al temperamento ectomorfo tímido retraído e introspectivo,
cerebrotonia; al temperamento
mesomorfo astuto, asertivo y enérgico, somatotonia;
y al temperamento endomorfo relajado, sociable y sencillo, viscerotonia (Sheldon & Stevens, 1942).
Pero,
¿Cómo podrían los somatotipos afectar la personalidad? Sheldon razonó que sus
propios somatotipos deberían afectar el comportamiento de las personas y el
comportamiento de otros hacia ellos. Por ejemplo, una persona mesomorfa podría
ser físicamente imponente, haciendo a la persona más seguro de sí mismo y, como
resultado, mas asertivo. Además, otros podrían encontrar al mesomorfo más
atractivo, mejorando más aún su confianza en sí mismo. Sheldon encontró que los
mesomorfos eran los más comunes entre los delincuentes juveniles, quizás porque
eran más fuertes y más asertivos que los ectomorfos o los endomorfos. Hoy en
día, aunque el interés en el estudio de las relaciones entre el tipo de cuerpo
y la personalidad permanece, los psicólogos quienes están interesados en las
bases de la personalidad, son más proclives al estudio de los efectos de la
herencia.
Las Relaciones entre la Herencia y la Personalidad
Hace un siglo Francis Galton insistió que “la naturaleza prevalece enormemente sobre
la crianza” (Holden, 1987). Hoy en día, aquellos como Galton quienes creen
que la herencia moldea la personalidad sostienen que la evolución nos ha
provisto de una tendencia de nacimiento a un comportamiento el cual difiere de
una persona a otra (Buss, 1990). El campo que estudia la relación entre la
herencia y el comportamiento se llama genética conductual. Por ejemplo, un
estudio de genética conductual encontró que la tendencia hereditaria de ser
altamente emocional es un importante factor de riesgo con respecto al divorcio
(Jocklin, McGue, & Lykken, 1996). La investigación en la genética conductual
ha mostrado que aún los infantes recién nacidos exhiben diferencias en el
temperamento, algunos son emocionalmente apacibles, otros emocionalmente
reactivos (Braungart et al., 1992).
¿Cómo
podrían estas diferencias iniciales en el temperamento contribuir al desarrollo
de las diferencias de personalidad? Podrían afectar como los infantes responden
a otras personas y, a su vez, como otras personas responden a ellos. Por
ejemplo, un infante apacible seria menos responsivo a otras personas. Como
consecuencia, otros serian menos responsivos al infante. Esto podría
predisponer al infante a llegar a ser menos sociable posteriormente en su
niñez, sentando las bases para una personalidad introvertida.
La Evaluación Biopsicologica de la Personalidad
En general, la más cercana
relación genética entre dos personas, lo más parecido que serán en
características de personalidad. Pero esta relación podría reflejar
experiencias de vida comunes más bien que herencia genética. Por ejemplo,
gemelos idénticos podrían responder de manera similar a exámenes de
personalidad porque han sido expuestos a un medio ambiente más similar que los
mellizos (Schonemann & Schonemann, 1994). Debido a la dificultad de separar
los efectos genéticos y los efectos ambientales en estudios de familiares que
comparten medios ambientes similares, los investigadores han recurrido a los
estudios de adopción. El Proyecto de Adopción Texas, encontró que, con respecto
a la personalidad, los niños tienden a parecerse más a sus padres biológicos
que a sus padre adoptivos (Loehlin, Horn, & Willerman, 1990). Resultados
como estos indican que la personalidad padre-hijo similarmente, es influenciada
mas por herencia común, que por experiencias comunes de la vida, como se
confirma en el siguiente estudio:
Anatomía de un Estudio de Investigación Contemporáneo
En la Personalidad ¿Son los Gemelos Idénticos Criados Aparte Mas
Parecidos a sus Padres Adoptivos o a Sus Padres Biológicos?
