Las Mil y Una Noches, es una colección de cuentos populares de Oriente Medio, compilados en lengua árabe durante la Edad de Oro islámica. A menudo se la conoce en inglés como, Noches Arabes, debido a la primera edición en inglés (c. 1706-1721), que tradujo el título como, El Entretenimiento de las Mil y Una Noches.
Algunas de las historias comúnmente asociadas con, Noches Árabes, en particular, "Aladino y la Lámpara Maravillosa," y "Ali Baba y los Cuarenta Ladrones", no formaban parte de la colección en las versiones árabes originales, sino que fueron agregadas a la colección por el traductor francés, Antoine Galland... ...después de escucharlos de la escritora siria, Hanna Diyab, durante la visita de esta última a París. Otras historias, como, "Los Siete Viajes de Simbad el Marinero", tuvieron una existencia independiente, antes de ser añadidas a la colección.
La historia principal se refiere a Shahryār, a quien el narrador llama un, "rey sasánida," que gobierna en, "India y China".
Shahryār se sorprende al saber que la esposa de su hermano le es infiel. Al descubrir que la infidelidad de su propia esposa, ha sido aún más flagrante, hace que la maten. En su amargura y dolor, decide que todas las mujeres son iguales. Shahryār comienza a casarse con una sucesión de vírgenes, solo para ejecutarlas a la mañana siguiente, antes de que tenga la oportunidad de deshonrarlo.Varias historias de, Las Mil y Una Noches, también presentan elementos de ciencia ficción. Un ejemplo es, "Las Aventuras de Bulukiya", donde la búsqueda del protagonista, Bulukiya de la hierba de la inmortalidad, lo lleva a explorar los mares, viajar al Jardín del Edén, y a Jahannam, y viajar a través del cosmos, hacia mundos diferentes mucho más grandes que el suyo, anticipando elementos de la ciencia ficción galáctica; en el camino, se encuentra con sociedades de genios, sirenas, serpientes parlantes, árboles parlantes, y otras formas de vida. En otro cuento de, Las Mil y Una Noches, el protagonista, Abdullah el Pescador, adquiere la capacidad de respirar bajo el agua, y descubre una sociedad submarina que se presenta como un reflejo invertido de la sociedad terrestre, en el sentido de que la sociedad submarina sigue una forma de comunismo primitivo, donde conceptos como el dinero y la ropa, no existe. Otros cuentos de, Las Mil y Una Noches, tratan de tecnologías antiguas perdidas, civilizaciones antiguas avanzadas que se extraviaron, y catástrofes que las abrumaron. "La Ciudad de Bronce," presenta a un grupo de viajeros en una expedición arqueológica, a través del Sahara... ...para encontrar una antigua ciudad perdida, e intentar recuperar una vasija de bronce que Salomón una vez usó, para atrapar a un genio, y, a lo largo del camino, encontrará una reina momificada, habitantes petrificados, robots y autómatas humanoides realistas, seductoras marionetas que bailan sin cuerdas, y un robot jinete de bronce que dirige el grupo hacia la ciudad antigua. "El Caballo de Ébano," presenta un robot, en forma de un caballo mecánico volador controlado mediante llaves, que podría volar al espacio exterior y hacia el Sol, mientras que, "El Tercer Cuento de Qalandar,” también presenta un robot en forma de un extraño barquero. "La Ciudad de Latón" y "El Caballo de Ébano," pueden considerarse primeros ejemplos de protociencia ficción.
La historia de las, Noches, es extremadamente compleja, y los eruditos modernos, han hecho muchos intentos de desentrañar la historia, de cómo surgió la colección, tal como existe actualmente. Robert Irwin resume sus hallazgos:
Algunos eruditos consideran que los recursos encontrados en la literatura sánscrita, como las historias dentro de historias, y las fábulas de animales, están en la raíz de la concepción de las, Noches. El motivo de la joven sábia, que retrasa y finalmente elimina un peligro inminente contando historias, se remonta a fuentes hindúes.
El folclore hindú, está representado en las, Noches, por ciertas historias de animales, que reflejan la influencia de las antiguas fábulas sánscritas. La influencia del Panchatantra y Baital Pachisi, es particularmente notable.Las primeras menciones de las, Noches, se refieren a ellas como una traducción árabe de un libro persa, Hezār Afsān, también conocido como, Afsaneh, o Afsana, que significa, "Las Mil Historias".
En el siglo X, Ibn al-Nadim compiló un catálogo de libros, el "Fihrist," en Bagdad. Señalaba que los reyes sasánidas de Irán, disfrutaban de, "cuentos y fábulas nocturnas". Luego, Al-Ñadi escribe sobre el persa, Hezār Afsān, explicando la estructura narrativa que emplea: un rey sediento de sangre, mata a una sucesión de esposas después de su noche de bodas. Al final, una tiene la inteligencia de salvarse, contándole una historia cada noche, dejando cada historia sin terminar hasta la noche siguiente, para que el rey retrase su ejecución.A mediados del siglo XX, la erudita, Nabia Abbott, encontró un documento de unas líneas de una obra árabe con el título, El Libro del Cuento de las Mil Noches, que data del siglo IX. Éste es el fragmento más antiguo que se conserva de, Las Noches.
La primera referencia a la versión árabe bajo su título completo, Las Mil y Una Noches, aparece en El Cairo, en el siglo XII. El profesor Dwight Reynolds describe las transformaciones posteriores de la versión árabe:El Portero y las Tres Damas.
Las Tres Manzanas.
Nur al-Din Ali y Anis al-Jalis.
Ali Ibn Bakkar y Shams al-Nahar.
Los textos de la recensión siria, no contienen mucho más que ese núcleo. Se debate cuál de las recensiones árabes es más, "auténtica," y más cercana al original: las egipcias han sido modificadas más extensamente y más recientemente, y estudiosos como, Muhsin Mahdi, han sospechado que esto se debió en parte a la demanda europea de una, "versión completa"; pero parece que este tipo de modificaciones, han sido habituales a lo largo de la historia de la colección, y siempre se le han añadido cuentos independientes.
La primera edición impresa en árabe, de,
Las Mil y Una Noches, se publicó en 1775. Contenía una versión egipcia de, Las Noches, conocida como,
"ZER" (Recensión Egipcia de Zotenberg) y 200 cuentos. No sobrevive
ninguna copia de ésta edición, pero fue la base de una edición de 1835, de
Bulaq, publicada por el gobierno egipcio.
Las, Noches, fueron impresas a continuación en árabe en dos volúmenes en Calcuta, por la Compañía Británica de las Indias Orientales, en 1814-1818. Cada volumen contenía cien cuentos.
La primera versión europea, (1704-1717), fue traducida al francés, por Antoine Galland, a partir de un texto árabe de la recensión siria y otras fuentes. Ésta obra de 12 volúmenes, Les Mille et Une Nuits, Contes Arabes Traduits en Français, o, 'Las Mil y Una Noches, Historias Árabes Traducidas al Francés', incluía historias que no estaban en el manuscrito árabe original.
"La Lámpara de Aladino" y "Ali Baba y los Cuarenta Ladrones," así como varios otros cuentos menos conocidos, aparecieron por primera vez en la traducción de Galland, y no se pueden encontrar en ninguno de los manuscritos originales. Galland escribió que los escuchó de la narradora cristiana maronita, Hanna Diab, durante su visita a París. La versión de Galland de, Las Noches, fue inmensamente popular en toda Europa, y el editor de Galland, publicó versiones posteriores utilizando el nombre de Galland, sin su consentimiento.Línea de Tiempo
Los académicos han elaborado una cronología sobre la historia de la publicación de, Las Noches:
Siglo X: Mención de, Hezār Afsān, en el, "Fihrist," (Catálogo de libros) de Ibn al-Nadim, en Bagdad. Atribuye a la colección un origen persa sasánida preislámico, y se refiere a la historia base de Scheherazade, contando historias durante mil noches para salvar su vida.
Siglo X: Referencia a, Las Mil Noches, una traducción árabe del persa, Hezār Afsān, o, "Mil Historias", en, Muruj Al-Dhahab, o, Los Prados de Oro, de Al-Mas'udi.
Siglo XII: Un documento de El Cairo, hace
referencia a un librero judío que prestó un ejemplar de, Las Mil y Una Noches. Ésta es la primera aparición de la forma
final del título.
Siglo XIV: Manuscrito sirio existente en la, Bibliothèque Nationale de France, en París. Contiene alrededor de 300 cuentos.
1704: La traducción francesa de Antoine Galland, es la primera versión europea de, Nights. Los volúmenes posteriores se introdujeron utilizando el nombre de Galland, aunque las historias fueron escritas por personas desconocidas a instancias del editor, que quería sacar provecho de la popularidad de la colección.
C. 1706 – c. 1721: Aparece en Europa una versión en inglés de 12 volúmenes, traducida de forma anónima, denominada versión, "Grub Street". Se titula, Arabian Nights' Entertainments, el primer uso conocido del título común en inglés de la obra.
