El Jinete Sin Cabeza, es un personaje de ficción, que ha sido
usado como tema desde la Edad Media, por parte de mitologías como la celta o la
alemana, aunque su popularidad internacional aumentó gracias al relato corto de, Washington Irving, La leyenda de Sleepy Hollow, escrito en 1820.
Uno de los primeros
referentes se encuentra en el Dullahan irlandés o Dúlajan,
perteneciente al reino de hadas irlandés, y existiría una que es
particularmente activa en los condados de, Sligo y, Down. Es una criatura sin cabeza, por lo
general montado en un caballo negro, llevando la cabeza bajo su brazo derecho,
con una horrible sonrisa de oreja a oreja, y con ojos pequeños y negros. Se
dice que, cerca de la medianoche, en días de fiesta o noches de banquete, este
jinete salvaje puede ser observado en la oscuridad de los campos irlandeses,
portando su cabeza, que brilla intensamente con la fosforescencia de la materia
en putrefacción, y que usa a modo de linterna.
El Dullahan dice un nombre, y es ese el momento en el que la persona nombrada muere inmediatamente. Hay otras versiones que le describen transportando un carro negro, aunque la más llamativa es la de un cuento escocés, que habla de un jinete sin cabeza, de nombre Ewan, decapitado en una batalla entre clanes en la, Cañada Cainnir, en la Isla de Mull. Su muerte le negó cualquier posibilidad de llegar a ser un jefe, y tanto él como su caballo, se aparecerían con su cabeza en las proximidades de la zona en que murió.
Las primeras referencias
en la mitología germánica, comienzan con las leyendas de los, hermanos Grimm, que narran dos cuentos
populares alemanes, sobre un jinete sin cabeza. El primer cuento se sitúa cerca
de Dresde, en Sajonia. En esta historia, una
mujer sale temprano de su casa una mañana, en domingo, para recoger bellotas en
un bosque cercano, conocido como "Aguasperdidas".
Al llegar al lugar, oye un cuerno de caza, que ignora. Cuando vuelve a
escucharlo, se gira y se encuentra ante sí, a un hombre sin cabeza, con un
abrigo largo y gris, a lomos de un caballo de idéntico color.
El segundo cuento se sitúa en Brunswick, en la Baja Sajonia, donde el jinete sin cabeza es llamado, "el cazador salvaje", que sopla un cuerno con el fin de advertir a los cazadores de no viajar ni cazar al día siguiente, a manera de premonición sobre un accidente a evitar.
En algunas versiones alemanas del Jinete Sin Cabeza, el sujeto busca a los autores de crímenes capitales. En otros, el propio jinete porta consigo una jauría de fieros perros negros, con lenguas de fuego.
El jinete sin cabeza es
un personaje ficticio de la novela corta, La leyenda de Sleepy Hollow, del escritor estadounidense, Washington Irving. La historia comienza en una pequeña población del Estado de
Nueva York, llamada Sleepy Hollow, durante los años de la Guerra de la independencia americana.
El folclore tradicional sostiene la historia de que el jinete sin cabeza, era
un mercenario Hessiano, asesinado
durante la batalla de White Plains. Fue decapitado por el certero disparo de una bola de cañón,
que le destrozó la cabeza, que quedó desperdigada por el campo de batalla. Su
cuerpo fue recogido por sus compañeros de batallón, y enterrado en el viejo
cementerio de la iglesia holandesa de Sleepy Hollow, de la que cada noche de
Difuntos, se levanta como un fantasma malévolo, furioso, en busca de su cabeza
perdida. (Wikipedia)
Sleepy Hollow es una villa, en el pequeño pueblo de Mount
Pleasant, Condado de
Westchester, Nueva York, Estados Unidos. Está situada al este
del río Hudson, a unos
50 km al norte del centro de Manhattan. Dispone de una parada de tren,
Philipse Manor, de la línea Hudson.
En el pueblo se encuentra la iglesia, Old Dutch Church of Sleepy Hollow, que se hizo famosa por el relato de, Washington Irving, La leyenda de Sleepy Hollow, y la película de ella derivada, de Tim Burton (Sleepy Hollow). Junto a la iglesia, se encuentra el cementerio de Sleepy Hollow, donde precisamente se encuentra enterrado Washington Irving. (Wikipedia)
El Jinete Sin Cabeza, es
una figura mítica que ha aparecido en el folclore de todo el mundo desde la
Edad Media. La figura se representa tradicionalmente como un jinete a caballo
al que le falta la cabeza.
Según la
leyenda, el Jinete lleva la cabeza en la mano, o le falta la cabeza, y la está
buscando. Los ejemplos incluyen el, Dullahan,
de Irlanda, que es un hada francesa demoníaca que generalmente se representa
montando a caballo, y con la cabeza debajo del brazo; el caballero titular del
cuento inglés, Sir Gawain and the Green
Knight; y "La leyenda de Sleepy
Hollow", un cuento escrito en 1820, por el estadounidense, Washington Irving, que ha sido adaptado
a otras obras literarias y cinematográficas, incluida la película animada de
Disney de 1949, Las Aventuras de Ichabod
y Mr. Toad, y la de 1999 La película de Tim Burton, Sleepy Hollow.
El Jinete Sin
Cabeza, es un personaje ficticio del cuento de 1820, "La leyenda de Sleepy Hollow," del autor estadounidense, Washington Irving. La historia, tomada de
la colección de cuentos de Irving, titulada,
The Sketch Book of Geoffrey Crayon, Gent.,
se ha convertido en leyendas y folclore estadounidenses, conocidos a través de
la literatura y el cine, incluida la película, Sleepy Hollow, de Tim Burton, de
1999.
La leyenda del jinete sin cabeza, también conocido como, "El soldado mercenario alemán, sin cabeza, del Valle Dormido,” comienza en, Sleepy Hollow, Nueva York, durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. El folclore tradicional sostiene que el Jinete era un soldado Hessiano, que murió durante la Batalla de White Plains, el 28 de octubre de 1776. Fue decapitado por una bala de cañón estadounidense, y los restos destrozados de su cabeza, quedaron en el campo de batalla, mientras sus camaradas se llevaron rápidamente su cuerpo. Eventualmente, lo enterraron en el cementerio de la antigua iglesia holandesa de Sleepy Hollow, de donde se eleva como un fantasma malévolo, buscando furiosamente su cabeza perdida, y empuñando una Cabeza de Calabaza, alumbrada por dentro con una vela, como reemplazo temporal, y/o arma. Las versiones modernas de la historia, refieren sus paseos a Halloween, época en la que tuvo lugar la batalla.
The Headless Horseman, es también una novela de Mayne Reid, publicada por primera vez en forma serializada mensualmente durante 1865 y 1866, y posteriormente publicada como libro en 1866, basada en las aventuras del autor, en los Estados Unidos. "El Jinete Sin Cabeza" o, "Un extraño cuento de Texas," se desarrolla en Texas y se basa en un cuento popular del sur de Texas.
El dullahan, o dulachán ("hombre oscuro") es un hada demoníaca sin cabeza, que
suele montar a caballo y llevar la cabeza bajo el brazo. Empuña un látigo hecho
con la columna vertebral de un cadáver humano. Cuando el dullahan deja de
montar, se produce una muerte. El dullahan grita un nombre, momento en el que
la persona nombrada muere inmediatamente. En otra versión, es el conductor sin
cabeza de un carruaje negro, el Cóiste Bodhar. Una figura similar, el gan ceann
("sin cabeza"), puede
asustarse usando un objeto de oro o poniéndolo en su camino.
La historia
escocesa más destacada del jinete sin cabeza se refiere a un hombre llamado
Ewen, decapitado en una batalla de clanes en Glen Cainnir, en la isla de Mull.
La batalla le negó cualquier oportunidad de ser un jefe, y tanto él como su
caballo, están decapitados en los relatos de su inquietante zona.