Desde
1979, el psicólogo Thomas Bouchard de la Universidad de Minnesota ha conducido
el estudio más exhaustivo de gemelos idénticos criados aparte y reunidos
posteriormente en sus vidas. Él ha encontrado asombrosas similitudes e
comportamiento entre los gemelos. Considere el caso de Oskar Stohr y Jack Yufe,
quienes nacieron en Trinidad de un padre judío y una madre católica. Los
gemelos fueron separados poco después de su nacimiento y criados en muy
diferentes circunstancias de vida. Mientras Oskar fue criado en Alemania como
nazi por su abuela materna, Jack fue criado en Trinidad como judío por su
padre. Décadas posteriores, cuando llegaron al aeropuerto en Minneapolis para
tomar parte en el estudio Bouchard, ambos Jack y Oskar portaban mostacho,
lentes de montura metálica y camisas de dos bolsas con charreteras. Bouchard
encontró que ambos preferían licores suaves, almacenaban ligas en sus muñecas,
tiraban de la cadena en el excusado antes de usarlo, leían revistas del final
hacia el principio, y mojaban pan con mantequilla en sus cafés (Holden, 1980).
Aunque no hay probablemente genes de “tirar de la cadena en el excusado antes
de usarlo” la idéntica herencia genética de los hombres, les pudo haber
provisto de similares temperamentos que los predispuso a desarrollar ciertos
comportamientos similares. De hecho, Bouchard y sus colegas encontraron que el
ambiente de crianza tuvo relativamente pequeña influencia en el desarrollo de
la personalidad (Bouchard & McGue, 1990).
Los
estudios de gemelos idénticos criados aparte proveen el más fuerte apoyo para
la base hereditaria de la personalidad. Los gemelos idénticos tienen 100% de
sus genes en común, mientras que los gemelos fraternos no son más parecidos
genéticamente que los hermanos no gemelos. Esto podría explicar porque los
gemelos idénticos que son adoptados y criados en familias diferentes son más
similares en personalidad que los gemelos fraternales que son criados por sus
padres biológicos, aun tres décadas después de la adopción (Tellegen et al.,
1988).
Método
Los sujetos fueron
participantes en el Estudio de Gemelos de Minnesota entre 1970 y 1984. Había
217 pares de gemelos idénticos criados juntos y 114 pares de mellizos criados
juntos. Había 44 pares de gemelos idénticos criados aparte y 27 pares de
mellizos criados aparte. Los gemelos que habían sido criados aparte habían sido
separados, en promedio, más de 30 años. A los sujetos se les dio el
Cuestionario de Personalidad Multidimensional, que mide los rasgos básicos de
la personalidad.
Resultados y Discusión
Los resultados indicaron que
los gemelos idénticos criados juntos y los gemelos idénticos criados aparte
eran altamente similares en inteligencia. Los gemelos idénticos criados aparte
también fueron más similares que los mellizos criados aparte. En conjunto, la
heredabilidad de la personalidad fue 0.48. (La heredabilidad de la personalidad
es la proporción de variabilidad en la
personalidad dentro de una población que es causada por la herencia.
Estado del Enfoque
Biopsicologico de la Personalidad
La investigación
ha fallado en encontrar una fuerte relación entre los somatotipos y las
personalidades presentadas por Sheldon. Uno de los mayores problemas con la investigación
de Sheldon, fue que él clasifico ambos los somatotipos y los temperamentos de
sus casos. Esto proporciona espacio para la predisposición del experimentador, quizás
haciendo que sus clasificaciones apoyen su teoría más de lo debido. No
obstante, existe una modesta relación entre el psique y la personalidad. Por
ejemplo, tal como fue predicho por Sheldon, los hombres mesomorfos son mas
extrovertidos, seguros de sí mismos, y emocionalmente estables (Tucker, 1983).
Pero en un estudio donde los miembros del personal clasificaron las personalidades
de los niños en una guardería, no encontraron relación entre sus psiques y sus
personalidades (Lester, Kamisky, & McGovern, 1993).