1768: Primera traducción al polaco, 12 volúmenes. Basado, como ocurre con muchas versiones europeas, en la traducción francesa.
1775: Versión egipcia de, Noches, llamada, "ZER," o, Recensión egipcia de Herman Zotenberg, con 200 cuentos. No existe ninguna edición.
1804–1806, 1825: El políglota y orientalista austríaco, Joseph von Hammer-Purgstall, (1774–1856), traduce al francés un manuscrito que se perdió posteriormente, entre 1804 y 1806. Su traducción al francés, que fue parcialmente abreviada e incluía las, "historias de huérfanos," de Galland, se ha perdido, pero sobrevive su traducción al alemán, publicada en 1825.
1814: La
Compañía Británica de las Indias Orientales, publica Calcuta I, la primera versión impresa en árabe existente. En 1818,
se publicó un segundo volumen. Ambos tenían 100 cuentos cada uno.
1811: Jonathan Scott (1754-1829), un inglés que aprendió árabe y persa en la India, produce una traducción al inglés, basada principalmente en la versión francesa de Galland, complementada con otras fuentes. Robert Irwin la llama la, "primera traducción literaria al inglés", en contraste con traducciones anteriores del francés realizadas por, "Grub Street hacks".
Principios del siglo XIX: Se realizan traducciones del texto al persa moderno, bajo el título, Alf leile va leile, Hezār-o yek šhab, o, en árabe distorsionado, Alf al-leil. Muhammad Baqir Khurasani Buzanjirdi, nacido en 1770, finalizó su traducción en 1814, patrocinada por Henry Russell, segundo baronet (1783-1852), residente británico en Hyderabad. Tres décadas después, Abdul Latif Tasuji completó su traducción. Posteriormente fue ilustrado por Sani ol Molk (1814-1866) para Mohammad Shah Pajar.
1825-1838: Se publica la edición Breslau/Habicht en árabe, en 8 volúmenes. Christian Maximilian Habicht, nacido en Breslau, Prusia, en 1775, colaboró con el tunecino Mardoqueo, ibn al-Najjar, para crear esta edición que contiene 1001 noches. Además del manuscrito de Galland, utilizaron lo que creían que era un manuscrito tunecino, que más tarde se reveló como una falsificación por al-Najjar. Utilizando versiones de, Las Noches, cuentos de Al-Najjar y otras historias de origen desconocido, Habicht publicó su versión en árabe y alemán.
1842-1843: Cuatro volúmenes adicionales de
Habicht.
1835: Versión Bulaq: Estos dos volúmenes, impresos por el gobierno egipcio, son la versión impresa y publicada más antigua de, Noches, en árabe por un no europeo. Se trata principalmente de una reimpresión del texto ZER.
1839-1842: Se publica, Calcuta II, (4 volúmenes). Afirma estar basado en un manuscrito egipcio más antiguo, nunca se ha encontrado. Ésta versión contiene muchos elementos e historias de la edición Habicht.
1838: Versión Torrens en inglés.
1838-1840: Edward William Lane publica una traducción al inglés. Destaca por la exclusión de Lane de contenidos que consideraba inmorales, y por sus notas antropológicas sobre las costumbres árabes.
1882–1884: John Payne publica una versión en inglés traducida íntegramente de, Calcuta II, añadiendo algunos cuentos de, Calcuta I, y Breslau.
1885–1888: Sir Richard Francis Burton publica una traducción al inglés de varias fuentes, en gran parte la misma que Payne. Su versión acentuó la sexualidad de las historias, frente a la traducción expurgada de Lane.
1889-1904: J. C. Mardrus publica una
versión francesa utilizando las ediciones Bulaq
y Calcuta II.
1984: Muhsin Mahdi publica una edición árabe basada en el manuscrito árabe más antiguo que se conserva, basado en el manuscrito sirio más antiguo que se conserva actualmente en la Bibliothèque Nationale.
1986-1987: Traducción al francés del arabista René R. Khawam.
1990: Husain Haddawy publica una
traducción al inglés de Mahdi.
1991: Traducción francesa por los arabistas, Jamel˗Eddine Bencheikh y André Miquel para la Bibliothèque de la Pléiade.
2008: Traducción de, New Penguin Classics, en tres volúmenes, de Malcolm C. Lyons y Ursula Lyons, de la edición Calcuta II.
Las Mil
y Una Noches y varios cuentos que contiene, hacen uso de muchas técnicas
literarias innovadoras, en las que se basan los narradores de los cuentos, para
aumentar el drama, el suspenso, u otras emociones. Algunos de ellos, se
remontan a la literatura persa, india, y
árabe anterior, mientras que otros eran originales de, Las Mil y Una Noches.
Las, Mil y Una Noches, emplea un ejemplo temprano de historia marco o dispositivo de encuadre: el personaje Scheherazade narra una serie de cuentos, la mayoría de las veces cuentos de hadas, al sultán Shahriyar, durante muchas noches.
Muchos de los cuentos de Scheherazade, son en sí mismos historias marco, como el Cuento de Simbad el Marinero y Simbad el Hombre de Tierra, que es una colección de aventuras relacionadas por Simbad el marinero con Simbad el hombre de tierra.Otra técnica que aparece en, Las Mil y Una Noches, es un ejemplo temprano de la, "historia dentro de una historia", o técnica narrativa integrada: esto se remonta a tradiciones narrativas persas e indias anteriores, más notablemente el, Panchatantra de la antigua literatura sánscrita.
Las Noches, sin embargo, mejoraron el Panchatantra en varios aspectos, particularmente en la forma en que se presenta la historia. En el Panchatantra, las historias se introducen como analogías didácticas, y la historia marco se refiere a estas historias con variantes de la frase, "Si no tienes cuidado, te pasará a ti lo que le pasó al piojo y a la pulga". En, Las Noches, éste marco didáctico, es la forma menos común de presentar la historia: en cambio, una historia se presenta más comúnmente a través de medios sutiles, particularmente como respuesta a preguntas planteadas en un cuento anterior.La visualización dramática es, "la representación de un objeto o
personaje con abundancia de detalles descriptivos, o la representación mimética
de gestos y diálogos de tal manera que haga que una escena determinada sea
'visual' o se presente imaginativamente para una audiencia". Ésta
técnica se utiliza en varios cuentos de, Las
Mil y Una Noches, como el cuento de, "Las
Tres Manzanas."
Un tema común en muchos cuentos de, Las Mil y Una Noches, es la suerte y el
destino. El cineasta italiano, Pier Paolo Pasolini, observó:
Los primeros ejemplos de la técnica de presagio de designación repetitiva, ahora conocida como, "pistola de Chéjov", se encuentran en, Las Mil y Una Noches, que contiene, "referencias repetidas a algún personaje, u objeto, que parece insignificante cuando se menciona por primera vez, pero que reaparece más tarde para invadir de repente la narrativa". Un ejemplo notable es el cuento de "Las Tres Manzanas."
Varios cuentos de, Las Mil y Una Noches, utilizan la profecía autocumplida, como una forma especial de prolepsis literaria, para presagiar lo que va a suceder. Éste recurso literario, se remonta a la historia de Krishna, en la literatura sánscrita antigua, y a Edipo, o la muerte de Heracles, en las obras de Sófocles. Una variación de éste recurso, es el sueño autocumplido, que se puede encontrar en la literatura árabe, o los sueños de José, y sus conflictos con sus hermanos, en la Biblia hebrea.
Leitwortstil, es, "la
repetición intencionada de palabras," en una pieza literaria
determinada que, "normalmente expresa un motivo o tema importante para
la historia determinada". Éste recurso, ocurre en, Las Mil y Una Noches,
que une varios cuentos en un ciclo narrativo. Los narradores de los cuentos, se
basaron en ésta técnica, "para dar forma a los miembros constituyentes
de sus ciclos narrativos en un todo coherente".
Otra técnica utilizada en, Las Mil y Una Noche, es el patronaje temático, que es:
[L]a distribución de
conceptos temáticos recurrentes y motivos moralistas entre los diversos
incidentes y marcos de una historia. En un cuento hábilmente elaborado, los
patrones temáticos pueden organizarse de manera que enfaticen el argumento
unificador o la idea destacada que eventos y marcos dispares tienen en común.
Varias variantes diferentes de la historia de, "Cenicienta", que tiene su origen en la antigua historia griega de, Rhodopis, aparecen en, Las Mil y Una Noches, incluidas, "La Historia del Segundo Shaykh", "El Cuento de la Dama Mayor" y "Abdallah ibn Fadil y Sus Hermanos", todos ellos relacionados con el tema de un hermano menor acosado por dos mayores celosos. En algunos de ellos, los hermanos son mujeres, mientras que en otros, son hombres. Uno de los cuentos, "Judar y sus hermanos", se aleja de los finales felices de variantes anteriores, y reelabora la trama para darle un final trágico, con el hermano menor siendo envenenado por sus hermanos mayores.