En
Alemania, las historias provienen principalmente de la Renania. En lugar de
decapitarlos, los jinetes sin cabeza mataban a sus víctimas simplemente
tocándolas. Eran aparecidos que tenían que vagar por la tierra, hasta expiar
sus pecados, a veces haciendo una buena acción por un extraño, pero en lugar de
mostrar su gratitud dándose la mano, el extraño y el jinete sostenían la rama
de un árbol entre ellos, y la rama se marchitaría y moriría, antes que el
extraño. Irving viajó a Alemania en 1821, y se había familiarizado con el
folclore holandés y alemán. En particular, se dice que la última de las, "Legenden von Rübezahl" ('Leyendas
de Rübezahl') de las narraciones literarias de Johann Karl August Musäus de
los cuentos populares alemanes, Volksmärchen der Deutschen (1783), inspiró, La Leyenda de Sleepy Hollow. (Wikipedia
en inglés)
"La Leyenda de Sleepy Hollow," es una historia gótica del autor estadounidense, Washington Irving, incluida en su colección de 34 ensayos y cuentos titulados, The Sketch Book of Geoffrey Crayon, Gent. Escrito mientras Irving vivía en el extranjero, en Birmingham, Inglaterra. "The Legend of Sleepy Hollow," se publicó por primera vez en 1819. Junto con la pieza complementaria de Irving, "Rip Van Winkle", "The Legend of Sleepy Hollow" se encuentra entre los primeros ejemplos de ficción estadounidense, con una popularidad perdurable, especialmente durante, Halloween, debido a un personaje, conocido como el Jinete Sin Cabeza, que se cree que es un soldado Hessiano, que fue decapitado por una bala de cañón en la batalla. En 1949, Walt Disney produjo la segunda adaptación cinematográfica, como uno de los dos segmentos del paquete de películas, The Adventures of Ichabod and Mr. Toad.
Por el reposo apático del lugar, y el carácter peculiar de
sus habitantes, que son descendientes de los colonos holandeses originales, ésta
cañada aislada, se conoce desde hace mucho tiempo con el nombre de, Sleepy
Hollow... Una influencia somnolienta y soñadora, parece flotar sobre el tierra,
y para impregnar la atmósfera misma.
La historia se desarrolla en 1790, en el campo alrededor del asentamiento holandés de, Tarry Town, el histórico Tarrytown, Nueva York, en una cañada aislada conocida como, Sleepy Hollow. Sleepy Hollow, es famoso por sus fantasmas y la atmósfera inquietante que impregna la imaginación de sus habitantes y visitantes. Algunos residentes, dicen que éste pueblo, estuvo hechizado durante los primeros días del asentamiento holandés, mientras que otros afirman que la atmósfera misteriosa, fue causada por un antiguo jefe nativo americano, el "mago de su tribu... antes de que el maestro Hendrik Hudson descubriera el país". Los residentes de la ciudad aparentemente están sujetos a varios sucesos sobrenaturales y misteriosos. Están sujetos a visiones de trance, y son frecuentados por extrañas vistas, música y voces, "en el aire". Los habitantes de, Sleepy Hollow, están fascinados por los, "cuentos locales, lugares embrujados y supersticiones crepusculares" debido a los misteriosos sucesos y la atmósfera inquietante. El espectro más infame de Hollow, y el, "comandante en jefe de todos los poderes del aire", es el Jinete Sin Cabeza. Supuestamente, es el fantasma inquieto de un soldado Hessiano, cuya cabeza había sido disparada por una bala de cañón perdida durante, "alguna batalla sin nombre" de la Revolución, y que, "cabalga hacia la escena de la batalla en la búsqueda nocturna de su cabeza."
La "Leyenda" relata la historia de Ichabod Crane, un maestro de escuela delgado, larguirucho y extremadamente supersticioso de Connecticut. A lo largo de su estadía en Sleepy Hollow, Crane puede volverse, "útil y agradable" para las familias con las que se aloja. De vez en cuando, ayuda con el trabajo agrícola ligero, ayudando a hacer heno, reparar cercas, cuidar a numerosos animales de granja, y cortar leña. Además de su papel más dominante como maestro de escuela, Ichabod Crane también ayuda a las diversas madres del pueblo, ayudando a cuidar a sus hijos pequeños, asumiendo un papel más, "amable y complaciente". Crane también es bastante popular entre las mujeres del pueblo, por su educación y su talento para, "llevar todo el presupuesto de los chismes locales", lo que lo convierte en un espectáculo bienvenido, dentro de los círculos femeninos. Como firme creyente en la brujería y cosas por el estilo, Crane tiene un inigualable, "apetito por lo maravilloso", que solo aumenta con su estadía en, "la región hechizada," de Sleepy Hollow. Una fuente de, "terrible placer" para Crane, es visitar a las viejas esposas holandesas, y escuchar sus, "maravillosos cuentos de fantasmas y duendes", lugares embrujados, y los cuentos del Jinete Sin Cabeza, o la, "arpillera galopante del Valle", como a veces lo llamaban". A lo largo de la historia, Ichabod Crane compite con Abraham, "Brom Bones," Van Brunt, el alborotador del pueblo, y héroe local, por la mano de Katrina Van Tassel, de 18 años, hija, y única hija del rico granjero, Baltus Van Tassel. Ichabod Crane, un forastero, ve el matrimonio con Katrina como un medio para obtener la extravagante riqueza de Van Tassel. Brom, incapaz de obligar a Ichabod a un enfrentamiento físico para arreglar las cosas, le hace una serie de bromas al supersticioso maestro de escuela. La tensión entre los tres continúa, durante algún tiempo, y pronto llega a un punto crítico. En una plácida noche de otoño, el ambicioso Crane asiste a una fiesta de cosecha en la granja de los Van Tassel. Baila, participa en el festín, y escucha leyendas fantasmales, contadas por Brom y los lugareños, pero su verdadero objetivo es proponerle matrimonio a Katrina, después de que los invitados se vayan. Sin embargo, sus intenciones son nefastas, ya que no logra asegurar la mano de Katrina.
Siguiendo su demanda rechazada, Ichabod cabalga a casa en su temperamental caballo de arado, llamado, Gunpowder, "con el corazón apesadumbrado y cabizbajo," a través del bosque entre la granja de Van Tassel, y la granja en Sleepy Hollow, donde está alojado en ese momento. Mientras pasa por varios lugares supuestamente embrujados, su imaginación activa se llena de historias de fantasmas contadas en la fiesta de la cosecha de Baltus. Después de pasar nerviosamente un tulipán golpeado por un rayo, supuestamente perseguido por el fantasma del espía británico, Major André, Ichabod se encuentra con un jinete encapuchado en una intersección en un pantano amenazante. Inquieto por el inquietante tamaño y el silencio de su compañero de viaje, el maestro se horroriza al descubrir que la cabeza de su compañero, no está sobre sus hombros, sino sobre su silla de montar. En una frenética carrera hacia el puente adyacente al, Antiguo Cementerio Holandés, donde se dice que el Hessiano, "desaparece, según la regla, en un destello de fuego y azufre," antes de cruzarlo, Ichabod cabalga para salvar su vida, incitando desesperadamente a, Gunpowder, hacia abajo del Valle. Sin embargo, mientras Crane y Gunpowder pueden cruzar el puente delante del ghoul, Ichabod se vuelve horrorizado para ver al monstruo encabritar su caballo, y arrojar su cabeza cortada directamente hacia él, con un movimiento feroz. El maestro de escuela intenta esquivar, pero es demasiado tarde; el misil golpea su cabeza, y lo envía cayendo de cabeza en el polvo de su caballo.
A la mañana siguiente, se encuentra a, Gunpowder, comiendo hierba en la puerta de su amo, pero Ichabod ha desaparecido misteriosamente del área, dejando a Katrina para casarse más tarde con Brom Bones, de quien se decía que, "parecía extremadamente sabio, cada vez que se relataba la historia de Ichabod". De hecho, las únicas reliquias de la huida del maestro de escuela, son su sombrero desechado, la silla de montar pisoteada de Gunpowder, y una misteriosa calabaza hecha añicos. Aunque la verdadera naturaleza tanto del Jinete Sin Cabeza, como de la desaparición de Ichabod esa noche, quedan abiertas a la interpretación, la historia implica que el Jinete era en realidad Brom, un jinete extremadamente ágil, disfrazado, usando una calabaza como cabeza falsa, y sugiere que Crane sobrevivió a la caída de Gunpowder, e inmediatamente huyó de Sleepy Hollow, horrorizado, para nunca regresar, pero para prosperar en otro lugar, o fue asesinado por Brom, lo que puede ser poco probable, ya que se decía que Brom tenía, "más travesuras que mala voluntad," en su composición. Sin embargo, el narrador de Irving, concluye la historia afirmando que las viejas esposas holandesas, continúan promoviendo la creencia de que Ichabod fue, "sustraído por medios sobrenaturales", y se desarrolla una leyenda en torno a su desaparición, y avistamientos de su espíritu melancólico.
En una Posdata, a veces sin usar en ciertas ediciones, el narrador declara las circunstancias en las que escuchó la historia de un anciano, "en una reunión de la Corporación en la antigua ciudad de Manhattoes", quien no "creía ni la mitad de ella". [él mismo]."