Aún,
los resultados positivos no indican que las diferencias en los psiques causan
diferencias en la personalidad. Tal vez, en su lugar, las diferencias entre
personalidad afecta los hábitos de dieta y ejercicio, de este modo, causando
diferencias en el psique. Otra posibilidad es que los factores hereditarios
causen una relación entre psique y personalidad. Por ejemplo, un estudio encontró
que los infantes ectomorfos recién nacidos fueron más emocionalmente
responsivos que infantes con otros psiques (Lester & Wosnack, 1990). Esto
apoya la noción de Sheldon de que los mismos genes deben determinar ambos,
tanto psique como temperamento (Sheldon & Stevens, 1942).
Poniendo aún lado la cuestión
sobre la relación entre el psique y la personalidad, ¿Cuán hereditable es la
personalidad? La investigación ha sido consistente en encontrar que, aunque los
resultados varían de alguna manera, la heredabilidad de la personalidad es
aproximadamente 0.50 (Bouchard, 1994). Y, ¿Qué de la investigación de Bouchard
en gemelos idénticos criados aparte? Se tiene que tener cuidado en llegar a
conclusiones sobre la asombrosa similitud en el comportamiento en algunos de
los gemelos que él ha estudiado. Imagine que a usted y a un estudiante amigo
suyo se les hicieran miles de preguntas (como Bouchard les pregunto a sus
sujetos). Usted sin lugar a dudas encontraría algunas similitudes asombrosas
entre ustedes dos, aunque no estuvieran relacionados genéticamente. Esto fue
demostrado en un estudio que encontró muchas similitudes entre pares de
extraños. Por ejemplo, un par de mujeres eran ambas bautistas, estudiantes de enfermería,
activas en el tenis y el voleibol, aficionadas al ingles y a las matemáticas, no
aficionadas a la taquigrafía, y aficionadas a vacacionar a lugares históricos
(Wyatt et al., 1984). Por supuesto al comparar la actuación de gemelos en exámenes
formales de personalidad, Bouchard no hace más que simplemente reportar casos seleccionados
de similitudes asombrosas entre algunos. Dada la evidencia para influencias
tanto genéticas como ambientales, la mejor apuesta es aceptar que ambas
fuertemente, aparentemente por igual, afectan el desarrollo de la personalidad.
¿Es la Personalidad Consistente?
Usted tal vez recuerda que la
definición de personalidad incluye la palabra consistente. Pero ¿realmente la
gente se comporta consistentemente de una situación a otra? Los profesores que
escriben cartas de recomendación para alumnos supones que así es, cuando ellos
se refieren a sus alumnos como “maduros,”
“amigables,” y “conscientes.”
Pero, un alumno que ha sido maduro, amigable, y consciente en el colegio,
¿necesariamente exhibirá esos rasgos en un trabajo o una escuela de posgrado?
El grado de consistencia transituacional en la personalidad ha sido uno de los
aspectos más controversiales en la investigación sobre la personalidad
(Siberstein, 1988).
La
Personalidad como Inconsistente
El debate sobre la consistencia
de la personalidad comenzó en 1968, con la publicación de un libro por el
teórico social cognitivo, Walter Mischel. Él reportó que la personalidad es
mucho menos consistente de una situación a otra de lo que se pensaba
comúnmente. Mischel encontró que la correlación entre dos comportamientos
cualesquiera, para representar el mismo rasgo de personalidad subyacente, raramente excede un relativamente modesto 0.30. Esto significa que usted no
puede predecir con confianza si una persona, a quien calificó alto en el rasgo de
generosidad, actuará de una manera generosa en una situación dada. Por ejemplo,
una persona que calificó alto en un examen midiendo la generosidad podría donar
al Ejército de Salvación, pero podría no recoger el cheque en un restaurante,
aunque ambos comportamientos podrían presumiblemente reflejar el rasgo de
generosidad. Basado en su reseña de hallazgos de investigación, Mischel
descubrió que nuestro comportamiento es influenciado mas por las situaciones en
las cuales nosotros mismos nos encontramos que por nuestras características de
personalidad.