Las Noches, contienen muchos ejemplos de humor
sexual. Algo de ésto raya en la sátira, como en el cuento llamado, "Ali con el Miembro Grande",
que se burla de la obsesión por el tamaño del pene.
El recurso literario del narrador poco fiable, se utilizó en varios cuentos árabes medievales ficticios de, Las Mil y Una Noches. En un cuento, "Los Siete Visires," también conocido como, "El Arte y la Malicia de las Mujeres,” o “El Cuento del Rey, su Hijo, su Concubina y los Siete Visires", una cortesana acusa al hijo de un rey, de haberla agredido, cuando en realidad ella no había logrado seducirlo.
La historia está inspirada en la historia coránica/bíblica de Yusuf/José. Siete visires intentan salvar su vida, narrando siete historias para demostrar la falta de confiabilidad de las mujeres, y la cortesana responde, narrando una historia para demostrar la falta de confiabilidad de los visires. El recurso narrador poco confiable, también se utiliza para generar suspenso en, "Las Tres Manzanas," y humor en, "El Cuento del Jorobado."Crimen Ficción
Un ejemplo de los géneros de asesinato, misterio, y thriller de suspenso de la colección, con múltiples giros argumentales y elementos de ficción detectivesca, fue, "Las Tres Manzanas", también conocida como, Hikayat al-sabiyya 'l-maqtula, o, 'El Cuento de la Joven Asesinada'.
Luego, Harun le da a Ja'far tres días más para encontrar al esclavo culpable. Cuando una vez más no logra encontrar al culpable, y se despide de su familia antes de su ejecución, descubre por casualidad que su hija tiene la manzana, que obtuvo del propio esclavo de Ja'far, Rayhan. Así se resuelve el misterio.
La fascinación se utiliza como recurso argumental en la ficción gótica, y la ficción de terror, así como en la ficción paranormal moderna. Las leyendas sobre casas encantadas, aparecen desde hace mucho tiempo en la literatura. En particular, el cuento de, Las Mil y Una Noches, de, "Ali el Cairene y la Casa Encantada en Bagdad" gira en torno a una casa encantada por genios.
Es casi seguro que Las Noches, es la literatura más antigua que se conserva que menciona demonios, y muchas de las historias de esa colección involucran o hacen referencia a demonios. Un excelente ejemplo de la historia es, La Historia de Gherib y su Hermano Agib, de Noches Árabes vol. 6, en la que Gherib, un príncipe marginado, lucha contra una familia de demonios hambrientos, y luego los esclaviza y los convierte al Islam.Varias historias de, Las Mil y Una Noches, presentan elementos tempranos de ciencia ficción. Un ejemplo es, "Las Aventuras de Bulukiya", en la que la búsqueda del protagonista Bulukiya, de la hierba de la inmortalidad, lo lleva a explorar los mares, viajar al Paraíso y al Infierno, y viajar a través del cosmos hacia diferentes mundos mucho más grandes que el suyo, anticipando elementos de la ciencia ficción galáctica;
en el camino, se encuentra con sociedades de genios, sirenas, serpientes parlantes, árboles parlantes y otras formas de vida. En, "Abu al-Husn y su Esclava Tawaddud", la heroína Tawaddud, da una conferencia improvisada sobre las mansiones de la Luna, y los aspectos benevolentes y siniestros de los planetas.Hay abundancia de poesía árabe en, Las Mil y Una Noches. Los narradores de historias, suelen utilizarlo para proporcionar descripciones detalladas, generalmente de la belleza de los personajes. Los personajes también ocasionalmente citan o hablan en verso en ciertos escenarios. Los usos incluyen pero no se limitan a:
Alabando a Dios, a las realezas y a los
que están en el poder.
Suplicando misericordia y perdón.
Lamentándose de decisiones equivocadas o
de mala suerte.
Proporcionar acertijos, plantear preguntas, desafíos.
Criticar elementos de la vida,
preguntarse.
Expresar sentimientos a los demás o a uno
mismo: felicidad, tristeza, ansiedad, sorpresa, enfado.
En un ejemplo típico, al expresarse sentimientos de felicidad desde la Noche 203, el Príncipe Qamar Al-Zaman, parado afuera del castillo, quiere informar a la Reina Bodour de su llegada. Envuelve su anillo en un papel, y se lo entrega al sirviente, quien se lo entrega a la Reina. Cuando lo abre y ve el anillo, la alegría la conquista, y de felicidad canta este poema:
Un
eón, y las lágrimas inundaron mis ojos
Y he
jurado que si el tiempo nos uniera de nuevo
Nunca
pronunciaré ninguna separación con mi lengua.
La alegría me conquistó hasta el punto de
lo
cual me hizo feliz que lloré
Ay
ojo, las lágrimas que salían de ti se volvieron un principio
Lloras de alegría y de tristeza.
Traducción literal.
Con
lágrimas que de mis párpados caían como lluvia ardiente
Y
juré que, si los días se dignan reunirnos a los dos,
Mis
labios nunca más deberían hablar de separación:
La alegría me ha abrumado de tal manera que,
por
la tensión misma de aquello que me alegra hasta el llanto, me alegro.
Las
lágrimas se han convertido para vosotros en un hábito, oh ojos míos,
De
modo que lloráis tanto de alegría, como de dolor.
La influencia de las versiones de, Las Noches, en la literatura mundial, es inmensa. Escritores tan diversos como, Henry Fielding, y Naguib Mahfouz, han aludido a la colección por su nombre en sus propias obras. Otros escritores que han sido influenciados por, Las Noches, incluyen a John Barth, Jorge Luis Borges, Salman Rushdie, Orhan Pamuk, Goethe, Walter Scott, Thackeray, Wilkie Collins, Elizabeth Gaskell, Nodier, Flaubert, Marcel Schwob, Stendhal, Dumas, Hugo, Gérard de Nerval, Gobineau, Pushkin, Tolstoi, Hofmannsthal, Conan Doyle, W. B. Yeats, H. G. Wells, Cavafy, Calvino, Georges Perec, H. P. Lovecraft, Marcel Proust, A. S. Byatt y Angela Carter.
Hay poca evidencia de que, Las Noches, fueran particularmente apreciadas en el mundo árabe. Rara vez se menciona en listas de literatura popular, y existen pocos manuscritos de la colección anteriores al siglo XVIII.
La ficción tenía un estatus cultural bajo entre los árabes medievales, en comparación con la poesía y los cuentos, eran descartados como, khurafa, o sea, fantasías improbables aptas sólo para entretener a mujeres y niños. Según Robert Irwin, "todavía hoy, con la excepción de ciertos escritores y académicos, Las Noches son vistas con desdén en el mundo árabe. Sus historias son denunciadas regularmente como vulgares, improbables, infantiles y, sobre todo, mal escritas".Aunque la primera traducción conocida a un idioma europeo, apareció en 1704, es posible que, Las Noches, comenzaran a ejercer su influencia en la cultura occidental mucho antes. Los escritores cristianos de la España medieval, tradujeron muchas obras del árabe, principalmente filosofía y matemáticas, pero también ficción árabe, como lo demuestra la colección de cuentos de Juan Manuel, El Conde Lucanor, y El Libro de las Bestias, de Ramón Llull.
Traducciones de Galland (década de 1700)
La fama moderna de, Las Noches, deriva de la primera traducción europea conocida de Antoine Galland, que apareció en 1704.
Según Robert Irwin, Galland, "desempeñó un papel muy importante en el descubrimiento de los cuentos, en su popularización en Europa, y en la configuración de lo que vendría, debe considerarse como la colección canónica que, a riesgo de hipérbole y paradoja, se le ha llamado el verdadero autor de las Noches".La obra estaba incluida en una lista de precios de libros, sobre teología, historia y cartografía, que fue enviada por el librero escocés, Andrew Millar, entonces aprendiz, a un ministro presbiteriano. Esto es ilustrativo de la amplia popularidad y disponibilidad del título en la década de 1720.
Las Noches, siguió siendo el libro favorito de muchos autores británicos de las épocas romántica y victoriana. Según A. S. Byatt, "En la poesía romántica británica, Las Mil y Una Noches, representaban lo maravilloso frente a lo mundano, lo imaginativo frente a lo prosaico y reduccionistamente racional".
En sus escritos autobiográficos, tanto Coleridge como de Quincey, se refieren a las pesadillas que el libro les causó cuando eran jovenes. Wordsworth y Tennyson también escribieron sobre su lectura de los cuentos en su infancia, en su poesía. Charles Dickens fue otro entusiasta y la atmósfera de, Las Noches, impregna el inicio de su última novela, El Misterio de Edwin Drood (1870).de las Mil y Una Noche
Nuestra historia comienza en una lejana ciudad de Persia, hace muchos, muchos años, a medio camino entre la realidad y el mágico reino de la fantasía. Allí, cierta mañana, la muerte visitó una casa relativamente grande, pero de aire pobre. Dentro de una vivienda, una voz dijo, “¡En paz descanse!” Había entregado el alma al cielo, Mustafá, el viejo comerciante, que había enviudado años antes. Le sobrevivían dos hijos, Casim el mayor, y Alí Baba el menor.