Irving escribió, The Sketch Book, durante una gira por Europa, y partes de la historia también pueden tener orígenes europeos. Los Jinetes Sin Cabeza, eran elementos básicos de la narración de cuentos del norte de Europa, que aparecían en leyendas alemanas, irlandesas, por ejemplo, Dullahan, escandinavas, por ejemplo, Wild Hunt, y británicas, y se incluyeron en el poema escocés de Robert Burns, "Tam o Shanter" (1790) y Der Wilde Jäger de Bürger, traducido como, The Wild Huntsman (1796).
Generalmente vistos como presagios de mala fortuna, para aquellos que optaron por ignorar sus apariciones, estos espectros encontraron a sus víctimas en personas y personajes orgullosos e intrigantes, con hubris y arrogancia. Una interpretación particularmente influyente de éste cuento popular, fue la última de las, "Legenden von Rübezahl" o, 'Leyendas de Rübezahl' de las narraciones literarias de, Johan Karl August Musäus, de los cuentos populares alemanes, Volksmärchen der Deutschen (1783).Durante el apogeo de la, Guerra Revolucionaria Estadounidense, Irving escribe que el país que rodea a Tarrytown, "era uno de esos lugares muy favorecidos que abundan en crónicas y grandes hombres. La línea británica y estadounidense había corrido cerca de él, durante la guerra; por lo tanto, era escenario de merodeadores, y estaba infestada de refugiados, vaqueros, y todo tipo de caballería fronteriza."
Después de la Batalla de White Plains en octubre de 1776, el país al sur del río Bronx, fue abandonado por el Ejército Continental, y ocupado por los británicos. Los estadounidenses fueron fortificados al norte de Peekskill, dejando al condado de Westchester como un tramo de 30 millas de tierra de nadie, quemada y desolada, vulnerable a forajidos, asaltantes y justicieros. Además de las hordas de guardabosques leales, y la infantería ligera británica, los Hessian Jägers, renombrados tiradores y jinetes, se encontraban entre los asaltantes que a menudo se enfrentaban con las milicias patriotas. El Jinete Sin Cabeza, que se dice que fue un soldado Hessiano decapitado, puede haberse basado vagamente en el descubrimiento de un cadáver sin cabeza de Jäger, encontrado en Sleepy Hollow, después de una escaramuza violenta, y luego enterrado por la familia Van Tassel, en una tumba sin nombre. en el, Antiguo Cementerio Holandés. El desenlace de la historia ficticia, se desarrolla en el puente sobre el río Pocantico, en el área de la antigua iglesia holandesa, y cementerio en Sleepy Hollow.
Según otra hipótesis, la figura del, "Jinete Sin Cabeza" Irving podría haber sido extraída de la literatura alemana, y más precisamente de la, Crónica de Szprotawa, de J.G. Kreis, escrita en la primera mitad del siglo XIX. En el siglo XIX, el consejero de policía Kreis señaló que en el siglo XVIII / XX los habitantes de esta ciudad tenían miedo de moverse después del anochecer en Hospitalstrasse (ahora Sądowa Street) debido a la aparición de un jinete sin cabeza que se vio allí. En apoyo de la hipótesis, según información extraída de la obra de Z.Sinko titulada, Polish Reception of Washington Irving's Work: Between Enlightenment and Romanticism de 1988, Walter Scott animó a Irving a aprender alemán para poder leer cuentos, baladas y leyendas en su idioma nativo.
Irving, mientras era ayudante de campo del gobernador de Nueva York, Daniel D. Tompkins, conoció a un capitán del ejército llamado, Ichabod Crane, en Sackets Harbor, Nueva York, durante una gira de inspección de las fortificaciones en 1814. Es posible que Irving haya modelado el personaje en, "The Legend of Sleepy Hollow," en honor a Jesse Merwin, quien enseñó en la escuela local en Kinderhook, más al norte a lo largo del río Hudson, donde Irving pasó varios meses en 1809. La inspiración para el personaje de, Katrina Van Tassel, se basó en una joven real con ese nombre. Washington Irving se había quedado con su familia por un corto tiempo, y pidió permiso para usar su nombre, y basar vagamente el personaje en ella. Él le dijo a ella y a su familia, que le gustaba dar a sus personajes los nombres de las personas que había conocido.
La historia fue la más larga publicada como parte de, The Sketch Book of Geoffrey Crayon, Gent., comúnmente conocido como, The Sketch Book, que Irving publicó en serie, a lo largo de 1819, y 1820, usando el seudónimo, "Geoffrey Crayon". Junto con, "Rip Van Winkle", "The Legend of Sleepy Hollow" es uno de los bocetos más antologados, estudiados, y adaptados de Irving. Ambas historias, a menudo, se combinan en libros y otras representaciones, y ambas se incluyen en encuestas de la literatura y el romanticismo estadounidenses tempranos. Las representaciones de Irving de la cultura regional, y sus temas de progreso versus tradición, intervención sobrenatural en el lugar común, y la difícil situación del individuo forastero en una comunidad homogénea, impregnan ambas historias, y ayudaron a desarrollar un sentido único de individualidad cultural y existencial estadounidense, a principios del siglo XIX. (Wikipedia en inglés.)
de Washington Irving
La gente de Tarrry Town, un pequeño pueblo situado cerca de lo que hoy es la ciudad de Nueva York, era muy afecta a los cuentos de horror, y el relato preferido por los lugareños, quienes al atardecer se reunían a comer manzanas asadas junto al fuego, era la leyenda del, Jinete Sin Cabeza. Dos mujeres de Tarry Town, dialogaban entre sí, "¡Pobre soldado Hesse! En realidad, ya el hecho de estar muerto, debe ser espantoso. Pero no saber que uno ha muerto, y continuar por años y años, buscando por ahí su cabeza, eso sí que es para enloquecer."
Ambas mujeres eran las tías de Brom Bones, uno de los muchachos jóvenes y fuertes del pueblo. Bones, quien también comía su manzana las interrumpió, y dijo, "¿Cómo vas a volverte loco, si ya estás muerto? ¡Je!" Una de sus tías le dijo, "¡Pues yo he conocido muchos fantasmas, que al saber que lo son, han perdido el juicio!" La gente de Tarry Town, solía hablar de los espectros, en el mismo tono familiar con el que se refería a sus vecinos. La mujer continuó comentando, “¡Pobre soldado Hesse!¡Espero que aún no sepa que murió en la guerra!” Brom Bones dijo, “¡Sólo ustedes, que son tontas de nacimiento, pueden creer en tales patrañas!” Entonces, la mujer dijo, “¡Brom Bones! ¡No debes hablarnos así!