Aunque
Mischel estimuló el reciente debate sobre el asunto de la consistencia de la
personalidad, el asunto no es nuevo. Cuarenta y dos años antes de que Mischel
publicara sus hallazgos, psicólogos reportaron investigación mostrando que la
honestidad de los niños era inconsistente a través de situaciones. Un niño
podía engañar en un examen, pero no en un evento atlético, o engañar en la
escuela, pero no en casa (Hartshorne & May, 1928).
Si la personalidad es inconsistente a través de situaciones, ¿porque la
percibimos como consistente en nuestra vida diaria? Primero, podríamos
confundir la consistencia de comportamiento en una situación dada en el tiempo
con la consistencia de ese comportamiento a través de diferentes situaciones
(Mischel & Peake, 1982). Si una compañera de estudios es consistentemente
humorística en tu clase de psicología, usted podría erróneamente inferir que
ella es humorística en casa, en fiestas, y en el dormitorio. Segundo, tendemos
a evitar situaciones que son inconsistentes con nuestras personalidades
(Snyder, 1983). Si se ve a sí mismo como “ecuánime,” podría evitar situaciones
que podrían hacerle perder su genio, tales como discusiones sobre el asunto del
aborto.
Tercero, nuestra primera impresión de una
persona puede hacernos descontar un comportamiento posterior si es
inconsistente con ello (Hayden & Mischel, 1976). Si alguien es amistoso con
usted la primera vez que lo conoce, pero es rudo con usted la siguiente ves que
lo ve, usted podría decir que él no fue “él
mismo” hoy. Y cuarto, nuestra percepción de consistencia transituacional en
otros podría reflejar un factor situacional poderoso, nuestra presencia en su
ambiente (Lord, 1982). Si otros adaptan sus comportamientos a nuestra
presencia, podríamos erróneamente inferir que son consistentes a través de
situaciones.
La Personalidad Como Consistente
Estos ataques sobre la consistencia
transituacional, han provocado la respuesta de aquellos que opinan que hay más
consistencia transituacional de lo que Mischel y sus aliados piensan (Kenrick
& Funder, 1988). Primero, los individuos no muestran consistencia en
ciertos rasgos. Pero, ¿Cómo sabemos cuáles rasgos? Una manera de encontrarlo es
preguntarlo. Las personas que afirman ser consistentes en algún rasgo dado, tienden a exhibir comportamientos reflejando ese rasgo a lo largo de situaciones
(Zuckerman et al., 1988). En un estudio, se les pidió a estudiantes que
juzgaran cuan consistentes eran en el rasgo de la amistad. Aquellos que
afirmaron ser amigables a través de situaciones, fueron, de hecho, más
consistentemente amigables que los estudiantes que afirmaron no
serlo, tal como se verifico por sus compañeros, padres, y otros observadores
(Bem &Allen, 1974).
Segundo, la consistencia
transituacional en el comportamiento depende de si la persona es un auto monitor alto o un auto-monitor bajo. Los auto-monitores
altos están interesados acerca de cómo las personas los perciben, y adaptan su
comportamiento para ajustarse a situaciones especificas, mientras los
auto-monitores bajos, están menos preocupados en cuanto a cómo las personas los
perciben, y no adaptan su comportamiento a situaciones especificas. Esto
significa que los auto-monitores bajos, muestran una mayor consistencia
transituacional en sus comportamientos que los auto monitores altos (Gangestad
& Snyder, 1985).
Tercero, muchos de los
estudios que Mischel revisó, fueron garantizados de encontrar baja
consistencia transituacional, ya sea porque resultados de las pruebas de rasgos
correlacionados con casos individuales de comportamiento, o instancias únicas
de comportamiento correlacionados uno con el otro. Esto sería como tratar de
predecir tu calificación exacta en tu próximo examen de psicología, de tu
calificación del examen de evaluación académica, o de tu calificación en el
examen de biología. La predicción sería probablemente equivocada, porque muchos
factores influyen en tu desempeño sobre cualquier examen académico dado. De manera
similar, muchos factores, además de los rasgos de una personalidad dada,
influyen en su comportamiento en una situación dada.