Sentados ambos, al pie de una columna, Alí Babá dijo, “Quedamos sin padre, y en la mayor pobreza, Casim.” Casim dijo, “Lo sé, Alí Babá…pero desde que nuestra madre murió, hace años, nuestro padre descuidó su salud, sus negocios, ¡todo!” Pero poco después, Casim se enamoró, e hizo planes para casarse. Ella expreso sus sentimientos diciéndole, “Mi amor…” Casim le dijo, “No soy rico, pero ya verás que seremos felices.” Más un día, la fortuna le sonrió a Casim, y a su nueva esposa. Su esposa recibió una carta en forma de pergamino, y al leer exclamó, “¡Casim nuestra pobreza se acabó!” Casim exclamó, “¿Qué..?” Ella le dijo, “¡Falleció mi tío Abdul, y me heredó todo!” Casim la abrazó, y exclamó, “¡Bendito sea Alá!” Así Casim se vio dueño de uno de los mayores establecimientos de telas y tapetes de la ciudad. Mientras ambos revisaban las telas, Casim dijo, “Seré importante, respetado…” Ella dijo, “Y yo nunca volvería a lavar ropa.” A la vez, heredaron varias fincas que les reportarían jugosos dividendos anuales. Mientras ambos veían a la distancia la finca sobre sus camellos, ella dijo, “Vendremos aquí cada año a vacacionar…” Casim dijo, “¡Bendito sea Alá!” Mientras tanto, Alí Babá también había contraído matrimonio, pero su mujer era tan pobre como él, y no llegó jamás a recibir herencia alguna. Un día en la mañana, Alí Babá desayunaba apresurado, y dijo, “Se me hace tarde.” Su mujer le dijo, “Si quiera desayuna bien…” Cuando su esposa le dio un beso de despedida, le dijo, “Aunque pobres, somos felices…” Alí Babá tenía que trabajar de sol a sol, para sostener a su familia. Alí Babá tomó sus tres burros, y dijo antes de irse, “Vuelvo por la noche, como siempre.” Aquellos tres burros eran toda su fortuna. Todos los días acudía a un bosque distante donde cortaba leña hora tras hora. Al mirar la cantidad de trabajo hecho, Alí Babá dijo, “Creo que por hoy es bastante.” Se acercaba la hora del ocaso, mientras guiaba a sus burros cargados de leña. Pero entonces se escuchó algo a lo lejos, que lo inquietó. Tras mirar a la distancia, Alí Babá exclamó, “Se acerca un gran pelotón de jinetes…” De pronto sintió miedo, y dijo, “No sé quiénes puedan ser…” Rápidamente ocultó a sus animales. Alí Babá subió a la cima de un árbol, y dijo, “Yo me esconderé aquí, y dejaré que esos hombres pasen de largo…” Cuando vio que pasaban debajo de él, Alí Babá pensó, “¡Justo a tiempo!” Tras observar un momento, Alí Babá pensó, “Se ven todos fuertes, feroces. ¡Y armados hasta los dientes!” Alí Babá procedió a contarlos, y pensó, “Son…cuarenta en total…por su traza y sus armas, no cabe duda que son…¡Ladrones!” Después de observar un poco más de tiempo, Alí Babá pensó, “Pero, ¿Por qué se detuvieron aquí?” Y entonces, el líder de los ladrones dijo, empalmando su mano hacia enfrente, “¡Ábrete sésamo!” En el árbol, el pobre Alí Babá no dio crédito a lo que vio. La pared de roca presentó una abertura frente a los ladrones. Alí Babá pensó, “¡No puede ser! La ro˗roca se abrió, y los ladrones entran con todo y sus monturas, y ahora mágicamente la entrada se cierra.” Así pasaron varias horas. Alí Babá pensó, “Me da miedo bajar.” Pero al fin la gran roca volvió a abrirse. El jefe de los hombres salió ufanándose y riendo, “¡Ja, Ja, Ja, Ja!” Y al salir los 40 ladrones, el líder exclamó “¡Ciérrate sésamo!” PRUAM. La entrada de la cueva de roca se cerró por arte de magia. El líder de los ladrones dijo, “¡Bien!” Luego, el hombre hizo relinchar su caballo y dijo, “¡Al galope hermanos, nos espera otra rica caravana!” Y poco después, Alí Babá bajó del árbol, y mirando al horizonte, exclamó, “Ya se pierden de vista…Todo me parece increíble…pero probemos fortuna…” Alí Babá dijo, frente a la roca, “¡Ábrete sésamo!” Alí Babá quedó absolutamente atónito. La roca se abrió y Alí Babá entró a la cueva, y tras observar, pensó, “Víveres, cofres de plata oro, joyas a granel.” Alí Babá comenzó a llenar un saco con las monedas que había en los cofres, pensando, “No hay un minuto que perder.” Mientras cargaba uno de los sacos lleno de monedas, rumbo a la salida, pensó, “Esos ladrones podrían volver repentinamente…” Y así, Alí Babá puso más carga en los burros que ya tenían leña en su carga, y pensó, “Ya estoy listo…¡Nadie sospechará nada!” Entonces Alí Babá exclamó estando frente a la cueva, “¡Ciérrate sésamo!” BRUM. Hasta allí todo marchaba a la perfección. Cuando Alí Babá llegó a casa con su carga, su esposa le dijo, “Alí Babá. ¡Nunca habías llegado tan tarde!” La mujer lo abrazó y le dijo, “Pensé que nunca volverías.” Alí Babá le dijo, “Te tengo…una sorpresa…” Rápidamente le contó todo lo ocurrido. Alí Babá dijo, “Somos ricos.” Ella exclamó, “Alá sea bendito!” A continuación, Alí Babá tomó una pala y dijo, “Cavaré un hoyo para enterrar nuestro tesoro.” Pero ella dijo, “Yo quiero saber a cuánto asciende…” Alí Babá dijo, “¿Qué importa cuántas monedas sean? No seas tonta.” Sin embargo, ella le dijo, “Pero…¡Quiero saberlo!” A continuación la mujer dijo, “Voy a buscar una medida.” Alí Babá siguió escarbando, y dijo, “¡Bah! Mujeres…Mujeres…” Y la esposa de Alí Babá corrió a casa de su cuñado Casim, y tras tocar la puerta, dijo, “Buenas noches, concuña…” Su concuña le dijo, “¿Qué pasa, amiga?” Ella le dijo, “Quería pedirles prestada una medida…” La concuña le dijo, “Pero…¿Para qué?” La mujer dudó y dijo, “Eh…yo…para medir grano, ¡Eso es!” La concuña meditó y exclamó, “¡Hmmm!” La mujer fue por un tazón de mediano, o celemín, tamaño, y poniendo algo en el fondo del tazón, pensó, “Encebaré el fondo del celemín. Así sabré qué tipo de grano medirá mi concuña…” En cuanto la esposa de Alí Babá tomó el celemín, dijo, “Ma˗mañana te la devuelvo…” La esposa de Casim se rió, y se quedó meditando, y pensó, “¿Cuánto grano irá a medir mi concuña? Ella y Alí Babá son los más pobres de la ciudad…” Y así, antes de que Alí Babá fuese enterrando el oro, su esposa lo fue midiendo y contando, como si se tratara de granos. Mientras seguía escarbando, Alí Babá dijo, “Insisto en que me parece una tontería, ¡Incluso peligrosa!” Ella dijo, “No esposo, hay que saber cuánto tenemos con exactitud.” Y al día siguiente, la esposa de Alí Babá fue a entregar el celemín. Momentos después, la esposa de Casím revisaba el celemín, y dijo, “¡Ja! Algo se pegó en él cebo que le puse…” La mujer sacó una moneda pegada en el fondo del celemín, y exclamó, “Pero no es ningún grano…¡Es oro!” Y esa noche, al volver Casím de su trabajo, comía al lado de su esposa, cuando ella le dijo, “Casím, esposo. Ya no eres el más rico de la ciudad…” Casím exclamó, “¿Eh…?” Su mujer le dijo, “Tú cuentas tu dinero con las manos…” Casím exclamó intrigado, “¿Sí…?” La mujer le contó todo, “…pero Alí Babá mide el dinero como si fueran granos…” Casím exclamó indignado, “¡No es posible!” Cuando Casím palpó la moneda en sus manos, la envidia también comenzó a corroér en su alma, y exclamó, “¡Qué bruto, no puede ser!” Y temprano, al día siguiente Casím fue a reclamar a casa de su hermano, y le dijo, “Alí Babá, hermano, ¡Qué bien te haces pasar por pobre!” A continuación, Casím le mostró la moneda, y le dijo, “¿Cuántas monedas como ésta tienes, para medir con celemines?” Alí Babá exclamó, “Ah…” Enseguida, Alí Babá pensó, “Lo sabía, eso de medir el oro fue una estupidez…” Así, Alí Babá tuvo que contarle a su hermano cómo había obtenido el tesoro. También le confesó la ubicación de la cueva, y las palabras mágicas que le permitirían entrar en ella. La mujer de Alí Babá entendió