¡Somos tus tías!” Brom Bones dijo, “¡Bah!” Su otra tía dijo, “¡Además, todo el mundo sabe que la triste historia del soldado Hesse, fue completamente cierta!” Brom Bones dijo, “¿Todo el mundo? ¡Dirás, toda la gente ignorante que habita este valle!” La tía dijo, “Pues el maestro Crane, el hombre más culto de cien millas a la redonda, no ha discutido jamás la verdad de esa historia.” La otra tía dijo, “Es verdad, y es un hombre que ha viajado por todo el mundo.” Brom Bones les dijo, “¡Pues ese hombre, Ichabod, es tan tonto como ustedes! ¡Ja, Ja!” Su tía se enojó y dijo, “¡Brom Bones!” Brom Bones se retiró cerrando la puerta de un fuerte golpe. La tia dijo,“¡Estos chicos de hoy, no tienen fe en nada!” La otra tía dijo, “¡Ni fe, ni respeto!”Mientras tanto, en el salón de clase, de la escuela del pueblo, el profesor Ichabod, daba su clase, “¡Y los primeros marinos, qué se adentraron en el océano, más allá de lo conocido, juraron haber visto monstruos terribles!” Uno de los alumnos levantó su mano, y dijo, “Mi papá dice que los monstruos no existen, maestro Ichabod.” Tras un silencio, el rostro plácido del profesor, se volvió púrpura, y dijo, “Tu papá, ¿Eh?” Tras una pausa, el profesor Ichabod dijo, “¿Y qué dice tu papá de los fantasmas? ¿Cómo el jinete sin cabeza?” El niño dijo, “¡Oh! ¡Eso es otra cosa! ¡Él mismo afirma que se lo encontró una vez cerca del río!” La curiosidad brilló en los ojos del profesor, quien dijo, “¿Y qué fue lo que el jinete le dijo?” El niño dijo, “Lo saludó como si nada, y le preguntó si no había visto una cabeza de soldado alemán por ahí.” Aquello desató una ola de carcajadas. “¡Ja, Ja, Ja, Ja!” Pero a Ichabod, no le hizo ninguna gracia, y dijo, “¡Joven Holstein! ¡Extienda sus manos!” Con la palmeta, Ichabod asestó varios golpes al incauto bromista, y dirigió luego una mirada amenazante a los demás, diciendo, “¡El siguiente que háble, sin respeto por los muertos, y las tradiciones de sus padres, recibirá una doble ración de palmeta! ¿Entendido?” El niño golpeado, se enjugó las lágrimas, y exclamó, “¡Snif!” No pasaba noche, en Tarry Town sin que alguien contára, una vez más, la leyenda del Jinete Sin Cabeza. Esa noche, Ichabod cenaba con una de las familias del pueblo, y era la madre de la familia, la señora Greta Van Tassel, quien contaba la leyenda, “Fue en una batalla entre ingleses y yanquis, hace por lo menos cien años. El regimiento inglés estaba compuesto, en gran parte por soldados que el duque de Hesse, alemán, había prestado al rey de Inglaterra, a cambio de dinero. La batalla comenzó con las primeras luces del sol. Los cañones vomitaban incesantemente. Muchos de aquellos soldados, no sabían siquiera por qué peleaban. Dos soldados platicaban, y uno de ellos dijo al otro, 'Max ¿Qué daño nos han hecho a nosotros los yanquis?' El otro soldado le dijo, 'A mí me ninguno. De hecho, tengo hasta un cuñado yanqui.' El soldado le dijo, 'Entonces ¿Porqué luchamos contra ellos?' El soldado le dijo, 'Al principio, el duque de Hesse nos dio a escoger, o trabajar en los campos, o venir a la guerra. Los más jóvenes, creyendo que encontrarían gloria y aventuras, se enlistaron en los regimientos ingleses que luchan contra los colonos, pero murieron casi todos. Los que se regresaron, pasaron baldados del resto de sus vidas. Nadie, después de aquello, quería venir a la guerra, y entonces, bajo amenaza de muerte, el duque los obligó. Yo acababa de llegar a la aldea, cuando sin que supiera porqué, los guardias del duque me llevaron al cuartel, y ese mismo día, me dieron el uniforme y las armas. Pero yo no tengo por qué estar aquí. ¡Seré maestro de escuela, no militar!' En ese momento, el soldado dijo al otro que lo escuchaba, '¡Cuidado muchacho!' La cabeza del pobre soldado, voló por los aires.” La señora terminó de contar el relato, diciendo, “Era casi un niño. ¡Qué lastima de vida desperdiciada!” Tras una pausa, el profesor Ichabod dijo, “Y después ¿qué pasó?” La mujer continuó, “Al terminar la batalla, ya había caído la tarde. En la completa oscuridad del valle, una vez que los sobrevivientes partieron, sólo reinaba la muerte. Pero de pronto, algo se movió. Uno de aquellos cuerpos, mutilados por las explosiones y las balas, trataba de incorporarse, pero había algo horrible en aquel cuerpo. ¡Era que no tenía cabeza! Aquel joven soldado, como las otras víctimas de la batalla, fue enterrado en la iglesia. Todavía podemos ver una placa, en el muro norte del templo, que recuerda el triste destino de aquellos hombres. 'Héroes, muertos en la batalla, ocurrida en el valle dormido, el, 17/03/1762' Poco después, comenzaron las apariciones! De repente, un hombre corría por las calles del pueblo, a media noche, gritando, '¡Un fantasma! ¡Ayúdenme!' Un hombre acudió a su auxilio, y le preguntó, '¿Qué te sucede, Herman? El hombre asustado le dijo, '¡E-era un hombre s-sin cabeza!’ El hombre continuó diciendo asustado, ‘¡Cabalgaba por encima del río; como si tanto él como su yegua tuvieran alas!’ Y en efecto, era el espíritu atormentado de aquel pobre muchacho, cuyo cuerpo yacía en la fosa común, lejos de su patria, y de sus seres queridos. Era el que sin comprender nada, buscaba por el valle, la cabeza que una bala de cañón le arrancára.” La mujer terminó su escalofriante relato, “Aún desde entonces, no ha dejado de hacerlo, y muchos de nosotros, lo hemos visto cabalgando en el aire, cerca del río. Él no deseaba hacer daño a nadie. Aunque al toparse con su horrible figura, muchos han muerto de terror. Y asi, indiferente a todo, el desdichado fantasma continúa su cabalgata sin hallar paz ni destino.”
Aquella noche, al regresar a su casa situada junto a la escuela, el maestro Ichabot Crane, no se sentía precisamente valeroso, pensando, “¡Ojalá yo no presencíe nunca una de las horribles apariciones!” Cuando llegó a su casa, el solo chirriar de la puerta, lo hizo saltar, exclamando, “¡Oh!” Enseguida encendió todas las velas que tenía, pensando, “¡Espero que la luz ahuyente a los espíritus vagabundos!” Se preparó para dormir, y para conciliar mejor el sueño, decidió leer un poco. Ya recostado, tomo un libro y dijo, “¡Oh, aquí está el libro de Mather!” Aunque la lectura que eligió, no era precisamente tranquilizadora. Revisó el índice, y dijo, “Historia de la Brujería en Nueva Inglaterra.” Así que cuando el pobre Ichabod fue vencido por el cansancio, sus sueños fueron terribles. Soñó que una bruja le decía, “¡Yo te maldigo Ichabod Crane, por haberme condenado a morir en la hoguera!” Mientras un lobo aullaba en el sueño, la bruja continuaba diciéndole, “Te convertiré en otro Jinete Sin Cabeza. ¡Je,Je,Je!” Ichabod veía en el sueño como su cabeza se desprendía de su cuerpo, y decía, “D-dame, d-devuélveme mi c-cuerpo, bruja.” Ichabod veía como la bruja arrastraba su cuerpo, diciendo, “¡Tu cuerpo se asará en el infierno, conmigo! ¡Jo,Jo,Jo,Jo!” Ichabod exclamó, “¡Nooooo!” y despertó temblando, y dijo, “Que horrible pesadilla rezaré un poco antes de volver a dormir.” Los días transcurrían pacíficamente en Tarry Town. Un hombre saludaba a otro, quien llevaba una carga. El hombre dijo, “¡Buenos días Johnn!” Johnn contestó, “Para ti lo serán, Henry, porque lo que es para mí,..¡Uff!” Cada uno se dedicaba a lo suyo. Por su parte, el pastor del pueblo, se dedicaba a reunir fondos para agrandar un poco la Iglesia. Una mujer dio su limosna, y el pastor le dijo, “¡Dios te lo pagará, mujer! ¡No seas avara!” La mujer le dijo, “¡Bah! ¡Dios no sabe nada de dinero, pastor; eso fue invento del diablo! ¡Y lo mismo se reza en una iglesia nueva, que en una vieja! ¡Adiós!” Mientras tanto, en el aula, el maestro disciplinaba a los alumnos. Mientras un alumno lloraba, Ichabod decía, “¡Todos aprenderán asi a no burlarse del Jinete Sin Cabeza!” Por su parte, Brom Bones se dedicaba a planear con sus amigos, alguna nueva travesura. Asi, mientras Brom Bones le decía algo al oído a su amigo, su amigo le dijo, “Esto sí será muy divertido.” Dos señoritas del pueblo se acercaban, y cuando vieron a Brom Bones, una de ellas dijo, “¡Allí está ese salvaje de Bones! ¡Mejor vamos por la otra acera, Nelly! La última bárbajanada que hicieron, fue quitar la escalera del pajar a Jonathan, cuando éste se hallaba dentro. El pobre Jonathan cayó y quedó estúpido desde entonces.” En ese momento, Jonathan pasaba por ahí, hablando como un orate, balbuceando incoherencias, “¡Ji, Ji, Ji! ¡Yo