Los
psicólogos han logrado el mayor éxito en demostrar consistencia
transituacional, usando agregación de comportamiento. En el comportamiento de
agregación, usted observará el comportamiento de una persona a través de varias
situaciones. Usted entonces determinará como la persona típicamente, pero no
necesariamente siempre, se comporta mucho en la misma manera de forma tal que
usted encontrará su promedio en varios exámenes para determinar su típico
desempeño en un curso. Una persona “humorística”
será humorística en muchas, pero no en todas, las situaciones. Cuando
predecimos como una persona típicamente se comportará, en vez de cómo una persona
se comportará en una situación específica, la correlación entre los rasgos y el
comportamiento llega a ser relativamente alta 0.60 o más (Epstein &
O’Brien, 1985) Por ejemplo, un estudio en estudiantes de colegio encontró que
la correlación entre sus rasgos extrovertidos y su comportamiento en una forma
extrovertida fue 0.70 cuando promedio a través de varias situaciones
(Herringer, 1993). La importancia de agregación de comportamiento en determinar
la consistencia de la personalidad fue demostrada en el siguiente estudio
clásico:
Anatomía de un Estudio de Investigación Clásico
¿Es la Personalidad Consistente de una Situación a Otra?
Base Lógica
Cuando la agregación de
comportamiento fue aplicada al estudio de Hartshorne y Mary (1928), la correlación
entre los rasgos de honestidad y los comportamiento reflejando que la honestidad
aumentó considerablemente. Considere un caso similar por George Dudycha (1936),
donde se examinó la consistencia de la personalidad con respecto a la
puntualidad.
Método
Dudycha noto que algunas
personas tenían reputación de siempre ser puntuales y otros de siempre llegar
tarde. Él decidió estudiar el fenómeno de la puntualidad en la vida diaria, en
vez de establecer una situación artificial en donde la puntualidad seria medida.
Los sujetos fueron 307 estudiantes hombres y mujeres del Ripton College durante
el año académico de 1934-1935. Su puntualidad fue medida en muchas ocasiones en
seis situaciones: Clases a las 8:00 AM; tiempo de comer en el comedor; cita de
conferencia con profesores; actividades extracurriculares (banda del colegio y
cantante de colegio); servicios religiosos; y programas de entretenimiento (Basquetbol,
teatro y conciertos). Hubo un total de 15360 observaciones.
Resultado y Discusiones
Cuando las correlaciones fueron
hechas entre cualquiera de estas dos situaciones, los estudiantes fueron inconsistentes.
Esto parecía indicar que las situaciones, no los rasgos, dieron cuenta de la
puntualidad. Pero, al igual que en el estudio de Hartshorne y Mary (1928),
cuando la agregación de comportamiento fue aplicada al estudio de Dudycha, los
estudiantes de colegio mostraron mayor consistencia transituacional en su
puntualidad. Así, aunque los rasgos de personalidad podrían no predecir nuestro
comportamiento en situaciones particulares, ellos podrían predecir nuestro típico
comportamiento a través de una variedad de situaciones relacionadas.
El
debate sobre la consistencia transituacional ha amainado. La tendencia de los
investigadores es estar de acuerdo en que el mejor enfoque es considerar la interacción
de la persona y de la situación al evaluar la consistencia transituacional
(Murtha, Kanfer, & Ackerman, 1996). Aun Gordon Allport, el gran investigador
de los rasgos, vio el comportamiento
humano como el producto de esos factores, con diferentes grados despertados en
diferentes grados por diferentes situaciones (Zuroff, 1986). Por supuesto,
algunas situaciones (tales como estar en la iglesia) son tan poderosos que casi
todas las personas, sin importar sus personalidades, se comportaran de la misma
manera en ellas (Monson, Hesley, & Chernick, 1982).
Tomado de Psychology, by
Lester M. Sdorow, Fourth Edition,
McGraw Hill, 1998. Chapter 13, Personality, p. 441-473. Adaptación y traducción:
José Escobar.