la situación, y pensó, “Fui una tonta…” Presa de codicia, al día siguiente Casím salió de la ciudad con diez mulas cargadas de grandes cofres. Casím, quien iba en solitario guiando la caravana, pensó, “¿Quién hubiera pensado que Alí Babá tendría tanta suerte?” Finalmente, Casím desmontó, y estando frente al muro de roca, exclamó, “Eh, ¡Ábrete sésamo!” El muro de roca se abrió, mostrando la boca de la entada de una cueva. Casím exclamó, “Caray, pues si es verdad…” Entró boquiabierto, y el peñasco se cerró a sus espaldas. Colocando una antorcha para poder mirar, Casím exclamó, “¡Qué bruto! Jamás pensé que hubiera tanta riqueza…debí traer más mulas. ¡Más cofres!” Perdiendo la noción del tiempo, se dedicó a arrimar todo tipo de tesoros a la entrada. Mientras llevaba un saco lleno de monedas hacia la entrada, Casím pensó, “¡Je! Tendré que venir algunas veces más…” Tras unos minutos, Casím pensó, “Bueno, por hoy basta. Ahora a cargar las mulas…” Pero la codicia lo había ofuscado, y de momento no pudo recordar las palabras que abría la roca. Casím dijo, “¡Ba! ¿Qué era?” “¡Ábrete centeno!” Su memoria lo había traicionado. “¡Ábrete trigo!” “¡Ábrete cebada!” “Cereales…semillas…¿Cuales otras hay?” “¡Ábrete Ajonjolí!” Y fue pasando el tiempo, hasta que cayó la noche. Las mulas cargadas de cofres aun esperaban fuera de la montaña. Dentro de la montaña, desde afuera se escuchaba la voz de Casím, dentro de la cueva, diciendo, “¡Ábrete alfalfa!” Y cerca de la media noche, llegaron los ladrones en sus caballos. Cuando el líder de los ladrones vio las mulas cargadas, exclamó, “¡Mmm! ¿Qué pasa aquí?” Las mulas pastaban. El hombre dijo, “¿Mulas…con cofres? Algo anda mal…” Dentro de la cueva, Casɨm exclamó lleno de terror, “Ayúdame Alá, han llegado los ladrones!” Inmediatamente dio la orden a sus hombres y dijo, “¡Que diez hombres revisen los alrededores, los demás y yo a la cueva!” Enseguida exclamó con un grito, “Ábrete sésamo!” La roca se abrió y Casim intentó huir desesperadamente, escapando aun lado del caballo del líder de los ladrones, cuyo caballo relinchó. El líder se lanzó para detener a Casim, quien exclamó, “No por favor. Piedad.” Los ladrones desenfundaron sus espadas, y el líder dijo, “¡Despídete de esta vida, infeliz!” Casím imploraba, “¡Noo!” Más no hubo que dar para Casím. Los sanguinarios ladrones cortaron a Casim en cuatro cuartos que colgaron en cuatro muros de la cueva. Uno de los ladrones dijo, “Si alguien más sabe cómo entrar aquí, que esto le sirva de aviso…” Poco después, los ladrones partían de nuevo a recorrer el desierto en busca de ricas caravanas. Y esa noche, presa de angustia, la esposa de Casím acudió a casa de Alí Babá, diciendo, “Temo que a Casim me ocurrió una desgracia…” Alí Babá le dijo, “Vuelve a tu casa, no te preocupes. ¡Yo iré al bosque a buscarlo!” Poco después, con gran cautela Alí Babá llegaba a la cueva de los ladrones, viendo algunos burros de carga pastando. Alí Babá pensó, “Seguramente Casín vino aquí.” Tras revisar algo en la tierra, Alí Babá pensó, “Sangre…aquí pasó algo terrible…” Asegurándose de que los ladrones no venían. Alí Babá exclamó frente a la roca, “¡Ábrete sésamo!” Al entrar a la cueva, Alí Babá exclamó con horror, “¡Oh miseria, mi hermano descuartizado!” Sabiendo que su propia vida peligraba, se sobrepuso y reunió los restos mortales del desdichado Casím. Llevando los restos de su hermano en dos sacos, Alí Babá pensó, “Cargaré a un burro…” Con rapidez reunió además la mayor cantidad posible de joyas y oro, sobre las otras bestias. Poco después, habiendo cerrado la cueva volvió a la ciudad, meditando lo que tendría que hacer. Primero les dejo a su esposa los dos burros con el oro. Cuando ella recibió los burros, pensó, “Hay que enterrar esto rápido…” Y con el tercer animal, llegó a la casa de su cuñada. Le abrió Morjiana, la esclava de su difunto hermano. Alí Babá dijo, “Aprisa mujer, déjame pasar al patio…” Morjiana dijo, “Claro Alí Babá…” Alí Babá le dijo, “Escucha bien, en estos sacos están los restos de Casím, tu amo y mi hermano.” Morjiana Exclamó, “¡Por Alá! ¿Qué pasó?” Alí Babá le dijo, “Antes que nada, júrame que guardarás un secreto.” Morjiana dijo, “Lo ju˗juro…” Mientras bajaba los sacos de los burros, Alí Babá dijo, “Tenemos que hacer creer a todos que murió de muerte natural…” Morjiana exclamó, “Mmmm…” Durante algunos minutos, Alí Babá detalló el plan a seguir, y Morjiana juró seguir sus indicaciones al pie de la letra. Alí Babá dijo, “Ahora, llévame ante mi cuñada.” Morjiana dijo, “Tenemos que actuar con cautela y rapidez…” Minutos después, la esposa de Casím se enteraba de los terribles sucesos. Alí Babá dijo, “Trata de ser valiente, cuñada, la desgracia ya pasó. No tiene remedio…” La esposa del Casím exclamó, “¡Mi pobre Casím…” Alí Babá le tomó de las manos, y dijo, “Quisiera consolarte, y puedo ofrecerte algo.” La viuda dijo, “¿Sí…?” Alí Babá le dijo, “Ofrezco tomate por esposa. Tú sabes que en estos casos, nuestras costumbres lo permiten. Te aseguro que tu cuñada no se encelará, y que podremos ser felices.” La viuda exclamó, “Pues…” Alí Babá dijo, “Piénsalo…en todo caso, tendremos que fingir que Casím murió de forma natural, y Morjiana y yo, ya hemos definido una estrategia…” La viuda dijo, “E˗Está bien, gracias, Alí Babá…” Horas después, llegaba el nuevo día. Tempranito, la noble y fiel Morjiana salió de la casa rumbo al mercado, pensando, “Todos estamos en peligro mortal, pero el plan de Alí Babá, me parece el mejor a seguir.” Llegó a la botica cuando acababa de abrir. El boticario le dijo, “Buenos días, Morjiana…” Pidió cierta esencia, usada sólo en casos de la más grave enfermedad. El boticario trajo un frasco, y dijo, “Aquí está…” Morjiana lo revisó y dijo, “Espero que ésto resulte, porque todos los demás remedios han fallado...” El boticario preguntó, “¿Quién está enfermo?” Morjiana dijo, “Casím, mi buen amo…” Morjiana mostraba una cara de tristeza, entonces el boticario dijo, “Lo siento de verdad…” Morjiana dijo, “¡Qué desgracia! No es justo que un hombre tan bueno, esté tan enfermo…” Cuando Morjiana se fue, el boticario pensó, “Así es la vida, la muerte llega cuando menos se le espera…” Durante todo aquel día, Alí Babá y su esposa entraron y salieron de la casa de Casím, siempre con el semblante triste y preocupado. Uno de los vecinos de Casím, dijo a otro vecino, “Creo que Casím me está moribundo…” El otro vecino dijo, “Pobre hombre…” Y por la noche, los gritos y lamentos de Morjiana y la esposa de Casím, dieron a entender lo peor. “¡Ay soy viuda!” “¡Ay me he quedado sin amo!” Uno de los vecinos que escuchaba, dijo a otro vecino, “Alá reciba en su seno al pobre Casím.” Y al día siguiente, a primera hora, Morjiana dijo, “Ahora, la segunda parte del plan…” Morjiana salió a la calle, y al llegar a una edificación, un hombre abría su negocio como zapatero. Morjiana pensó, “Bien, el zapatero apenas va abriendo…” Morjiana ofreció su más dulce sonrisa, y dijo al hombre, “Babá Mustafá, escucha…toma lo que requieras para cocer, y ven conmigo…” El hombre dijo, “Pero, ¿y mi negocio?” Morjiana le dijo, “Ven conmigo, y deja antes te venden los ojos…” Mustafá exclamó, “¿Queee? ¿Estás loca?” Morjiana mostró una monea de oro, y dijo, “Te conviene amigo Babá Mustafá…” Mustafá exclamó, “Pu˗Pues…¿Qué quieres que haga?” Poco después antes de que hubiera gente en la calle, Morjiana guiaba al zapatero, diciendo, “Aprisa, aprisa…” Y así, al llegar a un cuarto solitario de la casa, Morjiana