quiero un globo! ¡Agu!” La mujer lo saludó, “Adiós, Jonathan!” Jonathan contestó el saludo, “!Adiós¡ ¡Gu, Gu! ¡Ta, Ta!” Brom Bones era muy temido por sus crueles bromas, y además, se le tenía por el hombre más fuerte del pueblo. Por ejemplo, Brom Bones solía cargar a un muchacho con sus brazos, quien gritaba, “¡No suéltame! ¡No! ¡Suéltame!” Brom Bones le decía, mientras lo cargaba, “¡Voy a llevarte al río, amiguito! ¡Ja, Ja, Ja!” Entonces Bones lo arrojaba al rio, y decía, “¡Hombre al aguaaa!” Aquel pobre hombre caía al rio, gritando, “¡Noooo!” Una tarde de un día de verano, Ichabod Crane tomaba el té, en casa del más próspero granjero de la zona. La esposa del granjero, la señora Greta Van Tassel, dijo al profesor, “¿Más galletas profesor?” Ichabod Crane contestó, “¡Sí, sí, muchas gracias!” Entonces, el señor Van Tassel le dijo, “Pues como le decía, mi hija Katrina se empeña en aprender canto, y como su madre cree que tiene una voz prodigiosa…” La señora Greta se enojó y dijo, “¡Y la tiene! ¡Caramba!” El señor Van Tassel dijo, “¡No quiero discutir más contigo! Greta. Pediremos al maestro que le haga un examen a Katrina, y nos saque de dudas. ¡Si él dice que la voz de la muchacha vale oro, lo creeré!” En ese momento, la señora Greta se levantó de la mesa, y dijo, “¡Oh! Aquí llega Katrina!” Ichabod, aunque no saciaba todavía su hambre, olvidó el té y las galletas. La señora Greta dijo, “¡Aquí está mi pequeña, maestro!” Ichabod se levantó, y extendiendo su mano dijo, “Mucho gusto, señorita.” Katrina dijo, “¡Si hubiera sabido que el profesor Crane estaba aquí, me hubiera peinado y cambiado de vestido!” Ichabod le dijo, “No se preocupe señorita. Así está usted encantadora.” Ichabod Crane quedó instantáneamente prendado de la hermosa granjerita. Entonces la señora Greta dijo, “Katrina, el maestro ha accedido a hacerte una prueba. ¿Verdad profesor?” Katrina rió, “¡Ji,Ji, Ji!” Tras un silencio, la señora Greta dijo, “¿Profesor?” Ichabod dijo, “¿Eh? ¡Oh, perdone madame! ¿Q-qué me decía?” La señora Greta dijo, “Si no tiene inconveniente, ahora mismo podría Katrina interpretar alguna linda canción, pero, si usted la acompaña al piano…” Ichabod dijo, “¡Sí, sí, claro! Lo haré encantado!” Katrina dijo, “¡Hay mama! ¡Me muero de vergüenza! Creo que no podré cantar.” La señora Greta le dijo, “Querida, el maestro Ichabod es una buena persona, y no se burlará de nosotras como ha hecho siempre tu padre.” La señora Greta agregó, “¡Pobrecita hija mía! Este hombre inculto, ha hecho que ella tema mostrar su encantadora voz.” El señor Van Tassel dijo, “Bueno, para no atemorizar la más, me iré a al pajar. Las vacas me cantarán su propia canción. ¡Je, Je, Je!” Antes de despedirse, el granjero dijo, “¡Que le sea leve, maestro!” El hombre cerró la puerta, Ichabod se sentó al piano, y la señora Greta dijo, “¡No se puede con él!” Katrina pareció tranquilizarse en cuanto a su padre hubo salido. El profesor Ichabod dijo, “¿Lista?” Ella le dijo, “Sí, maestro. Cantaré, 'Una Casita en el Prado'” Ichabod Crane era un buen pianista, y Katrina inició complacída un canto. “♪Al final de este largo camino♫ tras aquella colina llena de verdooor♪” Aunque su voz no estaba educada, aquella jovencita no lo hacía del todo mal. “♫Hallarás un lugar ♪bañado por el Sol ♫donde te entregaré mi amooor♪ Y para unir bajo un techo nuestros corazones♫ levantaría una casita en el prado ♫qué acunará por siempre nuestra pasióoon♪” Entusiasmada la señora Van Tassel prorrumpió en aplausos, haciendo que Katrina se ruborizára. “¡Bravo! ¡Magnífico! ¡Hijita!” Katrina exclamó, “¡Oh, mamá!” Ichabod, fascinado, se puso de pie, y se unió al homenaje. “¡Que hermosa voz! ¡Bellísima interpretación, señorita!” La señora Greta dijo, “¿Verdad que no exageré, maestro? ¡Katrina tiene talento. Sólo necesita un guía! ¿Querría usted darle clases de canto?” Katrina dijo, “Mamá, el profesor ha sido muy amable, pero…quizás no considere que sea para tanto.” Ichabod dijo, “¡No, no, señorita! ¡En realidad, me ha sorprendido encontrar aquí en medio de éste valle, a una joven tan…talentosa!” Hubo una pausa, y el profesor dijo, “Y será un honor para mí, enseñarle lo poco que yo sé de música.” Katrina dijo, “Vamos profesor, no sea modesto. Usted es el hombre más culto en toda la región, y toca espléndidamente el piano.” Ichabod dijo, “Gracias, señorita.” La señora Greta dijo, “Entonces, ¿Podrán empezar las lecciones mañana mismo?” Ichabod dijo, “¡Oh, sí! ¡Por mí no hay inconveniente!” La señora Greta dijo, “Entonces le esperamos a las cuatro.” Ichabod dijo, “Ahí estaré.” La hora, no pareció gustarle a Katrina, y cuando se fue Ichabod, Katrina dijo, “Pero, mamá…¡A las cuatro no!” La señora Greta le dijo, “¿Porqué no? Será mejor que te eduques tu voz, y dejes de perder el tiempo escuchando los tontos galanteos de Brom Bones.” Katrina dijo, “Pero…” La señora Greta dijo, “¡Nada! ¡La clase será a las cuatro! Y si este zopenco viene a tu ventana, se deleitará solo con tus cantos.”
El profesor Ichabod, fascinado como estaba por la belleza de la chica, ni siquiera había escuchado que por rival tendría nada menos que el muchacho más fuerte y valentón del pueblo. Ichabod besó la mano de Karina y le dijo, “Encantado de conocerla señorita.” Pero Katrina sí sabía de lo que su enamorado era capaz, por lo que pensó, “Pobre profesor Crane. Lo hará pedazos en cuanto vea que por estar con él, lo déjo plantado.” La señora Greta dijo, “¿Le parecería bien que le pagáramos cada elección, con un litro de leche pura, seis huevos, y un trozo de queso profesor?” Ichabod dijo, “¡Claro, claro! ¡Por eso no se preocupe, madame!” Aquella noche, Ichabod regresó a su casa caminando, lléno de esperanzas y proyectos, pensando, “Katrina es la más linda muchacha del valle! Y además, su padre es el más rico granjero.” Iba tan abstraído, que ni siquiera se apercibió que pasaba por el lugar, en que según las consejas, solía aparecerse el espectro de aquel soldado muerto. Ichabod cantaba, “♫Larali ♪ Larara♫” Ni las sombras de los árboles, que la luz de la luna dibujaba entre las rocas, pudieron asustar al enamorado, quien seguía cantando, “♪Y te haré una casita en el prado ♫la lara♪” En esta ocasión, al llegar a su casa, ni siquiera encendió las velas, y dijo, “¡Mi vida cambiará desde hoy, gracias a Katrina!” Se durmió sin leer historia alguna de brujas, y su sueño fue tranquilo y reparador. Hasta sus alumnos, resultaron beneficiados con el nuevo estado de ánimo del profesor. Pues ya estando en clase con sus alumnos, el profesor decía a uno de sus alumnos, “Así que no hiciste la tarea. Holstein.” Holstein le dijo, lleno de temor, “N-no pude, profesor. Una de nuestras vacas, dio a luz, y tuve que cuidarla toda la noche.” Sus víctimas esperaban ya el palmetazo, que le daría el profesor, pero, sin embargo, en lugar del usual castigo, Ichabod dijo, “¡Aja!” Holstein exclamó, “¡Oh!” Pero Ichabod dijo, “¡Vamos queridos niños! ¡Entonemos un canto para dar gracias por el nuevo becerrito que nació en casa de Holstein!” Ichabod levanto su vara para dirigirlos, y dijo, “¡Vamos! ¡Repitan! Gracias señor…” Los niños repitieron, “Gracias seño…” Ichabod dijo, “Por bendecirnos con este pequeño y peludo amigo…hijo de Berta la vaca. ¡Repitan! ¡He dicho!” Los niños repitieron, “Por bendecirnos…” Asi, todo le parecía a Ichabod, renovado, y precioso, al grado de que cuando los alumnos estaban jugando fuera del aula, en su recreo, Ichabod dijo, “¡Oh, cuidado Holstein! ¡No pise esa tierna florecita!” Ichabod comenzó a cantar, “♫ ¡Y te haré una casita en el prado!... ♪” Holstein extrañado, le dijo a su compañero de juego, “Está muy raro. ¿No lo crees?” Su compañero le dijo, “¿Raro? ¡Está más loco que una chiva!” Esa misma tarde, Brom Bones se dirigía cantando la misma canción que Crane, a la granja de los Van Tassel. “♪ Y te haría una casita en el prado…♫” Antes de aproximarse a la ventana, Brom Bones se arregló la corbata, y exclamó, “Ejem…” Después, prorrumpió en largos silbido, como si estuviera llamando a un rebaño entero de vacas perdidas. “¡Fuuuuiiiuuuu!” La ventana continuó herméticamente cerrada. Brom Bones dijo, “¿Katrina, se habrá vuelto sorda?” Iba a soltar una andanada de silbidos, cuando… “¡Do-Ree-Miii-Miii!” Brom Bones pensó, “¡Es su voz!” El muchacho buscó la manera de enterarse de lo que sucedía adentro. Después de trepar, y asomarse por la ventana, la escena que observó, no fue precisamente de su agrado. Ichabod decía a Katrina, “Cuando yo dé éste tono, tráte de imitarlo, Katrina.” Katrina dijo, “Lo intentaré.” Brom Bones pensó, “¡No puede ser! ¡Ese maldito cuatrojos se ha introducido en la granja, cuando a mí nunca me han permitido pasar!” En el interior, Katrina solo se acordaba de la existencia de Bones, pensando, “Ojalá que Brom no haya podido venir hoy.” Aquellos cánticos extasiaban a Ichabod Crane, y a la señora Van Tassel. Katrina cantaba, “♫ Doooo ♪ Reee…♫” Pero los mismos cantos, sulfuraban cada vez más al rondador de la joven, pensando, “¡Basta!¡No puedo más!” Brom Bones optó por reunirse con las vacas en el establo, pensando, “Esperaré a que ese enclenque salga. ¡Se los verá conmigo!” Brom Bones se entretuvo al imaginar la triste suerte que en sus manos le esperaba a Ichabod Crane. La luz de la tarde, fue agotándose y Crane continuaba sin salir. Y tras bostezar, Brom Bones se quedó profundamente dormido en la granja. Mientras, en la casa, totalmente ignorante del peligro que corría, el maestro merendaba tranquilamente, sentado a la mesa, y diciendo, “¡Mmmm! ¡Éste pastel está delicioso!” La señora Greta dijo, “¡Lo preparó especialmente Katrina, maestro! ¡Ella es una experta cocinera!” Katrina dijo, “¡Oh, mamá!” A una hora prudente, y llevando consigo el pago por su lección, Ichabod se despidió. La señora Greta dijo, “¡Lo esperaremos mañana, a la misma hora! ¡No lo olvide!” Ichabod dijo, “Aquí estaré, señora. Buenas noches, Katrina! ¡Repáse por las mañanas sus escalas!” Katrina dijo, “Sí, maestro.” Ichabod pasó muy cerca del establo, sin sospechar que allí se escondía su temible rival. Ichabod cantaba, “♫ Tra la la… y te haré una casita en el prado…♪” Pero contra lo que pudiera esperarse, nada sucedió. Y hacia medianoche, Brom Bones despertó, exclamando, “¡Oh!” cuando una vaca lamia su cara. Bones advirtió que la granja estaba totalmente a oscuras. Se enfureció consigo mismo, diciendo, “¡Estúpido de mí! ¡Tenía que quedarme dormido!” A la mañana siguiente, Ichabod daba su clase, “¡Vamos niños, la tabla del tres!” Los niños contestaron en coro, “¡Tres por uno Trees!¡Tres por dos Seeis!¡Tres por tres nueveee!” Una voz tonante, que provenía del exterior, los interrumpió. “¡Ichabod Crane, si eres hombre sal ahora mismo!” Ichabod sin comprender se asomó afuera del aula, y dijo, “¡Oh, eres tú Bones! ¿Qué deseas?” Brom Bones le dijo, “¡Voy a hacer salchichas con tu inmunda piel!” Ichabod extrañado le dijo, “¿Eh? ¿P-pero, por qué?” Brom Bones dijo, “¡Ningún chico de Tarry Town, osa aproximarse a la granja de Van Tassel por las tardes, y menos a la hora en que Katrina y yo solemos charlar!” Ichabod dijo, “¿E-ella y tú? ¡Oh! ¡Yo lo ignoraba!” Brones le dijo, “Ayer, con tu estúpida clase de canto, impediste que estuviera con ella, y eso no puedo permitírselo a nadie, ¿entiendes?” Ichabod dijo, “Oye Bones, yo…” Brom Bones le dijo, “¡Nada te salvará de una paliza! ¡Eso puedo jurarlo!” Ichabod, al ver venir a aquel energúmeno, quien ya estaba dentro del salón, retrocedió. Brom Bones le dijo, “¡Sal a pelear conmigo, cobarde!” Y de pronto, Ichabod saco un arma, y apuntando a Brom Bones, le dijo, “¡Detente!” Brom Bones exclamó con asombro, “¡Oh!” Los niños estaban fascinados con la escena. Uno de los alumnos dijo, “¡Este profesor vino seguramente del salvaje oeste!” Otro alumno dijo, “¿A cuántos indios habrá matado en aquellas praderas?” Y fue Bones, quien tuvo entonces que volverse sobre sus pasos, diciendo, “¡No dispares Crane! ¡Era solo una broma! ¡Je, Je!” Ichabod le dijo, “Pues, no me gusta esa clase de bromas, Bones, así que, ¡Si quieres seguir con vida, no la repitas! ¿Eh? Y antes de salir, disculpate con mis alumnos, por haber interrumpido así la clase.” Brom Bones dijo, “Oye yo…” Ichabod dijo, “¡Hazlo Bones! ¡O serás el primer gracioso que ha muerto por interrumpir la recitación de la tabla del tres!” Y aquel día memorable, tanto los niños como algunos curiosos de Tarry Town, escucharon del grandulón Bones lo que nunca esperaron oír. “D-Disculpen muchachos. N-No volverá a suceder.” Cuando Bones salió vencido y avergonzado, los chiquillos lanzaron hurras al héroe. “¡Viva el maestro Crane! ¡El hombre más valiente de Tarry Town! ¡Viva!” Cuando se hubieron calmado los entusiasmos, Ichabod dijo, “Jimmy Groves, toma tu pistola de agua.” Uno de sus alumnos dijo, “¿Pistola de agua?” Ichabod le dijo, “Se la quité a Jimmy ayer, porque estaba jugando en clase con ella. ¿Recuerdan?” Las risas se escucharon por todo el valle. “¡Ja, Ja, Ja! ¡Una pistola de agua! ¡Ja, Ja! ¡Con eso iba a matarlo! ¡Ja, Ja, Ja!” Pronto Bones se convirtió en el hazmerreír del pueblo entero. Cuando la gente se topaba con él, le decía, “¡Cuidado Bones! ¡Allá viene Crane, con su pistola de agua! ¡Ja, Ja, Ja!” Bones se dio la vuelta y les dijo, “¡Váyanse al diablo!” Mientras tanto, el imperturbable Ichabod Crane, continuó con sus clases de canto. “¡Vamos Katrina! ¡Usted puede hacerlo mejor! ¡Inténtelo de nuevo!” Mientras tanto, afuera Brones escuchaba, tapándose los oídos, “¡♪Miiiiiiii-Laaaa♫-Sooooooool-Laaaaa!♪” Brones exclamó, “¡Oh, no! ¡Ya no soporto!” Y hasta la vaca muguía, “¡Muuuu!” La señora Van Tassel, a quien Ichabod le parecía mejor partido que Bones, para su hija, propiciaba discretamente que el maestro y la granjerita, se conocieran mejor. Katrina le dijo a Ichabod, “¿Es verdad que Brom Bones, le ha amenazado? ¿Profesor?” Ichabod le dijo, “¡Oh, ese pobre muchacho no puede hacerme daño alguno! ¡No se preocupe por eso, Katrina! Lo único que me gustaría saber, es si usted ha entregado ya su corazón a Bones, o a algún otro.” Katrina enrojeció, y exclamó, “¡Oh, maestro Crane!” Pero su respuesta tranquilizó a Crane, “No, la verdad es que Bones me parece un hombre atractivo, pero aún no lo he aceptado como novio.” Aquella noche Ichabod regresó a su casa, más contento que nunca, pensando, “¡Tengo esperanzas de que la dulce Katrina se fije en mí!” Y empezó a tararear su canción favorita, “♪Hallarás un lugar bañado por el Sol, en donde te entregaré mi amor♫” Cuando….