le quitó la venda de los ojos, y dijo, “Ahora puedes ver…” Mustafá dijo, “Pero…¿Por qué tanto misterio?” Morjiana dijo, “No hagas preguntas que te pago bien…” Morjiana mostró unos sacos que habia en una mesa y dijo, “En estos sacos se encuentra un cuerpo en partes. Quiero que lo cosas y lo dejes bien…” Mustafá exclamó, “¿Ah…?” Morjiana mostró otra moneda de oro, y dijo, “¡Y cuando termines te daré esto!” Mustafá dijo, “Así las cosas, haré lo que sea…” Poco después, cumplida su labor, Morjiana vendó nuevamente los ojos a Babá Mustafá lo guió nuevamente a su negocio. Al llegar, Morjiana avisó, “Llegamos a su tienda…” Esa misma mañana, se entregó un ataúd. El finado fue colocado dentro. Cuatro hombres levantaron el cofre, y salieron a la calle para la procesión fúnebre. Uno de los vecinos exclamó “Pobre Casim, era un buen hombre…” Ese mismo día, tuvo lugar el sepelio. El plan de Alí Babá, había funcionado a la perfección, y nadie sospechó que casi no había muerto de forma natural. El sacerdote que iba al inicio de la procesión fúnebre, dijo, “¡Alá es grande y recibirá el alma de Casím!” Algunos días después, Alí Babá llevó sus muebles y enseres, a la casa del difunto Casím. En secreto, Alí Babá pensó, “Pero mi oro lo traeré de noche a escondidas...” La mudanza hizo público el nuevo matrimonio con su cuñada, cosa que en Persia, y de acuerdo con la religión de allí, era muy acostumbrada. La gente que vivía cercana, expresóósus mejores deseos a la nueva de su curiosa familia, “Que sean todos felices…” Alí Babá exclamó, “Gracias.” Y esa noche, con una gran cena y con invitados, comenzó la nueva vida de Alí Babá. y su curiosa familia. Quien fuera la esposa de Casím, pensó, “Todo salió bien. Descansa en paz Casím.” Mientras, lejos de la ciudad, los ladrones llegaban a la cueva en sus caballos. Mientras uno de los ladrones decía, “¡Qué buen botín conseguimos!” el líder exclamó frente a la roca, “¡Ábrete sésamo!” Momentos después, cuando los ladrones entraron a la cueva, el líder, dijo, “¡Ya no está el cuerpo descuartizado!” Otro de los hombres dijo, “¡Y faltan sacos de monedas y joyas!” El líder de los ladrones dijo, “Estamos en peligro. Han descubierto el crimen. ¡Y nuestro secreto! El que se llevó al muerto anda libre. ¡Podría denunciarnos!” Otro hombre dijo, “O volver a robar el fruto de nuestra labor…¡Bah!” El líder decretó, “Pues el que se robó al muerto, también debe morir…” Todos dijeron, “¡Sí!” “¡Queremos venganza!” El líder explicó, “Bueno, esto es lo que haremos, hermanos…uno de ustedes irá a la ciudad, y tratará de descubrir alguna pista. Hay que ver si se habla de algún asesinato, de algún descuartizado. ¡Je! No todos mueren como el idiota que nos robó. Pero para evitar engaños, habrá una condición para quien vaya a investigar…” Los hombres dijeron, “¿Cuál?” El capitán puso su espada en su cuello, y dijo, “El que fracase, o nos engañe, ¡Morirá!” Como un solo hombre, los 39 ladrones estuvieron de acuerdo con su feroz capitán, y exclamaron, “¡Que así sea!” Entonces, uno de los hombres dijo, “¡Yo iré a la ciudad! Me muero de ganas por pescar al que nos debe.” Todos gritaron, “¡Viva!” El hombre subió a su caballo y listo para partir, el capitán exclamó, “¡Árete sésamo!” Mientras partía, el hombre dijo, “Ya verán que tengo éxito. Volveré pronto con buenas noticias.” El capitán exclamó, “¡Que Alá te acompañe!” Y algún tiempo después, el hombre llegaba en su caballo a la pequeña ciudad para cumplir su misión. Al cabalgar por las calles el hombre pensó, “Vaya, aún no hay gente en las calles…” El hombre siguió, cabalgando y pensó, “¡Qué ciudad de holgazanes!” Pero, después de vagar por diferentes calles, el hombre miró a un hombre y pensó, “Mmm…Allí va un anciano. Comenzaré mis indagaciones con él.” Después de mirar como abría su negocio, el hombre pensó, “Vaya es un zapatero madrugador…” Entonces el hombre bajó del caballo y dijo, “¡Buenos días buen hombre!” El zapatero exclamó, “¡Oh, me asustó!” El hombre tocó el hombro del zapatero, y le dijo, “¿Y por qué abres tu tienda si no hay nadie despierto?” El zapatero le dijo, “Siempre tengo que hacer.” El hombre dijo, “Pero a tus años, buen hombre, ¿a poco puedes ver?” El zapatero exclamó, “¿Ver…? Óiganme…estoy viejo pero no ciego…si hace poco en un cuarto, casi a oscuras, ¡Cocí a un muerto!” El hombre pensó, “¡Cocí a un muerto! Vaya la fortuna me sonríe…” El zapatero agregó, “¡Qué chiste, yo…ciego!” Entonces, el hombre le dijo, mostrando una moneda, “Disculpa amigo…mira, ¿Ves esto?” El zapatero dijo, “Cla˗Claro, ¿Quieres un par de babuchas de lujo?” El hombre le dijo, “No zapatero. Me gustaría saber en qué casa cociste a ese muerto…” El zapatero le dijo, “Eso…¡Es imposible! Aunque quisiera ayudarte, no puedo.” El hombre le mostró la moneda, y le dijo, “Pero, ¿Por qué? Esto vale mucho.” El zapatero le dijo, “Porque me llevaron a esa casa, con los ojos vendados…¡Y me regresaron aquí de igual manera!” El hombre exclamó, “Ajá.” Y pensó, “Creo que esto tiene solución.” Poco después, el hombre le dio tres monedas de oro, y dijo, “Bueno, te pago. Ahora te vendo los ojos…” Después de vendar los ojos al zapatero, el hombre dijo, “Ahora partiremos en la dirección que tomaste, y trata de recordar más o menos cuánto caminaste.” El zapatero exclamó, “S˗Si.” Y comenzó a caminar. El hombre pensó, “Espero que mi plan resulte.” Un borracho que los veía en la calle, aventó su botella al suelo, y dijo, “Creo que ya le voy a parar a beber. ¡Hic!” Poco después, el zapatero se detuvo, y dijo, “Pues, creo que caminé hasta aquí, más o menos.” Cuando el zapatero se quitó la venda, dijo, “Nunca vi la casa, pero siento que esa fue…” Y efectivamente, era la casa del difunto Casím. Mientras pintaba una señal en forma de marca, el hombre pensó, “Con ésta marca volveré a dar aquí.” Poco después, el hombre se retiró en su caballo, diciendo, “¡Adiós!” El zapatero dijo, “No entendí nada, pero ya soy más rico.” Y mientras, Morjiana llegó a la casa, y al ver la marca en la puerta, pensó, “Pero, ¿Qué será esto? Me huele muy, muy mal…” La inteligente mujer decidió hacer algo al respecto, y pensó, “Marcaré cuatro o cinco casas de cada lado de la nuestra.” Una vez que lo hizo, pensó “Siento que de alguna manera he evitado una desgracia.” Y lejos de allí, el hombre llegó con sus cómplices ladrones, quienes comían a campo libre, diciendo, “¡Tuve éxito, hermanos!” El capitán le dijo, “Vamos tú y yo entonces, a ver de qué se trata…” Y así, ambos hombres llegaron a la ciudad, y cuando estuvieron frente a la puerta marcada, el hombre dijo, “Esa es la casa que señaló Babá Mustafá.” El capitán exclamó, “Bueno, ahora a pensar en un plan de ataque…” Pero, en eso, el capitán exclamó, “¿E˗Eh…?” El capitán señaló hacia otra puerta, y dijo, “Mira, la casa contigua también tiene una x…” El capitán se enojó, y dijo, “¡Bah! ¡Hay nueve casas con tu marca, idiota!” Ya no había nada que hacer. Ambos hombres se retiraron en sus caballos, El capitán dijo, “Volvamos a la guarida.” El hombre dijo, “No entiendo qué pasó.” Y el desafortunado bandido, vió su suerte. Junto a los demás bandidos, el capitán puso su espada en el cuello del bandido, y dijo, “Nos fallaste. ¿Recuerdas que hay un castigo?” El bandido dijo, lleno de terror, “Pe˗pero hice un buen esfuerzo, y…” Y allí terminó la carrera de ladrón confundido por la astucia de Morjiana. Esa misma noche, un segundo bandido acudió a la ciudad, a que Babá Mustafá demostrará la casa que su compañero