¡PLAF! Ichabod sintió un golpe en su boca. Cuando Ichabod escupía con asco, el resto del huevo podrido que le habían enterrado abruptamente en la boca, escuchó las risas de Bone, “¡Ja, Ja, Ja! ¡Sigue cantando, Crane!” Esa mañana, en la clase, mientras los niños escuchaban al profesor, de repente escucharon una voz de indio, fuera del aula, que decía, “¡JAU!” Ichabod continuó con su clase, diciendo, “Los indios cherokee, habitan las….” Bones entró disfrazado de indio. Los niños se quedaron estupefactos. Uno de los niños exclamó, “¡Un indio!” Otro de los niños dijo, “No, es Bones, disfrazado de indio.” El supuesto piel roja, tensó su arco, apuntando hacia Ichabod, que inmóvil por el pánico, permanecía en su sitio. Bones dijo, “¡Muerte al cara pálida cuatrojos!” Cuando la flecha fue disparada, Crane se encomendó al creador, cerrando los ojos. Uno de los alumnos dijo, “¡Oh, va a matarlo!” Pero el proyectil pasó rozando a Ichabod, y se clavó en los leños de la chimenea. El indio desapareció. Ichabod abrió los ojos y dijo, “¡Oh, aún estoy vivo!” Sin embargo, pronto comenzó a salir de la chimenea un humo apestoso e irresistible. Todo mundo comenzó a toser. “¡Cof! ¡Cof! ¡Cof!” Ichabod pensó, “¡Ah! ¡Qué olor!” Y todos tuvieron que salir en tropel. Los niños salían tosiendo. “¡Cof! ¡Cof! ¡Cof!” Ichabod decía, “¡Cof! ¡Cof!”¡Qué peste!” Pero la campaña de Bones contra su rival, apenas empezaba. Esa misma tarde, después de la clase con sus alumnos, Ichabod estaba en casa de Katrina, quien practicaba, “¡Do, Re, Miii!” De repente alguien tocó a la puerta, ¡TOC, TOC! La señora Greta pensó, “¿Quién será?” Se dirigió hacia la puerta y al abrirla, descubrió que era Brom Bones, quien le dijo, “Disculpe, madame. Sé que la señorita de la casa, toma clases de canto.” La señora Greta dijo, “Sí, así es pero…” Enseguida, Bones le dijo, “También sé que su profesor actual no es una persona debidamente capacitada.” La señora Greta le dijo, “¡Oiga! ¿Cómo se atreve?” Bones le mostró un perro con el cual venía, y dijo, acariciando al can, “Permítame que le presente a un candidato mejor, que el susodicho maestro. ¡Éste sí dará a la señorita, auténticas lecciones de vocalización!” Ichabod al escuchar esto, salió muy indignado, y enfrentando a Bones dijo, “No se preocupe, madame. Dejemos que éste barbaján nos muestre a su candidato, que será seguramente tan animal como él.” Bones dijo, “¡Oh, en efecto! ¡Animal si e! ¡A ver Bruno! ¡Canta como el maestro Ichabod!” El perro comenzó a aullar, “¡AAUUUUUU!” Katrina comenzó a reír, “¡Ji, Ji, Ji, Ji!” El perro se tomó tan en serio su papel, que hasta la señora Van Tasssel, tuvo que hacer un esfuerzo enorme para no reír. “¡AU, AUU, AUUUU!” Entonces Bones dijo, “¿Verdad que no lo hace mucho mejor que usted, Crane? ¡Vamos, reconózcalo!” Tras una pausa, Bones agregó, “¡Y Bruno sólo les cobraría un poco de leche por cada lección!” Ichabod explotó y le dijo, señalando con su dedo, “¡Es usted un impertinente!” Katrina reía, “¡Ji, Ji, Ji!” La señora Greta se enfrentó a Bones y le dijo, “¡Basta ya Brom! ¡Debe usted respetar al maestro!” Bones le dijo, “¡Oh, no se enoje conmigo! ¡Bruno insistió en venir! Pero, en vista de que no se reconoce su talento…¡Nos vamos!” Brom Bones tomo su perro y se despidió, “¡Que tengan ustedes una hermosa tarde! ¡Hasta pronto Karina!” Tal como se lo había propuesto, Bones logró amargar la tarde a Crane, quien continuó dando su clase, diciendo, “Bien Katrina, ahora en Si bemol.” Pero el perro continuaba aullando, “¡AU-AAUUU!” Ichabod pensó, “¡Oh no!” y salió más temprano que de costumbre, y sólo con la mitad de su paga. Al retirarse, Ichabod pensó, “¡Qué mujer tan tacaña, es esta señora Van Tassel! Hoy sólo medio medio litro de leche, y tres huevos.” Para evitar más enfrentamientos entre sus galanes, Katrina habló con Brom Bones. “Dentro de una semana, será mi cumpleaños. Haremos en casa una fiesta, y quiero que me prometas que hasta entonces, te portaras bien.” Brom Bones le dijo, “¡Yo haré lo que tú desees, Katrina!” Brom Bones la tomó de la cintura, y le dijo, “Pero…¡Quiero saber si me quieres! ¡Y, si aceptas convertirte en mi esposa!” Katrina le dijo, “¡Suéltame! ¡Esa noche después de la fiesta, te responderé!” Por la tarde, tocó el turno de declararse a Ichabod, quien le dijo, “Señorita Van Tassel…yo, ¡Quiero confesarle algo!” Katrina le dijo, “¿Qué es, maestro?” Ichabod le dijo, “¡Que la ámo con todo mi corazón, y que nada me haría tan feliz, como que usted aceptara compartir su destino conmigo!” Katrina pronunció por segunda vez, las mismas palabras, “¡Dentro de una semana, en la fiesta de mi cumpleaños, le responderé, profesor!” La tregua fue mantenida por Bones, quien pensaba minutos antes de la fiesta, “Sería divertido soltar este zorrillo, pero le prometí a Katrina dejar en paz al cuatrojos.” Llegó la noche de la fiesta, y Brom Bones fue recibido por el señor Van Tassel. “¡Hola Bones, muchacho!” Bones dijo, “B-Buenas noches señor Van Tassel.” Mientras tanto, Ichabod se presentaba ante Katrina, diciendo, “Katrina, ¿Sería tan amable de bailar conmigo?” Katrina le dijo, “¡Oh sí, profesor! ¡Encantada!” Ambos comenzaron a bailar. Entonces Ichabod le dijo, “¿Está usted divirtiéndose?” Katerine dijo, “Sí, ésta es la mejor fiesta de cumpleaños que he tenido.” Un poco más tarde, tocó el turno de Bones, quien se acercó a Katerine y dijo, haciendo un ademán, “¿Bailamos Kat?” Pero en realidad, aquel muchacho era bastante torpe y poco refinado. Después de varios pisotones, la festejada decidió terminar aquella sesión de danza, antes de tiempo. Cuando Katrina se retiró disgustada, Bones le dijo, “¡Oh, Katrina, perdóname!” Ichabod Crane aventajó notablemente a su rival. Y nuevamente, cuando ambos bailaban, Katrina le dijo, “¡Da gusto bailar con un caballero como usted, maestro!” Después del baile, se sirvió una opípara cena. Katrina, quien comía aun lado de Bones, oía las ruidosas masticadas de Bones. “¡Crunch, Crunch!” Entonces, Katrina le dijo, “Bones, comes como una animal!” Ichabod entró en acción, y dijo, “¿Le sirvo un poco de té, Katrina?” Katrina le dijo, “Gracias profesor Crane!” Luego se contaron, como era costumbre en Tarry Town, historias de espectros. La señora Greta inició, “Hace tiempo que el soldado Hesse, no se aparece a ningún vecino del pueblo. ¿Será que el desdichado espíritu de ese joven, ha encontrado por fin la paz?” Inmediatamente Bones intervino, y dijo, “¡Oh, no madame! ¡Yo mismo le he visto, la otra noche, vagando por el valle…!” y contó toda una historia bastante disparatada. “Yo cabalgaba en mi potro diablo azul, cerca del cementerio, allá por la medianoche. De pronto, escuché algo, y pensé, ´¿Que será?´ Y yo, que nunca antes había visto al horrible espectro, le descubría a sólo unos metros de mí.” El grupo de oyentes, dejó escapar una exclamación, “¡Oh!” Bones continuó, “Vi que se proponía darme alcance, y presentí que si lograba tocarme con sus manos cercenadas, eso sería fatal para mi destino, así que, espolié a mi caballo, diciendo, ´¡Arre, Diablo Azul!¡Vamos, Diablo Azul!¡Ganémosle la carrera a este fantasma loco! ¡Ja, Ja, Ja!´ Conseguí llegar a la iglesia, antes de que me diera alcance, diciendo, ´¡Qué te parece soldado Hesse! ¡Te gané la carrera! ¡Ja, Ja!´ Pero cuando volví la cabeza, él había desaparecido, y exclamé, ´¡Oh! ¡Ya no está!