había localizado. El zapatero, Babá Mustafá, recibió nuevamente varias monedas de oro, y pensó, “Caray ¡Éste ha sido mi mejor día!” Asi, el segundo bandido puso una marca circular en la pared de la casa señalada, pensando, “Yo haré una marca en un lugar menos visible, y mañana traeré al capitán…” Pero al otro día, la inquieta Morjiana descubrió la nueva marca a primera hora, y pensó, “No sé qué pasa, pero presiento peligro…” Y nuevamente, en varias casas cercanas, puso una marca semejante. Seguro de que esta vez nada fallaría, el salteador venía en camino con el capitán de los ladrones, quien pensaba, “Ahora sí, pensaré una estrategia para vengarnos de quien nos robó…” Mientras tanto, el salteador pensaba, “Quizá quede de teniente de del jefe, ¡Qué bueno!” Pero al toparse con muchas marcas iguales en la calle donde vivía Alí Babá, vieron nuevamente frustrados sus planes asesinos. El salteador exclamó lleno de terror, “¡No!” Lleno de coraje, el capitán volvió a salir de la ciudad, y el segundo bandido recibió igual castigo que el primero que falló. Al llegar la noche, el capitán se sentó a pensar, “La cosa no marcha, ya perdí a dos hombres, ya no somos cuarenta, sino treintaiocho.” Poco después, el capitán tomó su caballo, y se lanzó, rumbo a la ciudad, pensando, “Yo mismo me encargaré del asunto…” Y así tempranito por la mañana, fue al encuentro de Mustafá, quien dijo después de recibir unas monedas de oro, “¡Je, Je, Je! Alá me quiere mucho...¡Ya podré retirarme!” Después de obtener la información, el capitán pensó, “Yo no podré marcar alguna. Simplemente recordaré las señas de la casa.” Montó su caballo y se dirigió rumbo a su guarida, pensando, “¡Ja! Si pusiera alguna marca capaz que acabó muerto por mis hombres también.” Y ya de regreso con los demás bandidos, el capitán les dijo, “Ahora sí, nuestra venganza está asegurada. Aquí en privado les diré lo que haremos…” Todos gritaron, “¡Viva el capitán!” Poco después, varios salteadores partían a galope. “¡Arre!” Enseguida, se dirigieron a pequeñas poblaciones de los alrededores, y comerciaron comprando diez mulas. Además, adquirieron treintaiocho grandes tinajas de las usadas para transportar aceite, pero el capitán dijo al comerciante, “Queremos una llena de aceite, y treintaisiete vacías.” El comerciante accedió. Dos días después en, la cueva mágica, varios de los salteadores se escondían dentro de las tinajas. El capitán dijo, “Recuerden bien nuestro plan.” Un hombre dijo, “Claro jefe.” El capitán dijo, “Ésta vez, todo saldrá bien.” Y entonces, llevando treintaisiete tinajas, con un hombre dentro y una con aceite, el temible capitán dejó la guarida. Entrada la noche, la caravana llegó a la ciudad, el capitán pensó, “Perfecto…ya no hay gente en las calles…” Fue directamente a la casa de Alí Babá, y puso en marcha su estrategia. Se presentó ante Alí Babá, y le dijo, “Noble hombre, soy mercader de aceite, y vengo desde muy lejos…” Alí Babá dijo, “Ya veo.” El capitán le dijo, “Mañana iré al mercado a vender mi carga, pero por hoy no tengo donde hospedarme. ¿Podría pasar la noche en tu casa?” Alí Babá dijo, “Sé bienvenido. No tengo motivo para negarte mi hospitalidad…” El capitán le dijo, “Gracias buen hombre. Yo sabré recompensar tu generosidad…” Alí Babá abrió su portón, y dijo, “Descuida. ¡Adelante!” Poco después, Morjiana atendía espléndidamente al fingido mercader, quien cenaba. Alí Babá dijo, “…y prepara una recámara.” Morjiana dijo, “Sí amo.” Al terminar la cena, Alí Babá se levantó de la mesa, y dijo, “Amigo mercader, estás en tu casa…” El falso mercader dijo, “Gracias.” Enseguida, Alí Babá dijo a Morjiana, “Morjiana, mañana temprano iré a los baños…” Morjiana dijo, “Sí, amo...” Alí Babá agregó “Prepárame ropa fresca y dásela al esclavo Abdalá, y no olvides tenerme listo un buen desayuno.” Morjiana dijo, “Desde luego.” Alí Babá se despidió diciendo, “Buenas noches.” Morjiana hizo una reverencia ante el falso mercader, y dijo, “Con permiso señor.” El falso mercader dijo, “Gracias, gracias…” Diciendo que tomaría el fresco, antes de retirarse, el supuesto mercader salió al patio, pensando, “Todo marcha a la perfección…” Entonces recorrió todas las tinajas en las que estaban sus sanguinarios secuaces. El falso mercader se acercó a una de las tinajas, y dijo, “Atento amigo, pronto tiraré piedritas desde la ventana a cada tinaja. ¡Entonces deben salir dispuestos a todo!” Dentro de la tinaja se oyó la voz del hombre decir, “¡Está bien!” Poco después, el falso mercader se retiraba a su habitación. Mientras tanto, Morjiana decía a Abdala, “Bueno, ya está la ropa del amo para mañana, Abdala.” Abdala dijo, “Sí.” A continuación, Morjiana inició el fuego de una gran olla, y dijo, “Y ahora, el desayuno de nuestro buen amo.” Más en eso, Morjiana notó una baja en la luz, y dijo, “¡Oh, se apaga la lámpara, no puedo trabajar a oscuras!” Abdala dijo, “Y creo que ya no hay aceite, ni velas…” Pero la inventiva de Morjiana, no conocía límites, y tomando una jarra, se fue al patio y pensó, “Vamos, tomaré un poco de aceite de estas tinajas. ¡Nadie se dará cuenta!” Entonces la jarra dio un golpecito en una de las tinajas accidentalmente, y Morjiana escuchó una voz del interior de la tinaja, “¿Ya…salimos?” Al escuchar aquella voz, Morjiana entendió de inmediato lo que ocurría. Morjiana pensó, “Estamos todos en peligro mortal…” Y de inmediato, enronqueciendo la voz, contestó, “Todavía no…Ten paciencia…” Con gran valor recorrió tinaja por tinaja, repitiendo la misma frase, “Tengan paciencia…” Morjiana pensó, “En todas estos hay un hombre. Solo ésta tiene aceite” Acto seguido, puso una enorme olla a calentar, y la llenó con el aceite de la tinaja. Morjiana pensó, “Tengo que actuar con rapidez.” Poco después, la tinaja de aceite hervía. Morjiana pensó, “Listo.” Entonces comenzó a llenar su jarra de aceite hirviendo, pensando, “Vaya sorpresa que les espera a éstos bandidos…” Y así, pasando de tinaja en tinaja, Morjiana vertía aceite hirviendo en cada una. De tal manera, de tinaja en tinaja, fue sofocando y acabando con la criminal existencia de los ladrones escondidos. Cumplida su misión, valiente regresó a la cocina, y apagando las luces, quedó espiando el patio. Poco después, el falso mercader se asomó desde la ventana de su habitación, en un segundo piso, mirando hacia el patio, y pensando, “Llegó la hora…” Confiado en su próximo éxito, comenzó a echar piedritas. Después de un breve tiempo, el falso mercader pensó, “Caray, nadie sale de sus tinajas…” Entonces, el hombre bajó de su habitación rumbo al patio, pensando, “¿Qué pasaría, se durmieron estos idiotas? Tendré que despertarlos uno a uno.” Al destapar una tinaja, el hombre pensó, “¡Huele a aceite caliente! Y este tipo no duerme...alguien descubrió nuestro plan y acabó con todos…” Entonces, el falso mercader tomó su espada y rompió la cadena del portón, pensando, “No me queda más que forzar mi salida.” Subió a su caballo, y pensó, “Solo no pudo hacer nada.” Al día siguiente, al salir Alí Babá rumbo a los baños, Morjiana dijo, “Ámo, mira por favor en esas tinajas.” Cuando Alí Babá se acercó, y destapó una de las tinajas, y exclamó, “Pe˗pe˗pero, ¡Qué es esto!” Atónito, boquiabierto, fue recorriendo las treintaisiete tinajas en las que estaban los salteadores muertos, exclamando, “¡E˗e˗es…increíble!” Finalmente se repuso de la tremenda sorpresa, y señalando hacia el portón, dijo, “¿Y qué le pasó a la puerta, Morjiana?” Morjiana dijo, “Todo tiene explicación, buen amo.” La fiel esclava explico todo, desde la primera X que vio en la puerta y la segunda señal, hasta el momento en que habia querido tomar aceite para su lampara, y habia descubierto al ladrón en la tinaja. Morjiana dijo, “…y casi, al alba, el supuesto mercader escapó.” Alí Babá dijo, “Todos te debemos la vida…esto no se queda asi. Para empezar, desde este momento, eres mujer libre.” Morjiana exclamó, “Gracias…buen amo…” Alí Babá agregó, “Y como primer testimonio material de mi agradecimiento, toma ésta bolsa de oro.” La ex esposa de Casím y la esposa de Alí Babá miraron dentro de las tinajas, aterradas. Alí Babá dijo, “No cabe duda que esos eran los cuarenta ladrones, y que para estas horas, ya nos hubieran matado a todos.” A continuación, Abdulá, y Alí Babá vaciaron el contenido de las tinajas. La ex esposa de Casím dijo, “Por ahora hay que enterrar a estos.” Alí Babá dijo, “¡Nadie debe hablar de lo sucedido aquí, nadie debe enterarse de nada!” La esposa de Alí Babá, dijo, “¡E˗Está bien!” Mientras, lejos de allí, el capitán d ellos ladrones exclamó, “¡Ábrete sésamo!” Al ingresar a la cueva, con su caballo, el hombre pensó, “Jamás pensé que un día regresaría solo a la guarida.” El capitán dijo las palabras mágicas, “¡Siérrate sésamo!” Luego se sentó en uno de los cofres, y lanzando un collar de perlas, exclamó, “¿Dónde encontraré otros cuarenta valientes que me sigan?” El hombre levantó su espada, lleno de enojo, y la clavó en un montón de monedas que habia en un cofre, exclamando, “¡Ah, maldición!” Enseguida dijo, “Pues, aunque quéde absolutamente solo, ¡Me vengaré!” En seguida, el hombre se vió en un espejo de cuerpo entero, que era parte del botín, y dijo, “Creo que ya sé lo que haré…lo primero será transformarme, pues ya me conocen...” Al día siguiente, el hombre ya estaba listo para realizar su plan, y dijo, montado en su caballo, “¡Ábrete sésamo!” Nuevamente partía a la venganza, pensando, “Disfrazado así, nadie me reconocerá.” Llegó a la ciudad, y tras algunas indagaciones, se dirigió a cierta calle. Allí alquiló un viejo local comercial abandonado, haciéndose pasar por mercader, y con un falso nombre. Cuando el arrendador le entregó el local, le dijo, “Bien, don Cogía Usan, el local es suyo.” El falso mercader dijo, “Gracias.” Al mirar hacia la calle, pensó, “No podía estar mejor. La tienda de enfrente, es la del hijo de Alí Babá.” Efectivamente, la que fuera tienda del difunto Casim, había pasado a manos del hijo de Alí Babá, quien llevando la contabilidad de su negocio, pensaba, “Tengo que vender más sedas chinas...” Un día, el hombre se presentó ante el hijo de Alí Babá, y dijo, “Buen día, estimado hermano.” El hijo de Alí Babá dijo, “Buen día, querido amigo.” Con gran astucia, el bandido fue ganando la amistad del joven, y le dijo, “Si tú vendes sedas chinas, yo venderé otra cosa, para no hacernos competencia…” Cuando el hijo de Alí Babá lo vió partir, pensó, “Es un gran hombre, ¡Quisiera agasajarlo!” Y esa noche, el joven dijo a su pádre, “Padre, quisiera pedirte permiso para invitar aquí a un amigo, ya que aún no tengo casa propia.” Alí Babá dijo, “¿Sí? Claro...” Y a la noche siguiente, por órdenes de Alí Babá, Morjiana y Abdul preparaban la cena en la mesa circular. Morjiana dijo, “Rara vez hemos preparado un banquete así.” Abdul dijo, “Todo sea por el amigo del hijo del amo.” Sin embargo, Morjiana se quedó pensando, “¿Cómo será ese hombre?” Horas después, se inició el ágape. Estando los tres a la mesa, el hijo de Alí Babá miró a Cosían, dijo, “Cosían Husán no es competidor desleal...” Cosían dijo, “Asi debe ser, Alí Babá...” Alí Babá dijo, “Pues…gracias amigo...” Entonces, llegó Morjiana a servir comida, y al ver a Cosían, pensó, “Mmmm ¿Por qué se me hace conocido ese hombre?” Morjiana se acercó a dejar comida en la mesa, y pensó, “Lo veré de cerca…” Morjiana lo reconoció, y pensó, “Pero…¡Claro! Éste es el mercader del aceite, y la otra vez, ¡El jefe de los ladrones!” Después de observarlo con detenimiento, Morjiana pensó con asombro, “Y…¡Por Alá! Tiene una daga escondida…” Disimulando su asombro, Morjiana recogió unos casos, y pensó, “Seguramente planea matar a Alí Babá, esta misma noche. Tengo que hacer algo para frustrar sus macabros planes…” Mientras, los hombres bebían el café que habia traído Morjiana. Alí Babá dijo, “¿Que buen café hace Morjiana…” Pero Cosían pensaba, “En cuanto su hijo se ausente un momento, acuchillaré al odioso Alí Babá…así vengaré los robos a mi botín, y la muerte de todos mis treintainueve ladrones, entonces huiré lejos, y comenzaré otra banda. ¡Sí!” En eso, algo inesperado dejó boquiabiertos a los tres hombres. Morjiana y Abdalá entraban en la sala. Por un momento ninguno reconoció a la joven que les atendía minutos antes. Morjiana dijo, vestida de danzante, “Vengo a entretenerlos, nobles caballeros.” El hijo de Alí Babá pensó, “¡Por Alá, es hermosísima!” Alí Babá pensó, “¿Quién hubiera pensado que Morjiana era tan bella?” Cosían pensó, “¿Caray, qué monumento! Quizá me la roben en cuanto cumpla mi venganza…” Sin más, Abdalá comenzó a cantar armoniosamente acompañándose de un sensual ritmo de pandero. Con gracia y agilidad inauditas, la hermosa joven ejecutó varios bailes tradicionales de Persia. Después, Morjiana anunció el más especial de todos: El Baile de la Daga de Plata. La pequeña daga de plata, relucía al igual que sus hermosos ojos. De pronto, Morjiana hacía como que hería con la daga, al hijo de Alí Babá, o llevaba la daga a su pecho, como si quisiera matarse por un desengaño amoroso. Hacia el final de su coreografía, Morjiana, como pidiendo limosna, tomó el pandero. Luego, haciendo como que se me mataría si no la recompensaban, ofreció el pandero a Alí Babá, quien depositó unas monedas en el pandero, diciendo, “¡Toma, has bailado como Ángel!” Y entonces, Morjiana se postró ante el supuesto mercader, mostrando el pandero. El hombre dijo, “¡Claro que te recompensaré!” Y en cuanto el hombre tuvo las dos manos ocupadas, Morjiana le lanzó una estocada en el corazón, diciendo, “¡Toma villano!” Despavoridos, Alí Babá y su hijo corrieron a detenerla. Alí Babá le arrebató la daga, y le dijo, “¡Infeliz! ¿Quieres causar la ruina de todos nosotros?” Morjiana exclamó, “¡No, escuchen…!” Momentos después, todo quedaba explicado. Morjiana dijo, mientras el hombre yacía muerto, “…y no es otro sino aquel, 'mercader del aceite,' que es el jefe de los ladrones. ¡Venía a matarte!” Alí Babá exclamó, “¡Es cierto!” Morjiana agregó, mientras cubría el cuerpo, “Yo me di cuenta de su disfraz, y recurrí a el Baile de la Daga, para acabar con él.” Alí Babá exclamó, “Eres una mujer extraordinaria…perdóname por haber dudado de ti, Morjiana…” Y entonces, Alí Babá tomó la mano de su hijo y de Morjiana, y dijo, “Mujer valiente. Antes te di tu libertad, pero ahora, ¡Quiero que seas mi nuera! Quiero que sean muy felices…” Poco después, tras la boda de su hijo con Morjiana, todo fue felicidad en la casa de Alí Babá. Y estando todos comiendo, Alí Babá dijo, “Espero que pronto tengamos muchos nietos…” Vivirían todos muchos años, y serían amados y respetados por toda la ciudad, por su generosidad al prójimo, y sus desinteresadas obras de caridad. El secreto de la cueva de los ladrones, quedó en posesión exclusiva de Alí Babá y su hijo, y ellos, a diferencia del codicioso y desdichado Casím, jamás olvidaron que las palabras mágicas eran ¡Ábrete Sésamo!
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