´” Aunque parezca increíble, aquella tonta historia había emocionado a Katrina Van Tassel, quien dijo, “¡Oh, Bones! ¡Sí que te portaste valientemente!” Cuando Ichabod los vio juntos, pensó, “Ella se la ha tragado el cuento de ese farsante.” Bones dijo, “Katrina querida, no niego que tuve algo de miedo.” Pero cuando los invitados se despedían, Ichabod se interpúso en el trayecto de Katrina, y le dijo, “Katrina, ¿Puedo hablar con usted a solas unos momento?” Bones vio lleno de dolor como su amada se retiraba, acompañada de Ichabod, pensando, “¡Todo está perdido! ¡Ya nada tengo que hacer aquí!” Y cuando Crane y Katrina volvieron, Ichabod notó que Bones ya no estaba, y exclamó, “¡Oh Brom! ¡Ya no está!” Ichabod, minutos después, se despedía. El señor Van Tassel le dijo, “Llévese mi caballo, profesor!” Ichabod le dijo, “¡Gracias señor!¡Buenas noches!” Ichabod iba tan sumido en sus pensamientos, que ni siquiera advirtió que el caballo lo llevaba por la orilla del río, y pensó, “Katrina se ha negado a ser mi esposa. Soy un hombre desdichado. Sospecho que ella prefiere a Bones.” Súbitamente unas ramas crujieron. ¡Crac! Ichabod volteó asustado, exclamando, “¿Eh?” Su rostro se puso lívido. Ichabod exclamó, “¡No! ¡No puede ser!” Allí, detrás de él, estaba el terrible espectro del soldado Hesse, que llevaba envuelta en un trapo su cabeza entre las manos. El caballo del espectro relinchó, y el espectro exclamó, “¡Ja, Ja, Ja, Ja! ¡Ven al infierno conmigo, Ichabod!” Ichabod, sin pensar más que en huír de aquel siniestro lugar, arrió y espueleó al caballo, diciendo, “¡V-Vámonos de aquí!” Pero el jinete lo persiguió, diciendo, “Jo, Jo, Jo! ¡Toma mi cabeza, Ichabod Crane! ¡Te la regálo!” Ichabod, quien continuaba en su huida, voleó y exclamó, “¡Déjame en paz espectro! ¡Te lo suplíco!” De pronto, Ichabod vio venir hacia él por el aire aquella espantosa cabeza cercenada, envuelta en un trapo negro. Ichabod exclamó, “¡Nooo!” El golpe le hizo caer del caballo, y el pobre maestro quedó allí inconsciente, por varias horas. El caballo del señor Van Tassel huyó. Ya por la mañana, el señor Van Tassel y dos de sus ayudantes, inspeccionaban el área. Tras observar y rastrear las huellas de su caballo, el señor Van Tassel dijo, “¡Que extraño! ¡Aquí terminan las huellas de mi caballo! ¡Debió indudablemente cruzar el río!” Los tres avanzaron unos pasos, y el señor Van Tassel dijo, “¡Mira! ¡Hay pedazos de una calabaza y un trapo negro!” El señor Van Tassel levantó el trapo negro, y dijo, “¡Ese granuja de Crane, se largó del pueblo al ser desdeñado por mi hija! ¡Y lo que más siento, es que se llevó al mejor de mis caballos!” Uno de sus ayudantes dijo, “¡Y traía suficiente dinero! ¡Apenas ayer le dimos su paga de siete meses!” Y quién más se alegró por la noticia, fue por supuesto Brom Bones, quien dijo, “¡Je, Je! ¡Todo salió aún mejor de lo que esperaba! ¡Ese tonto de Crane creyó de verdad que ello era el jinete sin cabeza!” Y cada vez que Bones, yendo acompañado de Katrina, veía una calabaza aderezada para las fiestas de Halloween, prorrumpía en estrepitosas carcajadas, “¡Jo, Jo, Jo!¡Ja Ja!” Katrina le dijo, “¿De qué te ríes, Bones?” Bones le dijo, “¡Oh, es que esa calabaza me recuerda a aquel chistoso maestro Crane, que huyó una noche! ¡Ja, Ja, Ja!” Las bodas de Katrina Van Tassel y Brom Bones, se celebraron poco de meses después. Al salir ambos de la Iglesia tras la ceremonia nupcial, la gente gritó, “¡Vivan los novios!” Y nunca se volvió a saber nada del desdichado Crane, en Tarry Town. El sacerdote del pueblo, tras mirar aquello, dijo, “La escuela ha quedado mucho más bonita aquí cerca del templo. Yo seré desde ahora, el profesor.” Catorce años después, en un café de Manhattan, Ichabod dialogaba con un amigo, llamado David, quien dijo, “¿Qué tal Henry? Creí que no vendrías. ¡Hoy es Halloween!” Henry dijo, “¡En realidad son los niños los que más alboroto arman con sus disfraces de brujas y sus calabazas! ¡Yo ya estoy viejo para eso!” David dijo, “¿Usted qué opina de eso licenciado? ¿Le divierten las festividades del Día de Muertos?” Ichabod dijo, “Pues en la ciudad no son tan vistas estas tradiciones, como en el campo. Yo he conocido lugares en que las historias de muertos, son creídas y vividas por realidades por la gente.” David dijo, “¿Sí? ¿Y porque no nos cuenta alguna de esas historias que deben ser espeluznantes?” Ichabod dijo, “Alguien a quien conocí muy bien, tuvo hace años en un pueblecito llamado Tarry Town, que está en medio del Valle Dormido, una aventura increíble.” Aquel hombre narró a sus amigos nada menos que la historia de Ichabod Crane. “…cuando el pobre maestro vio a aquel horrible fantasma persiguiéndolo, casi se muere de pánico. Y cuando despertó, después de haber sido golpeado por la propia cabeza del soldado muerto, salió corriendo, y juró no volver más a aquel lugar.” David dijo, “¡Ja, Ja, Ja! ¡La verdad es que esa anécdota es muy graciosa, pero no puede creerse muy fácilmente!” Ichabod le dijo, “¿Me creerás y le presento al propio protagonista?” David dijo, “¿Esta aquí en Manhattan?” Ichabod le dijo, “Y se llama Ichabod Crane.” David dijo, “¿Usted? ¡No puedo creerlo! ¡Nos habló de un maestro de escuela, un hombre muy pobre! ¡Y usted es inmensamente rico, abogado Crane! ¡Todo el mundo en Nueva York lo sabe!” Ichabod dijo, “En realidad, el Jinete Sin Cabeza, me hizo un gran favor. Si no hubiera sido por él, nunca habría salido quizá de Tarry Town, ni me habría convertido en abogado. Cuando llegué a Nueva York, trabajé en lo que pude, mientras llevaba a cabo mis estudios de abogacía. ¡Uff! ¡La verdad era más cómoda la vida en el pueblo! Al obtener mi título, tuve la suerte de trabajar con uno de los más ricos y famosos abogados del país, que me tomó un gran afecto. Y un día me dijo, ´Éres un buen muchacho, Crane. Serás mi ayudante.´ En la Suprema Corte, conocí a su hermosa hija. Un día, su padre me presentó ante ella, diciendo, ´Margaret, aquí tienes a Ichabod Crane, de quien tanto te he hablado.´ Ella dijo, ´¡Bienvenido!´ Nos enamoramos apasionadamente. Un día le dije, ´Margaret, ojalá fuera digno de hacerte mi esposa.´ Ella me dijo, ´Hablaré con mi padre, y le diré que te amo. Él nunca me niega nada, y accederá sin duda a nuestro casamiento.´ En efecto, el abogado Sanders no sólo no se opuso, sino que tomó la noticia con alegría, y nos dijo, ´¡Les deseo la más grande de las dicha, hijos míos!´ Margaret era su única heredera, y yó, el único abogado que le parecía adecuado para sucederle en su cargo. Llegado el momento, el abogado Sanders me dijo, ´Licenciado Crane, usted será desde ahora magistrado de la Suprema Corte.´ Nuestros hijos nos han dado a Margarita y a mí, toda clase de satisfacciones, y de alegrías, al verlos llegar con sus boletas de calificaciones y uno de ellos nos dice, ¨¡ Papá, mamá, saqué el primer lugar en mi clase!¨ Ésta ciudad no ha podido ser más hospitalaria y generosa conmigo, ¿No creen ustedes? Tiemblo sólo de pensar que pude haberme conformado, de la vida tranquila en el campo, al lado de una bella granjerita como Katrina Van Tassel.” David levantó su tarro de cerveza y dijo, “Pues de verdad que el espectro le regaló a usted un brillante destino, Ichabod. ¡Brindemos por él, por la oportuna y feliz aparición del Jinete Sin Cabeza!” Ichabod dijo, “¡Por todos los espectros de la Tierra, con mi agradecimiento, salud!”
Tomado de, Novelas Inmortales, Año VI, No. 302. Agosto 31 de 1983. Adaptación: Dolores Plaza. Segunda Adaptación: José Escobar.
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